martes, 30 de enero de 2024

Aparición del eterno femenino contada por S.M. el Rey



“Así que nadie habla por hablar. Pero hasta entonces siempre había creído que las cosas no las ves si no las hablas. Y que los sentimientos que se sienten en silencio no se sienten de verdad. Ahora veo que estaba equivocado y que se puede ver y sentir todas las cosas  aunque seas sordomudo y ciego encima” (13).

“Los militares son todos iguales. Actúan y no piensan” (23).

“¡Chino, la vida no puede no seguir. Es ley de vida!” (26).

“No hay nada peor que dejar un argumento a medias” (129).

 

Aparición del eterno femenino contada por S.M. el Rey (1993) es una novela del  escritor y político español Álvaro Pombo (1939) publicada por editorial Anagrama.

La novela se desarrolla después de la guerra civil española.

En realidad, resulta ser una relectura, ya que la leí en diciembre de 2006 aunque no recordaba de qué trataba. La otra novela que he leído de Pombo fue La fortuna de Matilda Turpín (2006).

En esta novela, Jorge, a quien le decían Ceporro, es el narrador. Es un adolescente que vive con su abuela y con Belinda, la joven  que sirve en la casa. También vive allí, José Luis, alias el Chino. Jorge y El Chino son primos.

El Chino había sido enviado por sus padres, que eran diplomáticos en Suecia, a pasar una temporada con su abuela. Jorge y El Chino son muy unidos y se relacionan bajo una especie de vivencia bélica y, en ese sentido son camaradas, donde Jorge siempre será el Rey. Los jóvenes van al mismo colegio y practican boxeo siendo entrenados por Don Rodolfo –amigo de la familia- del cual Belinda está enamorada.

La abuela de Jorge y El Chino es una mujer de temple y tiene una amiga llamada doña Blanca que la visita a diario produciéndose largas conversas entre ellas.

La abuela también es madre de Lola, casada con Gabriel. Esta pareja adopta a una niña huérfana, alemana, llamada Elke que se va relacionando con los jóvenes mostrando audacia e inteligencia.

Inicialmente El Chino parece estar enamorado de Elke pero a ella quien le gusta es Jorge.

Esta novela describe la cotidianidad de los personajes, en particular de los tres adolescentes y narra escenas muy sencillas y bastante divertidas. Buena parte de la diversión viene dada por un manejo del léxico muy particular. La forma de expresarse de Elke se hace muy cómica. Recordemos que era alemana y, por supuesto estaba aprendiendo a hablar español.

Don Rodolfo termina casándose con Belinda posterior a una exigencia de la abuela y ambos se vienen a vivir en casa de ésta.

El título tiene que ver con eso que se ha llamado el eterno femenino, definido, según Google, como un arquetipo (o patrón) psicológico y un principio filosófico que idealiza un concepto inmutable de mujer. Se considera al eterno femenino como uno de los componentes del esencialismo de género (atribución de una cualidad fija a las mujeres), la creencia de que hombres y mujeres tienen diferentes esencias internas que no pueden ser alteradas por el tiempo ni el entorno. Por supuesto, el concepto del eterno femenino ha estado sometido a múltiples controversias hoy en día.

Aparición del eterno femenino contada por  S.M. el Rey exhibe las diferencias entre hombres y mujeres y ese eterno femenino que demuestran la abuela y Elke interesándose por lo más nimio de las conversaciones. Belinda alimentando a Don Rodolfo haciéndolo engordar en forma notable después del matrimonio. Por otra parte, Don Rodolfo es mostrado como el que se encarga de arreglar las cosas en casa, etc.

En un momento de la novela, El Chino viaja a Suecia requerido por sus padres al enterarse de que había salido aplazado en cuatro materias al igual que Jorge.

La abuela contrata a un profesor para que le dé clases a Jorge y, ayudado también por Elke (que resultó ser muy buena estudiante) pasa todas sus materias con excelentes calificaciones. El Chino también regresa para presentar los exámenes de reparación pero resulta reprobado a pesar de que sus padres también habían contratado a una profesora llamada Covadonga de la cual El Chino se enamora (y, al parecer también es correspondido). Así, sus padres deciden llevárselo a Suecia definitivamente.

