martes, 10 de enero de 2023

Cae la noche tropical




El nombre de Manuel Puig (Argentina, 1932- México 1990) ha rondado en mi cabeza durante mucho tiempo. Sabía que se trataba de un escritor argentino, que había escrito novelas tales como Boquitas pintadas (1969) y El beso de la mujer araña (1976) las cuales tengo en mi biblioteca. Ignoro por qué no las he leído. También he tenido en mente que la única novela brasileña televisada que he visto (hace años), protagonizada por la fabulosa Sonia Braga (1950) y llamada Dancin’ Days (1978- 1979) tenía algo que ver con Puig pero, al parecer, no es así.

A finales de diciembre de 2022, buscando qué leer, me topé con Cae la noche tropical (1988), escrita por Puig y editada por Seix Barral/Biblioteca Breve. Resulta ser la última novela de Puig, la cual fue llevada al teatro en 2018 en forma muy exitosa.

Para mi sorpresa, la novela tenía mi nombre y un mes y un año lo que indicaba que la había leído. Acostumbro a ponerle mi nombre y fecha de culminación de lectura a una novela sólo cuando ya lo he hecho. Pero no recordaba haber leído ésta y decidí hacerlo.

Cae la noche tropical es una novela ambientada en Río de Janeiro y tiene como principales protagonistas a dos hermanas ya ancianas. Luci (que vivía en Río) y Nidia (que vive en Buenos Aires). Nidia había ido a pasar unos días con su hermana posterior al fallecimiento de su hija Emilsen a los 48 años de edad.

La novela relata el compartir cotidiano de estas hermanas repleto de recuerdos y actualidades.  

Luci tenía una vecina psicóloga llamada Silvia con la que había establecido casi una relación de amistad. Silvia, de mediana edad, soltera, tenía un hijo que vivía en México al cual visitaba durante las vacaciones. Pasaba sus consultas en una habitación de su apartamento. Las conversaciones entre Luci y Silvia casi siempre giraban alrededor de un hombre que Silvia había conocido en una clínica donde estuvo hospitalizada y el hombre (José Ferreira) visitaba a su esposa gravemente enferma, la cual fallece.

Tiempo después, Silvia encuentra al hombre y -para ella- su mirada y su voz  le resultan muy particulares y atractivas. La relación que se establece entre ellos viene a ser un tanto extraña o, más bien, refleja el interés de Silvia por él y no viceversa. José se aleja y Silvia queda en una especie de eterna espera, aunque también ella mantiene otras relaciones íntimas esporádicas.

Luci viene a ser para Silvia como su psicóloga. Con frecuencia, las conversaciones entre Luci y su hermana Nidia tratan sobre Silvia, en una suerte de alegre chismorreo que distrae la vida de las hermanas. Nidia resulta ser muy aguda en sus opiniones sobre lo que Luci le cuenta y, al final, vemos que resultan ser muy acertadas.

Luci tenía a su hijo Ignacio  (Ñato) viviendo y trabajando en Suiza. Está en una empresa en la que lo quieren dejar fijo, lo cual sucede. Cuando ello es seguro, Ñato le pide a su mamá que se vaya a vivir con él. Luci viaja para conocer el ambiente y tomar una decisión pero, en la primera carta que le escribe a Nidia, le deja saber que no le gusta la ciudad y que el frío es muy intenso. Así, comienza un intenso intercambio epistolar entre las hermanas. Nidia le escribe diciendo que hay un portero nuevo en el edificio, un joven que le cae bien y al que contrata para que la acompañe a caminar por las tardes, luego para que la ayude a hacer las compras. Nidia le cuenta a su hermana que le da lástima el joven pues, tiene a su esposa viviendo en el norte de Brasil (en una zona muy pobre) y que también no tiene un sitio adecuado donde dormir. El joven también le habla de una adolescente de 14 años que trabaja como niñera en un edificio vecino pero que en el mismo tampoco hay condiciones para dormir adecuadamente. Nidia habla con la patrona de la joven para plantearle que la muchacha podría dormir en casa de Luci y así le hace compañía a ella, lo que la patrona acepta gustosa.

Nidia también le escribe a Luci para plantearle alquilar o comprarle el apartamento de Río. No obstante, quien empieza a responder las cartas de Nidia es su sobrino Ñato pues resulta que Luci había fallecido tras complicaciones de un fuerte resfriado. Ñato no se atreve a decirle a su tía, ni por carta, ni por teléfono, que su madre ha muerto y, durante un tiempo le escribe a su tía pidiéndole que regrese a Buenos Aires. Los hijos de Nidia también insisten para que regrese.

Pero Nidia estaba resuelta a quedarse en Río. El clima le resultaba excelente ya que sufría de artrosis. Por otra parte, era obvio que se trataba de una mujer independiente y que contaba con cierta solvencia económica. Lo único que hace que Nidia regrese a Buenos Aires fue que la joven adolescente desaparece con el joven portero robándose cosas de la casa de Luci y dinero a Nidia.

Nidia y Silvia establecen contacto por cartas, llevándosela muy bien.

La novela Cae la noche tropical me impacta pues muestra la gran capacidad de Puig para exponer la importancia de la cotidianidad y de la solidaridad particularmente durante la vejez.

Sin duda, hay muchos otros elementos que se pueden ver y analizar en Cae la noche tropical, tales como: el tema de la ayuda a los pobres y la ingratitud, el hecho de que un psicólogo, un psiquiatra, también necesiten hablar de su vida con otra persona, el tema de la ancianidad y la relación con los hijos.  

Por el momento concluyo que se  trata de una novela encantadora que, por instantes, me hizo reír.

 

Cae la noche tropical (representada en el teatro)


Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 10 de enero de 2023.