viernes, 29 de diciembre de 2023

Volver: una novela de Toni Morrison

 




“…el Señor hace milagros y sus caminos son insondables” (52).

 

Recién termino de leer Volver (2012), en edición digital, de la escritora norteamericana (afrodescendiente), Chloe Ardelia Wofford (1931-2019), conocida por su nombre literario como Toni Morrison.

Morrison fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1993.

Volver es una novela corta donde la escritora demuestra, una vez más, su grandeza literaria, su maestría en el manejo del lenguaje y con ello exponer un tema, en sus diversas facetas, que demuestra las funestas realidades y consecuencias del racismo, en especial en los EE. UU. en la llamada Gran Depresión (1929-1939) y años después de la misma.

Relata la historia de Frank Money, un veterano de la Guerra de Corea (1950-1953), quien regresa muy afectado, sobre todo por la muerte en combate de sus dos mejores amigos de la infancia, Mike y Stuff. Aparte de ello, está la historia de la muerte de una niña coreana que inicialmente hace aparecer como cometida por otro soldado cuando la niña intenta provocarlo sexualmente (si es que eso es posible), para después confesar que fue él quien ejecutó dicha muerte ya que el “encuentro” con la niña lo enfrenta emocionalmente consigo mismo experimentando un horror insoportable, intolerable y por ello le dispara a la cabeza y la mata.

Cuando Frank es licenciado de la Guerra es recluido en Ford Lawton, un puesto del ejército de EE. UU. situado en Seatte, Washington ya que presentaba lo que parecía un trastorno mental. De allí se escapa, impregnado de sueños, una especie de alucinaciones y episodios de ira que intenta borrar con el alcohol. Su mayor deseo era hallar a su hermana Cee ya que había recibido un telegrama de que regresara con urgencia pues su hermana estaba mal. El telegrama le había sido enviado por una mujer que trabajada de sirvienta en la casa del doctor donde Cee se había empleado, llamada Sarah.

Frank también desea retomar su relación con una mujer llamada Lily a quien consideraba como la única posible para ayudarlo a vivir. Por cierto, la descripción que hace la autora de este personaje es la de una mujer con ambiciones, luchadora y poco dada a dejarse vencer por cualquier obstáculo.

Así que el mayor motivo para regresar a su pueblo, Lotus (ubicado en Georgia) es el rescate de su única hermana, cuatro años menor que él y a quien siempre había cuidado y protegido ante el desapego de sus padres – que trabajaban casi todo el día- y la abuelastra Lenore con quien su abuelo Salem se había casado en un segundo matrimonio para ambos. Lenore, quien era viuda y había heredado una posición económica algo sólida, detestaba, literalmente, a su hermana Ycidra Money a quien llamaban Cee, actitud que, en buena medida había contribuido a que Cee hubiera crecido con muy poca autoestima y muy dependiente de los demás.

Después de que Frank se alista en el ejército (al igual que sus dos amigos y como una forma de huir de su pueblo tan odiado) y bajo una época donde los negros eran tratados peor que a los animales, Cee, quien tenía 14 años, huye de la casa con un hombre llamado Principal (Prince) quien al poco tiempo la abandona. Luego, Cee consigue trabajo como asistenta de un médico blanco, carente de escrúpulos, quien la utiliza como conejillo de Indias y que casi la mata a no ser por la llegada a tiempo de su hermano Frank quien la rescata y la pone en manos de unas vecinas de Lotus quien, con su sabiduría popular, le salvan la vida y le ofrecen herramientas para que se convierta en una mujer que lleve las propias riendas de su vida. Estas mujeres veían a “…la enfermedad como si fuera una afrenta, una fanfarrona ilícita e invasora a quien había que fustigar. No perdían su tiempo ni el de su paciente en compadecerse y reaccionaban a las lágrimas de la doliente con resignado desprecio” (68).

También que “Ciertos males, creían, eran incorregibles, así que era mejor dejar que el Señor acabara con ellos. Otros se podían mitigar. Lo importante era saber la diferencia” (69).

Le dicen a Cee “Mírate. Eres libre. Nada ni nadie está obligado a salvarte salvo tú misma. Siembra tu propia tierra” (70).

Como consecuencia de la experiencia traumática vivida por Cee ella queda estéril.

Al final de la novela los dos hermanos parecen más fortalecidos de las experiencias penosas que habían vivido desde su infancia.

Pareciera que Volver es producto del relato que el veterano de guerra le hace a Morrison y la escritora hace una magnífica puesta en escena, de manera profunda y vital en apenas 85 páginas. Volver es como una pieza más del rompecabezas de la producción literaria de Morrison, estructurada sobre el tema del racismo y también de lo que podríamos llamar una literatura feminista “negra” y de una misma literatura negra, concepto sobre el cual la misma Morrison llegó a decir que no sabía bien si eso existía y en qué consistía.

Toni Morrison, simplemente, extraordinaria.

 


Toni Morrison


Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 29 de diciembre de 2023.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

El juez y su verdugo




“El ocio representará el problema más acuciante, pues es muy dudoso que el hombre se aguante a sí mismo…”

“Uno está tan expuesto a la crítica como a la gripe…”

 

El juez y su verdugo (publicada, por vez primera en 1951) es una novela policial del escritor y pintor suizo Friedrich Dürrenmatt  (1921-1990). Además, Dürrenmatt fue un dramaturgo exitoso. Escribía en lengua alemana.

La edición que leo es de 1999 publicada por editorial Planeta.

Es una novela que me ha parecido de excelente calidad y el autor ha sido todo un descubrimiento para mí.

El tema central de esta novela tiene que ver con la inteligencia, con la perspicacia y experiencia que puede tener un policía versus los avances en Criminología con los que puede contar a la hora de resolver un crimen. ¿Qué es más determinante? Pienso que ambas cosas pero el interés y la experiencia del policía son fundamentales y aún, no teniendo mayores recursos técnicos puede resolver un crimen y es lo que nos muestra El juez y su verdugo.