Si tuviera que escoger unas palabras para definir a esta novela tan divertida, escogería: adolescencia, verano, calidez, cotidianidad, solidaridad, amor, vencejos, madurez.

Agradable novela de Álvaro Pombo.

 

Álvaro Pombo

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 30 de enero de 2024, 

miércoles, 10 de enero de 2024

En la orilla

 



“El terreno de la memoria es un sitio lóbrego, un depósito de recovecos oscuros, con tablones podridos y escaleras herrumbradas, donde a veces pierdes el tiempo revolviendo pertenencias abandonadas” (81).


Hace un par de meses que leí En la orilla (2001) y que acabo de terminar de releer, del Premio Nobel de Literatura 2021, el escritor tanzano Abdulrazak Gurnah (Zanzíbar, 1948), quien, desde su juventud, reside en Reino Unido donde ejerció, hasta hace algunos años, como profesor de literatura a nivel universitario.

En la orilla es la tercera novela que leo de Gurnah. La primera fue Paraíso (1994) que me obsequió mi hija mayor, María Victoria, quien me la trajo de un viaje que hizo a Bogotá y El Desertor (2005).

Evidentemente, las novelas de este autor me han resultado muy interesantes. El tema preponderante que plantea es el tema del colonialismo por parte del Imperio Británico en su país pero hay muchos otros que tienen que ver con el aspecto religioso, cultural y familiar.

Debo aclarar que no soy fanática de los Premios Nobeles de Literatura pero, si está a mi alcance, siempre me gusta leer alguna de las obras de los galardonados y saber de qué va su escritura.

La relectura de En la orilla tuvo que ver con que sentí que había detalles de las diversas historias que se entremezclan y que quería conocer mejor.

Las tres novelas mencionadas están ambientadas en Zanzíbar, isla que posteriormente se unifica con Tanganica (en Asia oriental) para formar Tanzania, sin embargo, En la orilla, parte está ambientada en Zanzíbar y parte en Reino Unido. Tanzania fue colonizada por varios países de Europa, siendo el último el Imperio Británico.

En la orilla inicia con un relato que parte desde el presente para luego ir al pasado y regresar al presente. Un hombre africano, de 65 años, de profesión comerciante en especial en el área de la mueblería (en su juventud había podido estudiar en una universidad de habla inglesa llamada Makerre College) que viaja a Reino Unido con la intención de pedir asilo por considerar que las condiciones en su país ponen su vida en peligro. Llega al aeropuerto de Gatwich el 23 de noviembre probablemente del año 2000.

El hombre, quien dice llamarse Rajab Shaaban Mahmud niega saber hablar inglés (una recomendación que le hace la persona que le arregla los papeles para el viaje y que le vende el boleto de avión). En el aeropuerto, uno de los encargados de migración le roba una cajita donde traía ud-al-qamari que es una especie de incienso hecho con madera de áloe infectado de hongo y que expelía un olor delicioso.

El hombre insiste en que requiere asilo y es llevado a un centro de detención de refugiados y su caso es tomado por una mujer llamada Rachel Howard quien es la consejera legal de una organización de refugiados.  De alguna manera Rachel le toma cariño aunque no entiende por qué este hombre, a su edad, decide pedir asilo. Ella lo saca del centro de detención y lo lleva a una casa donde sólo tendría alojamiento y desayuno y estaría con pocas personas. El hombre no se siente a gusto en esa casa. A los días, cuando Rachel regresa para saber de él, el hombre le deja saber que habla inglés y ella, después de la sorpresa inicial le dice que hasta había hecho contacto con un profesor de la Universidad de Londres que conocía la región de donde él provenía llamado Latif Mahmud para que le sirviera de intérprete. El anciano afirma que lo conoce. Rachel le dice que ya no será necesario que lo vuelvan a contactar puesto que hablaba inglés.

