lunes, 26 de septiembre de 2022

Un amor

 

"Comprende que no se llega al blanco apuntando, sino descuidadamente, mediante oscilaciones y rodeos, casi por casualidad” (185).

Un amor (2020) es una novela de la escritora y periodista española Sara Mesa (Madrid, 1976). Ha sido publicada por Editorial Anagrama y para enero de 2021 ya iba por su sexta edición.

Trata sobre una mujer llamada Natalia (Nat), la cual estaba en la treintena de su vida y era traductora comercial de profesión. Nat renuncia a su empleo y decide irse a vivir a un pueblo llamado La Escapa donde alquila una casa.

La casa se hallaba en muy malas condiciones, cosa que ella no se había imaginado. Cuando hace contacto con el casero, a todas luces un hombre vulgar, maleducado y soez, ella le comenta la situación (muy sutilmente) y él le responde que le había rebajado bastante el alquiler y que él arreglará lo dañado en algún momento (resulta evidente que al casero poco le importa el estado de la casa). El hombre le lleva un perro que ella le había solicitado. Ella le pone el nombre de Sieso. Se trataba de un perro arisco.

Nat hace todo lo posible por poner la casa en condiciones más habitables. También tiene que  trabajar en la traducción de un texto literario, de corte filosófico, para la que la habían contratado, siendo esa traducción su primera experiencia en ese género y le estaba costando un mundo.

A uno de los primeros vecinos que conoce es a Píter, un hombre amable y gentil. Él le advierte el tipo de persona que es el casero y le dice que se deshaga del perro, que no conseguirá nada de él,  que ya tiene muchas mañas producto del trato que el  casero le ha dado pero Nat no toma en cuenta la opinión de Píter.

Desde las primeras páginas de Un amor nos damos cuenta que Nat es una mujer insegura, solitaria pero a su vez necesitada de compañía. Se muestra poco dada a defenderse de los abusos (como lo leemos en varias escenas con el casero y en otras situaciones que vive más adelante). Sin duda, es una mujer inteligente que muestra ciertos rasgos obsesivos sobre todo alrededor de una necesidad de analizar, de desmenuzar el lenguaje de los otros con quienes se comunica y el suyo propio.

Un día, Píter la invita a su casa. Nat piensa que seguro comerán, beberán y terminarán haciendo el amor (cosa que no estaba en sus planes y después percibimos que tampoco en los de Piter). Nat le cuenta que había renunciado a su trabajo previo - como traductora de textos comerciales - ya que había robado algo (no sabía por qué lo había hecho, tampoco necesitaba lo robado, intentó devolverlo pero no tuvo ocasión de hacerlo) que le pertenecía a la esposa de uno de sus jefes. Aunque la confrontan, no la denuncian. Ella decide renunciar para no “deberle” nada a sus jefes conociendo ellos el robo que había cometido.

Nat intenta domesticar a Sieso, quería que se convirtiera en una compañía para ella. Lo lleva al veterinario pero es poco lo que logra acercarlo a ella.

Otros vecinos que conoce es una pareja que tiene 2 niños y van de descanso a la zona. Otra pareja mayor (Roberta y Joaquín). Roberta sufría de demencia. Durante un tiempo, Nat trabaja para ellos haciendo trabajo doméstico.

Ante la primera lluvia de su estancia en La Escapa, Nat visualiza grandes goteras en el techo y otro vecino con quien apenas había entablado relación y a quien apodaban El alemán (pero que no era alemán) y que vendía verduras, le ofrece repararlas pero, a cambio de algo. La forma en que este hombre le plantea su requerimiento a cambio de la reparación de las goteras es de una singularidad especialísima:

Le dice que lleva mucho tiempo solo. Mucho tiempo sin una mujer, precisa. Vivir en La Escapa no facilita las cosas. Tampoco tener un carácter como el suyo, aislado y taciturno –aunque él no utiliza esos adjetivos: él dice, solamente, un carácter como el mío- No es que se encuentre mal. No está triste ni deprimido, no es eso. Se vale por sí mismo en la vida. Siempre ha sido así. Pero es innegable que los hombres tienen ciertas necesidades…-Puedo arreglarte el tejado a cambio de que me dejes entrar en ti un rato –dice. (pág. 66-67).  

Así se lo dijo. Nat reflexiona sobre las palabras que el hombre le ha dicho. Las analiza, en especial, desde el punto de vista del lenguaje y de su significación como tal.  Ella le responde que no pero, al día siguiente va a su casa y le permite que “entre en ella”.