Otro punto que expone El juez y su verdugo es hasta dónde puede llegar un ser humano por envidia, por ansias de poder. Queda claro en esta novela que puede llegar hasta matar pretendiendo no ser condenado por ello.

Dentro de la novela, algunos de los personajes hacen referencia a lo precario que es la Criminología en Suiza en comparación con EE. UU., por ejemplo.

La novela trata del asesinato de un teniente de policía de Berna (capital de Suiza) llamado Ulrich Schmied, quien fue hallado muerto en su vehículo el 3 de noviembre de 1948.

Así, se inicia la investigación del caso a cargo del comisario de policía Hands Bärlach quien ya estaba a punto de ser jubilado y que estaba aquejado por una grave enfermedad gástrica. El juez  del caso era el Dr. Lucius Lutz el cual no tenía muy buenas relaciones con Bärlach. Bärlach le pide que le asigne a un ayudante para las averiguaciones (por motivos de salud) y para ello nombran  a un policía joven, talentoso, llamado Tschanz aunque ello nunca significó que Bärlach dejara de hacer sus propias investigaciones y deducciones.

Resulta que el asesinado teniente Schmied - policía brillante- estaba trabajando en secreto (encubierto) bajo las órdenes de Bärlach, investigando a un hombre muy hábil y rico de nombre Gastmann. Bärlach y Gastmann se conocían desde hacía muchísimos años y el comisario sabía que era un asesino pero nunca había podido recabar pruebas suficientes para condenarlo. Descubrir dichas pruebas y llevar a la cárcel a Gastmann era un punto esencial en su carrera policial y Bärlach no quería morir dejándolo así. Por ello, le pidió a Schmied que se encargara él de conseguir evidencias pero lo asesinan.

Las investigaciones que hacía Tschanz estaban orientadas a demostrar que había sido Gastmann el autor intelectual del crimen y que probablemente había encargado a sus criados para hacerlo. Bärlach y Tschanz intercambiaban opiniones y Bärlach le dice que no cree que Gastmann lo hicera y que no hable con él lo cual también había sido una orden del doctor Lutz quien había llegado al cargo por influencia de algunos “poderosos” y tenía ciertos compromisos políticos. Al final, Tschanz mata a Gastmann y a sus criados haciéndolo parecer como en defensa propia. Tschanz sale levemente herido del hecho y recibe también un ascenso por lo que supuestamente era la resolución del crimen.

Días después de estos hechos, Bärlach invita a Tschanz a su casa bajo la aparente finalidad de festejar la exitosa resolución del crimen. Bärlach, quien se mete un verdadero atracón de comida  le cuenta todas sus propias investigaciones y le dice que sabe que él había matado a Schmied por pura y vulgar envidia. Tschanz, quien no sólo quería tener el camino libre para ascender como policía, sino también a la pareja de Schmied, se suicida (es lo que parece).

La novela finaliza en que Bärlach iba a ser operado del estómago lo que le permitiría tener un año más de vida.

Una novela policial bien pensada y muy bien escrita.

 

Friedrich Dürrenmatt (1989)


Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 20 de diciembre de 2023.

lunes, 18 de diciembre de 2023

La isla del tesoro



Robert Louis Stevenson


“Ser como somos, y convertirnos en lo que somos capaces de convertirnos, es el único fin de la vida”

“Hay dos cosas de las cuales no deben cansarse nunca los hombres: la bondad y la humildad” 

Robert Louis Stevenson

 

Tengo dos ejemplares de la novela La isla del tesoro (1883). Me les quedo viendo y digo, ¿por qué no? No recuerdo haberla leído y, en realidad, las novelas de aventuras no llaman mi atención.

Del novelista, cuentista, poeta y ensayista británico Robert Louis Stevenson (Edimburgo, 1850 – Samoa, 1894), es decir que murió joven, a los 44 años, sólo he leído (y visto la película) El extraño caso del Dr. Jekyll y el señor Hyde (1886).

Quiero señalar que Samoa queda entre Nueva Zelanda y Hawái. Lo resalto porque no tenía la menor idea.

Así que me decido a  leer La isla del tesoro y me encuentro con una entretenida historia que tiene su centro en el mar y en la búsqueda de un tesoro escondido en la llamada Isla del Tesoro.

En sus inicios, la novela está ambientada en Inglaterra y tiene como gran protagonista al también narrador Jim Hawkins, un joven de 16/17 años, quien vivía con sus padres en una posada llamada Almirante Benbow donde ocasionalmente llegaban marineros.

Un día llega un marinero de porte peculiar, llamado capitán Bill Jones. Viene cargado con un cofre y pide alojamiento por un tiempo indefinido en el Almirante Benbow. Para esa fecha, el Sr. Hawkins se hallaba enfermo y era visitado asiduamente por el Dr. Livesey, médico de la región. No obstante, al poco tiempo el Sr. Hawkins fallece.

El capitán Jones, quien ingería bastante licor le pide a Jim que le avise si veía llegar a un hombre amputado de una pierna y por esa vigilancia le daría unas cuantas monedas al mes. Lo cierto es que llegaron dos marineros buscando a Jones y ambos tuvieron riñas con él. Billy Bones muere de un infarto y en vista de que Jones debía dinero a los Hawkins, Jim y su madre deciden abrir el cofre de Jones y tomar de él el pago justo de lo adeudado y también se llevan un mapa que estaba dentro de un sobre en el cofre y que era el mapa de un famoso  y terrorífico marinero llamado capitán Flint en el cual señalaba donde había escondido un gran tesoro en la llamada Isla del tesoro.

Lo cierto es que el joven Jim se pone en contacto con el Dr. Livesey y le enseña el mapa. El doctor a su vez se lo enseña al squire Trelawney y deciden ir en la búsqueda del tesoro para lo cual, Trelawney vaiaja a Bristol para comprar un barco y conformar una tripulación. El Dr. Livesey le advierte a Trelawney de que mantenga en secreto el objetivo del  viaje cosa que éste no hace.