El ud-al-qamari que traía el hombre había sido una especie de regalo hecho por un mercader persa llamado Hussein con quien había hecho negocios y hasta le había prestado un dinero por el cual Hussein le dio, como garantía, el título de propiedad de una casa que pertenecía a un hombre llamado Rajab Shaaban Mahmud (que tenía esposa –Asha y dos hijos, Hassan e Ismail) que también había hecho un negocio con Hussein. Al final, Hussein, quien viajaba por mar para adquirir mercancía, seduce al joven Hassan y se van juntos. Ni el anciano y el verdadero Rajab Shaaban Mahmud vuelven a saber de Hussein.

El anciano, cuyo verdadero nombre era Saleh Ornar y, como ya hemos señalado, había recibido de Hussein el título de propiedad de la casa de Rajab Shaaban Mahmud, se ve en apuros económicos y le plantea un negocio a Rajab Shaaban Mahmud de manera que éste no perdiera su casa y de que Ornar pudiera reactivarse económicamente pero Rajab Shaaban Mahmud se niega y Ornar tuvo que hacer posesión de la casa y Rajab Shaaban Mahmud  tuvo que irse a vivir alquilado con su esposa e hijos (menos con Hassan que se había fugado con Hussein).

Para el momento que se hace efectivo el embargo de la casa de Rajab Shaaban Mahmud, Ornar (32 años) estaba en vísperas de casarse, cosa que lleva a cabo. A su esposa, llamada Salha (19 años), le cuesta mucho quedar embarazada pero al final lo logra y tienen una hija a quien llaman Ruqiya.     

Esta circunstancia (lo de la casa), hizo que Rajab Shaaban Mahmud  le tomara odio a Ornar. Por otra parte, Shaaban Mahmud que trabajaba en el Departamento de Obras Públicas y tenía una vida disoluta y al cual su esposa engañaba con amantes y aparte de la pérdida de su hijo Hassan, hace que se torne muy religioso.

En el ínterin de todas estas historias y al cumplir Ismail 18 años, logra una beca para estudiar odontología en la RDA (ello fue producto de la influencia de un Ministro con quien su madre tenía una relación de amante). Después de algunas peripecias, Ismail llega a Reino Unido como refugiado. Llega a estudiar y se convierte en profesor de letras de la Universidad de Londres.

La historia hace como un aparte para narrar sobre Jaafar Musa, un comerciante de mucho prestigio. Era viudo de Mariam Kufah con quien tuvo 3 hijos: 2 mujeres (Bi Sara y Bi Mariam y un varón llamado Shaaban, quien dilapida el dinero del padre. Este Shaaban  resulta ser el padre de Rajab Shaaban Mahmud y abuelo de Ismail (Latif) Mahmud. 

Pero seguimos…El anciano es llevado a vivir a un pequeño apartamento y Rachel le cuenta los planes para con él. Le insiste que tenga un teléfono pero él se niega con vehemencia.

Por otro lado, Latif Mahmud (de niño Ismail y que había cambiado su nombre) cuando fue contactado para que sirviera de intérprete y le mencionan el nombre del anciano, se queda sorprendido, pues se trata del nombre de su propio padre que había muerto muchísimos años atrás al igual que su madre. Así, Latif se comunica con Rachel y le dice que quiere entrevistarse con el hombre que dice llamarse Rajab Shaaban Mahmud y acuerdan que Latif iría a visitarlo. Lo cierto es que los hombres se conocían. Rajab resulta ser el comerciante Saleh Ornar por el que pierden su casa Latif y su familia.

En el primer encuentro Latif se muestra duro y le reprocha muchas cosas al hombre. Le pregunta que por qué tomó el nombre de su padre.  El anciano le responde que dentro de las cosas que había encontrado en la casa embargada estaba la partida de nacimiento de su padre y que él la había guardado y que años después le sirvió para que le hicieran un pasaporte falso y salir del país. El anciano le cuenta de cuando se había casado y de la muerte de su esposa y su hija estando él preso (once años en total) producto de una venganza que tanto su padre como su madre emprendieron contra él.

