martes, 3 de enero de 2017

Tieta de Agreste

“De amor no se muere, se vive”

Desde hace tiempo tengo el hábito de seleccionar una novela para leer en el mes de diciembre. Una novela que me hiciese compañía con el frío y cierta soledad  que experimento en ese mes. En 2016 la novela escogida, mientras limpiaba una de mis bibliotecas, fue Tieta de Agreste (1976-77) del escritor brasileño Jorge Amado (1912-2001).

Tieta de Agreste no me resultaba un texto desconocido. Su título trajo a mi memoria el nombre de Sônia Braga (1950) la excelente y muy sensual actriz brasileña que no sólo protagonizó la novela sino la película del mismo nombre. No obstante, mis recuerdos eran fragmentarios.

Tieta de Agreste trata sobre una mujer, Tieta, que durante su adolescencia había sido expulsada de su pueblo (Agreste) por su padre en vista de que, desde muy joven, mostró signos de una vida libertina. Veintisiete años después, Tieta, quien siempre se mantuvo pendiente de su padre y hermanas, ayudándoles económicamente, regresa a Agreste para visitarlos y comprar una casa donde pasar su vejez cuando llegara.

Su regreso constituyó  todo un acontecimiento para el pueblo. Vino acompañada de una supuesta hijastra (Leonora). También era supuesto el hecho de que se había quedado viuda de un hombre rico llamado Felipe Cantarelli.

La estancia de Tieta en Agreste estuvo preñada de múltiples sucesos: regalos para todos los parientes y amigos, adquisición de dos casas: una en Agreste y otra en la localidad cercana de Mangue Seco-zona playera de exquisita belleza. También por la relación de amante que establece con su sobrino mayor (de 17 años) llamado Ricardo quien era seminarista.

Leonora, la hijastra, se enamora del secretario del Ayuntamiento de Agreste, Ascanio Trindade quien era un joven pobre pero muy emprendedor, romántico y deseoso del progreso de Agreste.

En fin, Tieta era considerada casi una santa al lado de la verdadera Santa Ana de Agreste. El envío de un telegrama a Sao Paulo fue suficiente para que a Agreste se le instalara luz eléctrica.

Gran parte de la narración gira alrededor del hecho de que una compañía, llamada la Brastanio,  productora de dióxido de titanio, rechazada de muchos lugares por su carácter contaminante, quería, mediante actos de corrupción, instalarse en Agreste, específicamente en el cocotal de Mangue Seco. Se genera así, diversas historias sobre  herederos del cocotal, pugnas entre ciertas personalidades de Agreste y Ascanio. Este último fue seducido por la Brastanio para que, una vez electo como Alcalde, expropiara las tierras del cocotal.

Finalmente la Brastanio, por el rechazo del pueblo de Agreste, no se instala allí. Leonora, arrebatada de amor por Ascanio le confiesa que ella no es hijastra de Tieta, sino prostituta; que Tieta no era ninguna viuda de Felipe Cantarelli sino dueña de una famosa casa de prostitutas en Sao Paulo. Ascanio se vuelve como loco y rechaza a Leonora y grita, a todo pulmón, la verdad.

De un momento a otro, Tieta deja de ser considerada una santa. Decide regresar con  Leonora, abruptamente,  a Sao Paulo.

Tieta de Agreste  es una historia bastante atemporal, es decir, que podría ambientarse en cualquier tiempo. Los temas del interés por el dinero, del poder, de la corrupción, de la sexualidad como tema primario del ser humano, son centrales. Mientras leía a Tieta  recordé a Doña Bárbara, también a Cien años de soledad.

Hay un elemento particularmente llamativo en Tieta de… Se trata de la participación del autor dentro del texto. Recordemos que hoy en día se ha puesto en duda la existencia del autor, incluso se habla de la “muerte” del autor.

Amado se involucra, bajo un supuesto manto de objetividad, haciendo referencia a los señalamientos del crítico de la novela y fijando posiciones sobre diversos tópicos mostrando su carácter socialista. Es notorio en este texto que somos conducidos por el autor.

Texto citado

Amado, Jorge. 1991. Tieta de Agreste. Barcelona. España. Editorial Plaza & Janes Editores, S. A.


Escrito y publicado por Libia Kancev.


Caracas, 3 de enero de 2017.