Trelawney compra un barco llamado la Hispaniola y empieza a contratar marineros, entre ellos uno llamado Jhon Silver el Largo quien fungiría como el cocinero y se encarga de buscar a otros miembros de la tripulación. Silver estaba amputado de una pierna y poseía un loro muy singular llamado Capitán Flint. Cuando todo está listo para el viaje, el Dr. Livesey y Jim viajan a Bristol (ciudad al suroeste de Inglaterra que cuenta con una próspera historia marítima) para así zarpar. Jim iba a fungir como grumete y demostraría gran inteligencia, perspicacia y valentía. Incluso, cuando Jim conoce a Silver y ve que le falta una pierna, recuerda que el capitán Jones le había dicho que le avisara si veía a un hombre con esa característica.

Para el viaje, Trelawney contrata a un capitán  experimentado de apellido Smollett con quien tiene algunas diferencias ya que considera que es muy estricto. El capitán le dice que hubiera preferido escoger a la tripulación y que otra cosa que le preocupa es que los marineros saben cuál es la finalidad del viaje. Aún así, la Hispaniola parte de Bristol, en el año 1700 (…) tomando hacia  el océano Atlántico rumbo a América y la Isla del Tesoro.

En un momento de la travesía, Jim, quien se había metido en un barril de manzanas como por curiosidad, escucha que Jhon Silver lidera una conspiración para deshacerse del capitán Smollet, del squiare, del Dr. Livesey y quién sabe si acaso de él mismo. Jim le cuenta a sus amigos y éstos se preparan para defenderse. Lo cierto es que Silver desembarca con sus compinches sin haber descubierto las cartas aún y Jim viaja con ellos y así pudo vigilarlos. Jim conoce a un marinero que había sido abandonado tres años antes, que no estaba muy cuerdo pero que resulta de gran valor para el hallazgo del tesoro. Se llamaba Ben Gunn y había hecho hasta lo imposible por sobrevivir en la isla.

Después de unas cuantas peripecias que hacen de La isla del tesoro una novela bien entretenida y de fácil lectura, el grupo al que pertenecía Jim logra triunfar sobre el grupo de Silver los cuales fueron muriendo, bien sea en alguna revuelta o afectados por la malaria. No obstante, Silver, que resulta ser un hombre muy astuto, cuando ve que su plan de quedarse con el tesoro, ha fallado, decide  “unirse” al grupo del Dr. Livesey fingiendo arrepentimiento de sus acciones pero el Dr. Livesey está claro que no un hombre de fiar.

De regreso a Inglaterra, cada uno de los personajes esenciales sigue su vida con un buen sustento económico.  Ben Gunn malgastó rápidamente lo que le correspondió pero le consiguen un puesto de portero donde le va bien.

Me gustó esta novela de Stevenson.

 



Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 18 de diciembre de 2023

 

 

  

jueves, 7 de diciembre de 2023

Pudor: una novela de Santiago Roncagliolo




“Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera”

En Ana Karerina (1878) de León Tolstói (Rusia, 1828-1910)

 

Del escritor y periodista Santiago Roncagliolo (Perú, 1975) sólo había leído Abril rojo (2006) premio Alfaguara de novela de ese mismo año. Abril rojo  tiene como tema central al grupo guerrillero peruano Sendero Luminoso y los conflictos que causa en ese país latinoamericano. Una buena novela.

Ojeando por mi biblioteca me encontré con otro título de Roncagliolo intitulado Pudor (2004) publicado también por editorial Alfaguara.

Pudor pareciese ser una novela muy básica, me refiero a que no pone en escena grandes temas pero sí lo que pudiera verse como la cotidianidad de una familia en la que cada uno de sus integrantes tiene su drama singular que pone en evidencia la crisis de una familia de clase media o media alta que bien pudiera ser la de muchas. Por supuesto, esa exposición de la cotidianidad familiar también puede resultar muy interesante.

Pudor es una novela de 187 páginas y sencilla de leer.

Los personajes incluyen a Alfredo Ramos y su esposa Lucy (en la medianía de la vida), a los hijos, Mariana, adolescente y a Sergio, un niño todavía. Con ellos vivían los padres de Alfredo o Lucy, no queda claro. Sobre la abuela no es mucho lo que sabemos porque apenas comenzar Pudor, la abuela está hospitalizada y muere de alguna enfermedad crónica más la misma vejez y queda su esposo a quienes llamaban Papapa. Otro personaje que tiene su rol  es el gato de los Ramos que no tiene nombre propio.

De Alfredo sabemos muy rápidamente que tiene una enfermedad maligna y que apenas le quedan 6 meses de vida. No haya con quien hablar del tema, ni siquiera con su propia esposa. Alfredo intenta hablar con su secretaria llamada Gloria pero ocurre un malentendido entre ellos que hace que Gloria llame a Lucy y le diga que se había acostado con Alfredo.

Lucy es ama de casa y, de alguna manera, se siente frustrada. Su matrimonio es insatisfactorio lo que la lleva a crear una fantasía en la que un hombre le escribe mensajes entre eróticos y obscenos y la cita en diversos lugares y ella dramatiza, recrea la situación.  La relación íntima entre ella y su esposo ha caído en una especie de apatía. Al final, en un enfrentamiento con Alfredo, delante de sus hijos, él le reclama su infidelidad  y la apremia para que le diga quién le escribe y ella confiesa que es ella misma.

Por otra parte, está Mariana quien le reprocha a su propio cuerpo su poco desarrollo y lo responsabiliza de todos los pesares que una adolescente puede tener a esa edad. Mariana “se quedaba en silencio con cara de mal humor y con los brazos cruzados. Aunque, pensándolo bien, Mariana siempre estaba así” (11).

Durante la novela, Mariana se desarrolla y tiene su primera relación sexual con un compañero del colegio a quien detesta.

Sergio es el hijo menor,  va a la escuela y se distrae con diversos muñecos tipo monstruos pero, algo más debe haber en Sergio quien empieza a ver fantasmas, el primero de ellos en la habitación del hospital donde estaba su abuela pre mortem. Tal vez, el encuentro con fantasmas puede verse como un síntoma de algo en la familia Ramos o dentro del mismo Sergio.