El alemán, que resulta llamarse Andreas, repara el techo de la casa de Nat, quedando perfectamente bien. Al día siguiente,  Nat, como hipnotizada, sale de su casa y se dirige a la de Andreas y, desde ese día comenzaron una intensa relación sexual. Resulta obvio que Nat se enamora, sin embargo, no por ello deja de darse cuenta de la particular forma de ser de Andreas, del hecho de que nunca le pedía que se quedara en su casa, que vivieran juntos, de que no le hablara de su vida, etc.

Pero Nat se enamora, como hemos dicho y todo el pueblo se entera de la relación que tenía con Andreas. Cuando Píter lo sabe, también le advierte que el alemán no le convenía.

La relación entre Nat y Andreas continúa y en las pocas conversaciones que tienen, él la cataloga como una persona quejosa, que siempre está dándole vuelta a las cosas. Más temprano que tarde, Andreas le pide que se vaya de su casa, que la relación está terminada. Nat lo llama, lo espía, cree volverse loca.

Un día que Nat sale, al regresar se encuentra con una gran agitación alrededor de su casa. Resulta que Sieso había mordido a la niña de los vecinos causándole heridas en la cara y en el cuello. La niña había intentado entrar a la casa y el perro la atacó. Los vecinos le exigen que entregue al perro porque lo van a linchar pero Sieso había huido. Horas después, Sieso regresa y ella lo acoge. Llama a Píter para que lo busque y lo deje fuera del pueblo y así evitar que lo mataran pero llega la policía y tiene que entregarlo.

Posterior a lo ocurrido con Sieso, la pareja que atendía prescinde de sus servicios, que tal vez más adelante…

En una ida del casero para cobrar la renta, éste se burla de Nat, la trata de puta, la responsabiliza por lo que había pasado con el perro al intentar domarlo. También hace un amago de que va a violarla.

Nat va un día a la casa de Andreas, se siente desamparada y desesperada. Lo espera durante horas pero él la recibe con frialdad  aunque afirma saber todo lo que le ha ocurrido en los días más recientes, aún así, le reitera que todo ha terminado entre ellos.

Nat resuelve mudarse a otro pueblo e iniciar una nueva vida. En una ocasión, decide subir a un cerro cercano, llamado El Glauco, al que había ido con Andreas y se dice “El alemán, un hombre cualquiera, como cualquier otro. Y ella piensa, se había empeñado en traducirlo, en llevarlo a su terreno. Qué absurda pretensión, se dice. Si no fuera ridículo, sería hasta divertido” (183). Más adelante agrega “Hace exactamente el mismo recorrido que hicieron entonces, pero no para recuperar las mismas sensaciones, sino justo al revés, para borrarlas y escribir otras nuevas sobre ellas” (185).

 Al final, se va olvidando de Andreas y escribe “Las reliquias sentimentales…no merecen la eternidad” (184).

Pienso que la actitud de Andreas para con Nat es la de un hombre simple, que no se enreda en análisis que considera vanos. Que pide respetuosamente lo que necesita y si se lo conceden, bien y si no, también. Mientras que Nat es una mujer más cerebral, más dada a reflexiones sobre lo que ocurre o deja de ocurrir a su alrededor.

En la página final de Un amor, aún estando Nat en El Glauco, se menciona que ella se da cuenta de que se ha sentado sobre una hilera de hormigas y “Observa a las hormigas con atención. Le cuesta trabajo conciliar la amplitud de las vistas desde la cima con ese universo tan estrecho: lo grande y lo pequeño, todo junto, en el mismo plano mental” (185), y entonces Nat recuerda el acto de cleptomanía que había realizado tiempo atrás y parece encontrarle sentido.

Como lectora, pienso en lo importante que es tener una visión a corto y a largo alcance de las cosas pero no me queda claro el por qué del robo de Nat y, en principio lo considero un acto de su personalidad dubitativa y en extremo frágil.

En la franja roja de esta novela se señala que, según algunos medios, se trata del MEJOR LIBRO DEL AÑO 2020. No sé si podría catalogarla así pero sí creo que, con esta novela, Sara Mesa exhibe  muy buen manejo de lo psicológico en sus personajes.

 

Escrito y publicado por Libia Kancev

Caracas, 26 de septiembre de 2022.