Papapa es el viudo de la abuela. Siente el vacío de su vida, aumentado por el fallecimiento de su mujer pero Papapa todavía tiene deseos de vivir, de experimentar, de amar o, tal vez, sólo desea paliar la soledad que puede sentir un anciano aunque viva rodeado de su familia. Papapa quiere ir a un asilo para estar cerca de una viuda que había conocido poco tiempo atrás llamada Doris y, después de algunos barullos, logra que lo ingresen en el asilo.

El gato de los Ramos hace lo que le da la gana aunque nunca ha salido de la casa. Se orina en los muebles de la sala, en la cama de Lucy y Alfredo, rasguña  y rompe cosas. Lucy lo lleva al veterinario para que lo castren. El gato forma un alboroto y se escapa del consultorio. Después se atreve a huir del apartamento estimulado por un olor que lo hipnotiza y que lo conduce hasta una gata a la que monta con mucha dificultad pero con gran disfrute. Aún así sale lastimado por otro gato y hasta por la misma gata.

No sabemos muy bien cómo, las cosas al final se encarrilan entre los Ramos. Alfredo le pide a Lucy que lo vuelvan a intentar, al menos por seis meses (que es el tiempo de vida que le dieron). Claro, hubo un episodio de sinceridad entre Alfredo y Lucy (cuando él le pregunta que con quién estaba saliendo) que tal vez sirvió como válvula de escape, de alivio en una familia donde las cosas iban mal y dónde hablar con sinceridad no era costumbre.

La preeminencia similar de los personajes en Pudor la convierten en una especie de novela coral.

Quiero mencionar algo sobre el título de esta novela. La palabra pudor, según la RAE, proviene del latín pudor, pudoris que significa vergüenza, recato, honestidad y moralidad. Esta palabra y no sé bien el por qué me parece bonita y que denota algo muy particular en el ser humano que lo manifiesta con independencia de las circunstancias que pueden generar este sentimiento o, ¿acaso el pudor es un valor?, ¿es algo que se aprende? No sé.

Ahora que lo pienso, titular esta novela Pudor puede significar que lo que sienten los personajes es mucho pudor o más bien hay en ellos una falta de pudor. No lo sé…

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 7 de diciembre de 2023.

 

 

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Le dedico mi silencio



Los incas no habían enseñado a leer a sus vasallos, temerosos de que los libros escondieran la semilla de la rebelión, porque los libros y las letras escritas son subversivos y malditos para el poder, incluso en aquellos tiempos remotos” (204).

 

Leí la más reciente novela del Nobel peruano de Literatura  Mario Vargas Llosa (1936) titulada Le dedico mi silencio (2023) y que, en palabras del mismo autor sería su penúltimo texto en publicar.

Antes de leer Le dedico mi silencio, escuché algunos comentarios poco halagüeños sobre la misma. El comentario más halagador la tildaba de una “obra menor”. Por cierto, esos mismos comentarios, generaron una discusión sobre los niveles de excelencia de un escritor o, mejor dicho, cuáles serían los porqués de la variabilidad de la calidad de las obras literarias de un escritor. Sin duda, las razones pueden ser múltiples.

Particularmente hay novelas de Vargas Llosa que me han gustado mucho: Conversación en la Catedral (1969), La Guerra del fin del mundo (1981), Lituma en los Andes (1993), La Fiesta del Chivo (2000) y Tiempos recios (2019), hay otras que no pero en realidad no me había puesto a pensar si se trataba de una disminución de la calidad del autor. Más bien, pensé que podría estar relacionado con algo inherente al lector aunque ello no invalide el hecho de que la producción literaria puede tener sus altos y bajos.

Hay autores de los que he leído casi toda su obra y todas me han parecido maravillosas. Por ejemplo, Fiódor Dostoyevski (Rusia, 1821-1881), Antón Chéjov (Rusia, 1860- Alemania, 1904), Frank Kafka (Praga, 1883- Austria, 1924), José Saramago (Portugal, 1922- España, 2010), Javier Marías (Madrid, 1951-2022), por mencionar algunos.

Le dedico mi silencio trata de un estudioso de la música criolla peruana quien plantea que la música del Perú, originaria de esclavos africanos que llegaron al Perú tras la conquista y que integraron las clases bajas, puede ser un elemento de unión, de cordialidad entre todos los peruanos y hasta de los latinoamericanos. El protagonista se llama Toño Azpilcueta, casado con Matilde, padre de dos niñas y eterno enamorado de una cantante peruana llamada Cecilia Barraza quien sólo lo consideraba su amigo.

Azpilcueta siempre estaba en una situación económica precaria: trabajaba dando clases de Dibujo en un colegio donde estudiaban sus hijas, lo que le permitía que le exoneraran la matrícula. Escribía artículos sobre la música peruana que le remuneraban muy mal.

Otro aspecto importante es que Toño Azpilcueta sufría de fobia a las ratas y, especialmente cuando pasaba por situaciones de estrés, sentía a esos roedores sobre su cuerpo y procedía a espantarlos y a rascarse desaforadamente, incluso, a veces, desvistiéndose en público. Este dato de la personalidad de Toño Azpilcueta me hizo recordar un texto de Sigmund Freud (Chequia, 1856 - Londres, 1939) titulado "El hombre de las ratas" (1909) basado en un caso de un paciente afectado por una severa neurosis obsesiva.

Un día, Azpilcueta recibe una invitación para ver la presentación de un joven guitarrista peruano llamado Lalo Molfino. Azpilcueta, extrañado de no haber escuchado hablar de ese músico, asiste y, para su sorpresa, queda maravillado, extasiado de escuchar a un guitarrista tan extraordinario, a quien no dudó en catalogar como el mejor guitarrista del Perú y muy probablemente del mundo.

Hay quienes dicen que la novela es un estudio sobre la música peruana pero me parece que es una opinión de apreciación muy limitada. Por supuesto que habla bastante sobre la música peruana pero, Vargas Llosa aprovecha el tema para hablar de las profundas diferencias sociales en Perú, para hablar del Imperio Inca, que considera dejó cosas muy negativas a los peruanos como la intolerancia y la falta de respeto a las opiniones ajenas. También habla de los efectos del colonialismo español y otros temas.

Asevera Vargas Llosa que el idioma español fue un gran aporte para la mayoría de los países latinoamericanos (excepto Brasil) ya que, al tener el mismo idioma, la comunicación sería mejor “Lo mejor que pudo haberle pasado a América Latina fue esa unificación de la lengua gracias al español, que ahora permite entenderse a los latinoamericanos desde México hasta la Argentina, con la excepción de Brasil, donde, sin embargo, cada día más gente lo habla” (190).

Pienso que la manera en que Vargas Llosa aborda el tema es muy acertado ya que, lo que podría verse como un tema aburrido, se hace bastante interesante por más que la hipótesis central de Toño Azpilcueta suene utópica.

Toño Azpilcueta decide escribir un libro sobre Lalo Molfino y la música peruana. Así inicia una serie de averiguaciones sobre éste. No obstante, es poco lo que consigue saber de él: averiguó que nació en Puerto Eten (norte del Perú), que, al nacer, Lalo fue abandonado en un basurero de donde fue rescatado por el cura del pueblo quien lo crió. También que el joven tuvo que dejar todas las agrupaciones de los grupos musicales que lo contrataban ya que no lograba tocar en grupo si no que quería hacerlo solo. Por otro lado, pudo conversar con una joven quien había sido como “novia” de Lalo quien le había confesado que aunque ella había querido tener relaciones sexuales con él, éste se limitaba sólo a acariciarla y a besarla. Toño también se enteró que Lalo había muerto de tuberculosis.

A pesar de la poca información de la que disponía, Toño decide escribir el libro que intitula Lalo Molfino y la revolución silenciosa   Por suerte, consigue un editor quien decide publicarle su libro que resulta todo un éxito en ventas. Cuando el editor le dice que se requiere una segunda edición, Toño le pide tiempo para hacer algunos cambios. El editor le dice que lo deje así, que tal vez más adelante pero Toño insiste. Así, sacan una segunda edición y Toño vuelve a pedir más tiempo para hacer revisiones hasta que el libro deja de venderse y el editor se cansa de Toño y el libro empieza a ser devuelto por muchos libreros que lo tenían en consignación. Esta actitud de revisión y revisión puede interpretarse como parte de la conducta obsesiva de Toño Azpilcueta.

Aparte de lo anterior, Toño había sido despedido de la Universidad donde dictaba la cátedra Quehaceres Peruanos, reabierta por el triunfo que Toño había tenido con su libro) pero que definitivamente no tenía mayor atractivo para la mayoría de los estudiantes.

Toño Azpilcueta tiene un episodio psiquiátrico y al final de la novela, nos cuentan que se había mudado con su esposa e hijas y que Cecilia Barraza seguía siendo su amiga. Pensamos que Toño Azpilcueta se había vuelto "loco".

Vale destacar que Vargas Llosa, toca otros temas relativos al Perú y confiesa ciertos aspectos de su vida, como, por ejemplo, su posición ante el catolicismo: dice que a veces cree, y que a veces, no.

Pienso que Le dedico mi silencio es una buena novela que confirma el excelente narrador que es Mario Vargas Llosa.

Me permito añadir el link de un documental grabado por los hijos de Vargas Llosa en una visita que hicieron a Puerto Eten: https://www.youtube.com/watch?v=qhqu4m8GGn8

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 29 de noviembre de 2023.

martes, 21 de noviembre de 2023

Clase de Historia (en una camionetica desde Chacaíto hasta El Tolón)

 


Llego a Chacaíto y me monto en la camioneta que va hacia El Cafetal. Puedo irme a pie hasta la calle Madrid pero no tengo ánimo de caminar aunque me gusta caminar. Voy tarde al trabajo aunque yo no internalizo que es así, aunque sé que así es.

Subo a la camioneta con premura, una prisa que podría justificarse o no justificarse pero algo me dice que es justificable siendo absolutamente injustificable. Me siento en el primer puesto que encuentro vacío donde ya estaba sentado un señor bastante mayor que llevaba una gorra azul marino. Al sentarme, el señor se acomoda como para darme más espacio aunque pienso que no es necesario y digo “gracias” Sin duda, hay suficiente espacio.

Mi atención se fija en el colector, quien, en voz alta y cantarina, menciona los diversos lugares por los que pasará la camioneta. No escucho mencionar mi destino. Mi desubicación geográfica crónica que, con frecuencia se tiñe de angustia,  me hizo preguntarle a mi vecino de asiento si la camioneta pasaba por El Tolón. El señor, blanco, de cabellos ralos, canosos  al igual que sus bigotes, me dijo, sí, pasa por El Tolón.

El anciano agregó, pensativo: Tolón (Toulon en francés) es una ciudad ubicada al sur de Francia donde hay una poderosa base naval. Le dije ¿no será Toulouse? Me respondió con firmeza que no, que Toulouse también está en el sur, aunque más hacia el oeste y más cerca de la frontera con España y es llamada la ciudad rosa pero que él se refería a Tolón pues lo había buscado en un diccionario que tenía en su casa hacía tiempo. Tolón es una ciudad situada al sur de Francia a orillas del Mar Mediterráneo, reiteró con una voz segura y ronca de fumador empedernido.

Evoqué a mi mamá que era asidua realizadora de crucigramas y que poseía un pequeño Larousse ilustrado, bastante raído, donde buscaba el significado de las palabras que desconocía.

De pronto, el anciano pareció animarse. Eso sólo fue una percepción mía ya que sólo podía verle la mitad de su rostro, el derecho, ya que estábamos sentados uno al lado del otro, en los asientos terceros del lado izquierdo de una camioneta algo destartalada.

Digo que se animó porque de seguida me habló sobre Ibiza. Le dije sí, una de las Islas Baleares. Son tres, dije. Me dijo, bueno, realmente son 5 islas y de seguida pasó a mencionarlas: Mayorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera. Entonces recordé que había escuchado la existencia de Formentera pero no de Cabrera.

Le comento al señor que tengo un compadre que es de Palma de Mayorca. Que ha vivido la mayor parte de su vida en Venezuela pero que tiene unos meses que está en Mayorca. Mi compadre Paco es el padrino de bautizo de mi hija mayor. Es una persona de carácter difícil y nunca nos hemos llevado bien aunque no por ello he dejado de tenerle aprecio.

Ahora no logro precisar por qué mi interlocutor de lo anterior pasó a hablarme del estado Trujillo, específicamente de Canache donde había nacido su padre y de Santa Ana donde había nacido su madre.  Le dije, no sin cierta pena, que no conocía Los Andes y que siempre me confundía en la ubicación de los estados andinos, creía que primero estaba Mérida, luego Trujillo y Táchira. Muy humildemente el señor me dijo que primero estaba Trujillo, luego Mérida y luego Táchira.

Agregué, no sin cierta duda,  que Santa Ana quedaba en Táchira, al igual que Seboruco y La Grita pues tenía un primo político, El Gocho, lo hemos llamado siempre así, que es nativo de Seboruco.  Me dijo, yo le hablo de Santa Ana en Trujillo. Es un lugar histórico puesto que allí se firmó el armisticio de la guerra del 27 de noviembre de 1820 entre Bolívar y Morillo. Allí hay un monumento en honor a ese hecho.

Sólo atiné a pensar que Morillo fue un militar español…

Precisé, a los pocos segundos, que una vez había estado en Mérida, cierto pudor me inhibió de decirle que fue cuando estuve de luna de miel y que, aunque habíamos visitado algunos lugares no era mucho lo que recordaba. Le conté que el día que venía de regreso a Caracas y ya cancelado el hotel, el vuelo había sido aplazado por problemas de alta nubosidad. Resulta que el aeropuerto de Mérida está ubicado dentro de la ciudad lo cual, al parecer, obligaba, con alguna frecuencia, la suspensión de vuelos ante el menor obstáculo que garantizara un aterrizaje perfecto y en previsión de daños adicionales en esa zona urbana.

Mi esposo y yo nos quedamos como viendo a la gente en el aeropuerto sin saber qué hacer. Me imaginé durmiendo en el piso hasta el día siguiente. Pero el piso estaba reluciente (eso me produjo cierto consuelo). Ya casi no teníamos dinero…

De pronto vi a J. hablando y abrazando a una muchacha delgada, alta, de cabellos amarillos. Me acerqué. Se trataba de una compañera de clases de la Universidad Simón Bolívar, llamada Gladis Magris, con quien había hecho una buena amistad. Además, resultó ser hermana de una amiga mía, testigo de nuestro matrimonio por civil. Gladis es astrofísica y trabaja en el Centro de Investigaciones de Astronomía en Mérida. Nos dio alojamiento en su casa esa noche…

Llegué a preguntarle al anciano si conocía España y me dijo, ¿¡yo!? con asombro, como si fuese una posibilidad impensable. Entendí la reacción del señor, fue casi un ¿¡cómo se le ocurre!? Mi subjetividad lo interpretó bien ya que yo nunca había viajado fuera de Venezuela y escasamente al interior del país (¡tampoco me imaginaba haciéndolo!) Me dijo que sus abuelos eran españoles y que sus apellidos eran Benitez Paredes.

Quise saber sobre su conocimiento de los Andes y me dijo que la última vez que había ido fue hacía 65 años. Me pregunté, ¿cuántos años tendría este señor?

Y llegamos a El Tolón, adonde debía bajarme. Me despedí con un ¡tenga un buen día! El señor respondió ¡igual para usted!

 

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 21 de noviembre de 2023.


martes, 14 de noviembre de 2023

Ensayo sobre la ceguera

 


                                                                                     

“…el llegar a donde se quiere depende de donde se esté” (143).

“…en las adversidades, tanto las probadas como las previsibles, se conocen los amigos” (144).

“Quiere decir que tenemos palabras de más. Quiero decir que tenemos sentimientos de menos, O los tenemos, pero dejamos de usar las palabras que los expresan, Y, en consecuencia, los perdemos” (390).

 

En septiembre de 2004 leí Ensayo sobre la ceguera (1995), publicado por Punto de lectura, del Nobel de Literatura portugués (1998) José Saramago (1922-España, 2010).

Ahora acabo de terminar de releer esta novela y me hace dudar que la hubiera leído antes. Pensar en esta novela sólo me hacía recordar escenas de heces y basura por todos lados. La relectura me hizo confirmar lo anterior pero mucho más que eso, también la grandeza de la literatura de Saramago.

En Ensayo sobre la ceguera, Saramago nos cuenta la historia de un hombre que, en plena avenida y conduciendo su vehículo, se queda ciego.  El mismo es llevado por su esposa a un oftalmólogo quien no encuentra ninguna explicación orgánica para la ceguera que, tiene la particularidad de ser blanca, es decir, el hombre se sentía como si lo hubieran sumergido en un tanque de leche a diferencia de la ceguera conocida donde todo está negro.

Al poco tiempo, se sabe de otras personas que empiezan a quedarse ciegas, entre ellas, el propio médico oftalmólogo que había visto al primer paciente.

Ante tal situación, el médico comunica a lo que vendría a ser el Ministerio de Salud lo que estaba ocurriendo y el Gobierno asume que se trata de una especie de epidemia de ceguera blanca o mal blanco como dan en llamarla y toma la decisión de aislar a los enfermos (pensando que fuera algo contagioso) y a los primeros afectados los ubican en un antiguo manicomio que estaba desocupado y que se hallaba en condiciones muy precarias. El gobierno da orden a los militares que custodien el manicomio y que nadie debe salir de allí.

Ocurre una excepción. La mujer del médico no se ha quedado ciega y cuando van a buscar a su marido para llevarlo al manicomio decide ir con él pasándose por ciega.

La convivencia dentro del manicomio cada vez se va haciendo más inestable con la llegada de más y más ciegos, las limitaciones en la llegada de la comida, la falta de camas, la falta de agua, etc. y se van presentando situaciones que ponen en evidencia tanto la capacidad de solidaridad del ser humano patentizada por la mujer del médico que, aunque no dice que ella ve, ayuda mucho a los que tiene a su alrededor. También las miserias del ser humano que llegan a situaciones muy asquerosas y despiadadas. La actitud de los militares resultan ser muy cuestionable.

Luego llega un momento que muchos de los ciegos que estaban en el manicomio logran salir, en parte impulsados por un incendio provocado por una de las ciegas en el área donde otros ciegos se habían hecho del poder, lo que significaba que se adueñaron  de la comida que les traían a todos, emplazaron a las mujeres que tuvieran sexo con ellos, etc. Uno de los ciegos de esa ala tenía una pistola y ello, mezclado con una especie de “malignidad humana”, favoreció esa experiencia terrible y, como escribí antes, una ciega produce un incendio que incluso acabó con su propia vida. Así, los ciegos que quedaban salen al patio y se dan cuenta que los soldados no están.

Resulta ser que todos en ese país (o en el mundo) se habían quedado ciegos. El Gobierno había caído.

Saramago narra muchas situaciones que hacen ver lo que es el ser humano tanto en su lado positivo como en el que no. Serían muchas a señalar. Al poco tiempo de estar libres, los ciegos protagonistas, que se habían mantenido juntos a petición de la mujer del médico) comienzan a ver.

Ese grupo de personas que se mantienen juntas, están lideradas por la mujer del médico quien, consultando a todos, demuestra la importancia de la organización, del establecimiento de normas, de la solidaridad en una comunidad.

Pienso que Ensayo sobre la ceguera es una novela que debe ser leída por muchas personas. Analizada, discutida. Incluso como una novela de lectura obligatoria. Es mucho lo que se puede aprender de ella.

 

José Saramago

 ¡Grande, Saramago!

 

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 14 de noviembre de 2023

 

jueves, 9 de noviembre de 2023

Un detalle menor



“No es el cañón el que vence, sino el ser humano” (frase hallada en un muro semiderruido en el desierto de Néguev).



Adanía Shibli

La suspensión de la entrega del premio LiBeraturpreis de la novela Un detalle menor  (2016) a la autora palestina  Adanía Shibli (1974) por parte de la Feria de Frankfurt de este año, debido a razones políticas en vista de la guerra desatada entre el grupo palestino Hamás e Israel ha producido una serie de reacciones dentro de diversos sectores del mundo literario que han rechazado la actitud de los organizadores de la Feria, quienes se han mostrado, sin ningún pudor, a favor de Israel.

Según Google, “el premio LiBeraturpreis es concedido exclusivamente a mujeres escritoras con el objetivo de brindar una oportunidad de reconocimiento en el mercado germano a las autoras que, muchas veces por su género, cuentan con menos oportunidades en sus países y/o abrirse paso en el mercado mundial”.

Diversos portales de prensa digital recogen el pronunciamiento de la famosa Feria de Frankfurt que ha expresado lo siguiente 

Condenamos enérgicamente el terrorismo terrible de Hamás contra Israel. El terror contra Israel contradice todos los valores de la Feria del Libro de Frankfurt”, declaró el director del evento, Juerguen Boos, en el comunicado con el que justificaron su decisión…”

Pero vayamos a Un detalle menor, una novela que, en su versión digital, tiene 95 páginas. Está formada por dos partes, en la primera de las cuales se relata la captura, violación y muerte de una joven árabe por un grupo de soldados israelíes, hecho ocurrido en el desierto de Néguev, cuya misión en la zona era “…la misión del destacamento mientras se encontrase en aquel lugar sería, además de mantener el trazado de la frontera con Egipto e impedir la cruzasen infiltrados, peinar la zona suroeste del Néguev y limpiarla de los árabes que pudieran quedar…” (33). Este terrible hecho ocurrió entre el 9 y 12 de agosto de 1.949.

La narradora, también protagonista y que vivía en Ramala  se entera de los hechos descritos en el párrafo anterior casi en forma accidental por una nota de prensa y se siente impactada y como obligada a investigar más sobre lo ocurrido. La casualidad de que los hechos ocurrieran 25 años después de su propio nacimiento también se convierte en una especie de motivo para hacer su propia investigación “Aunque, en realidad, lo extraordinario –y sólo hasta cierto punto- en esa muerte violenta, que fue, además, el colofón de una violación grupal, puede decirse que se limita a que tuvo lugar un cuarto de siglo antes, con exactitud el día de mi nacimiento” (55).

En la segunda parte, la narradora decide viajar al sitio donde ocurrieron los hechos, lo que no se trataba de algo sencillo pues debía desplazarse por zonas controladas por los israelíes y ameritaba un carnet que la acreditara con el permiso para hacerlo. Dicho carnet se lo facilita una compañera que había conocido en el nuevo trabajo que tenía.

La narradora hace el viaje y llega al Museo y archivos del ejército israelí que están en el noroeste del Néguev. Todo el viaje, los pensamientos de la narradora, sus temores, angustias están narrados de una manera que definiría como magistral. En Un detalle menor, queda muy claro lo terrible que es estar en tú propio país y sentirte un extraño. Pasar por zonas que conociste y ahora resultan que ya no pertenecen a tú país.

En 95 páginas, Adanía Shibli, nos relata una terrible historia y hace gala del término solidaridad al querer reconstruir lo sucedido con la joven árabe pero también nos narra lo que significa estar en lo que era tuyo, de tus padres, amigos, vecinos y ya no lo es. También se trata de una historia de miedo. De tener que esconder tú propio ser para seguir viviendo.

La frase que encabeza este escrito todavía ronda en mi cabeza. No la logro comprender pues el contexto en que fue escrita es por unos jóvenes polacos (hijos de padres judíos) que se instalaron el desierto de Néguev como una especie de colonizadores y que murieron en una lucha por ese espacio.

La censura a Un detalle menor es un sin sentido, más aún que está basada en un caso real y una historia de despojos hacia Palestina. La fuerza de esta novela es innegable poniendo sobre la palestra el poder de la escritura, ese poder que te hace experimentar como si estuvieras viviendo lo narrado.

 

Escrito y publicado por Libia Kancev.

Caracas, 9 de noviembre de 2023.

 

miércoles, 8 de noviembre de 2023

No te veré morir

 



No te veré morir (2023) es la más reciente novela del escritor español Antonio Muñoz Molina (1956) y fue publicada por Editorial Planeta.

Esta novela no requirió que su título fuese escrito en algún momento de su desarrollo pues ya casi terminándola, intuimos, más bien, tuvimos la certeza que Gabriel Aristu, español de nacimiento y naturalizado norteamericano, país donde residía desde hacía cuarenta y siete años y donde, además de haber tenido una carrera muy exitosa en el área del Derecho y de las Finanzas y donde también tenía una esposa (Constance) y dos hijos, no vería morir a Adriana Zuber, española, a quien conoció en su adolescencia y de la que estaba enamorado (o, de alguna manera, eso parece).

Gabriel Aristu y Adriana Zuber se amaron aunque ella estaba casada cosa que vale destacar en una sociedad como la española de la década del sesenta.

Gabriel Aristu provenía de una familia donde sus padres habían hecho muchos sacrificios para que tanto él como su hermana estudiaran, en especial él, tratándose del varón y primogénito, en una visión básicamente machista. Así, Gabriel estudió en los mejores colegios que sus padres pudieron pagar, abriéndole posibilidades de conseguir una beca para estudiar en Inglaterra y un empleo en los EE. UU.

Aparte de lo anterior, se trataba de una familia con principios y valores muy firmes.

El padre de Gabriel era músico y le había inculcado a su hijo el amor por la música. El padre también llegó a sufrir los rigores de la guerra civil española por lo cual estuvo preso por tres años, experiencia de la que no llegó a recuperarse.

Adriana Zuber y Gabriel Aristu compartían el gusto por el teatro y la música. Su relación estaba teñida de mucha formalidad pero, sin duda, ella era una mujer valiente, arriesgada, decidida.

Después de finalizar sus estudios en Inglaterra, siendo el año de 1967, Gabriel obtiene una oferta de trabajo en EEUU la cual aceptó. Adriana le dice, durante el encuentro que tuvieron horas previas antes del viaje de él, que si él le pide que se vaya con ella, ella lo haría de inmediato pero…Gabriel no sé lo pide y se marcha de España. Adriana le escribió durante mucho tiempo y él inicialmente le respondía hasta que, prácticamente, dejó de hacerlo.

Así, transcurrieron cuarenta y siete años hasta que un día, conversando con un español más joven que  él y que trabajaba en una universidad en EE. UU llamado Julio Márquez y con el cual había establecido una buena relación, Julio le menciona que irá a una conferencia de una profesora llamada Adriana H. Zuber.  De inmediato, Gabriel pensó que seguro  sería hija de Adriana y resultó ser cierto. Gabriel se pone en contacto con la joven quien le dice que su madre siempre le había hablado de él y quedan de acuerdo para que Gabriel visite a su madre.

Gabriel aprovecha un viaje de trabajo en Ginebra y hace un viaje clandestino a Madrid y visita a Adriana a la cual realmente no había olvidado y siempre soñaba con ella. Adriana se encuentra en una silla de ruedas porque se hallaba en la fase final de una grave enfermedad. Ella lo recibe y no puede evitar reprocharle su actitud cobarde no sólo mientras vivió en España si no durante todo el tiempo transcurrido.

Nos enteramos que la hija que tuvo Adriana fue producto de una violación por parte del esposo y que ella había deseado intensamente abortar pues solo quería tener un hijo(a) de Gabriel.  Sin embargo, Adriana dice que lo único bueno de su vida ha sido su hija. Adriana y su esposo tuvieron un divorcio tortuoso durante el cual, el esposo literalmente la repudia.

Al final del encuentro entre Gabriel y Adriana, él se anima a tocarle las manos muy deformadas por la enfermedad; luego intenta rozarle los labios pero ella lo rechaza y alcanza a decirle al oído que la ayude a morir, que la ayude a salir de ese sufrimiento pero él actúa como si no pudiera entenderla (en realidad, como si no quisiese entenderla).

Adriana no había accedido a ver a Gabriel porque aún lo amaba ni mucho menos. Ella sólo quería que le ayudase a salir del terrible padecimiento que tenía pues sabía que no era algo que ni su hija ni Fanny, la persona que la cuidaba, iban a hacer.

Gabriel regresa a EE.UU.

 

No te veré morir es una historia triste donde hay varios elementos interesantes a considerar:

1.- La forma de ser de Gabriel Aristu quien se hace objeto del deseo de sus padres y creemos que ello tiene más que ver con Gabriel que con sus propios padres. Es como una forma de agradecimiento mal entendido.

2.- Las implicaciones que surgen como consecuencia de no seguir los propios deseos. Es un elemento delicado pues también hay que tener en cuenta el tema de la responsabilidad con unos y con otros.

3.- También está el tema del amor. ¿Estaba Gabriel Aristu enamorado de Adriana Zuber? Me atrevería a decir que sí, no obstante, de alguna manera podríamos decir que era un hombre teñido de debilidad y cobardía cuando se trataba de defender sus propios sentimientos.

4.- Desde el punto de vista de la narración, la introducción del personaje de Julio Márquez, se percibe un tanto decorativa y circunstancial.

 

¡Buena novela esta de Antonio Muñoz Molina!

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 8 de noviembre de 2023.