Las conversaciones que mantienen Ornar y Latif son bastante duras pero Latif sabe, recuerda que algunas cosas que le cuenta Ornar son verdaderas. Por cierto, de alguna manera Ornar y Latif resultan tener un nivel de parentesco ya que la madrastra de Ornar, llamada Bi Maryam, era hermana del padre de Rajab Shaaban Mahmud (padre de Latif). El hombre le dice que antes de que saliera del país, Hassan (el hermano de Latif) había regresado a Zanzíbar para reclamar la herencia que le correspondía por parte de sus padres.

A medida que los hombres conversan, se van distendiendo muchas cosas entre ellos y uno presume que, al final, la relación entre Saleh Ornar y Latif Mahmud mejora y se produce como una especie de reencuentro entre estos dos hombres.

En la orilla, ¡interesante novela!. 


Abdulrazak Gurnah.


Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 10 de enero de 2024.

jueves, 4 de enero de 2024

La nieta del señor Linh

                                                                                                          

 A Cherry Nuñez

 




Esta novela corta, La nieta del señor Linh (2005), me llegó a través del chat de literatura Lectura y Reflexión del que afortunadamente formo parte desde el año pasado. La persona que lo envió acotaba que era una recomendación de la periodista y escritora venezolana Milagros Socorro.

Creo que también decidí leerla porque su autor, el escritor, director y guionista francés Philippe Claudel (1962) me resultaba desconocido y quise apostar por conocer algo de su escritura.

La nieta del señor Linh narra la historia de un anciano que proviene de un país asiático, tal vez, Vietnam, que se ve forzado a migrar (huir tal vez sea la palabra más apropiada) junto con su nieta recién nacida posterior a que su aldea es arrasada por una guerra y su único hijo y su nuera mueren, quedando milagrosamente viva su nieta. La niña se llamaba Sang Diu que en su país significa Mañana dulce.

El barco donde viaja el anciano junto con otras personas de su país parece llegar a un puerto de Francia. El anciano (junto con su nieta) es llevado a un centro de refugiados donde comparte con una familia paisana que lo tratan con desdén, incluso burlándose del cuido fervoroso que le dispensa a su nieta.

El señor Linh se siente perdido en ese lugar y también en la ciudad a la que ha llegado con el agravante de que desconoce el idioma del país y lo único que le da esperanzas para seguir adelante es su nieta: una niña que come, que no llora nunca, que duerme todo el tiempo.

En una ocasión decide salir del refugio, con mucho cuidado, temeroso de perderse. Sale con la niña. La ciudad, la gente, los comercios, los carros, le pintan un mundo que jamás imaginó que pudiera existir. Extraña su aldea y los recuerdos surgen uno tras otro. Llega a un banco de madera, ubicado frente a una especie de parque infantil y se sienta. De pronto, un hombre alto, fuerte, se acerca al banco y se sienta. Ninguno conoce el idioma del otro, pero el hombre se muestra gentil y habla de su vida, melancólica ya que hacía un par de meses se había quedado viudo. El hombre, llamado Bark fuma en forma empedernida. Al poco se despiden, pero el anciano siente que el señor Bark es un hombre al que quiere seguir viendo, la primera persona que lo “mira”, que le presta atención a él y a su nieta desde que llegó de su país.

En el transcurso de los días, el señor Linh y el señor Bark siguen encontrándose. Bark le obsequia un vestido para Sang Diu y el señor Linh le regala cigarrillos que, aunque él no fuma, los pide en el centro de refugiados y se los obsequia a Bark. Ha nacido una amistad entre los dos hombres.

El señor Bark invita al señor Linh a un restaurante, van juntos a ver el mar, etc.

Al poco tiempo, el señor Linh es trasladado con su nieta para otro lugar donde le dicen que estará mejor. Él no quiere, en especial, pues dejará de ver al señor Bark y ni siquiera sabe cómo avisarle. El señor Bark se ha convertido en alguien vital en su vida, en un asidero emocional en ese país desconocido para él.

El señor Linh es llevado a lo que parece ser un hospital o asilo psiquiátrico y no entiende el por qué. Allí hay otros ancianos como él, aunque lucen como sedados todo el tiempo. El señor Linh decide fugarse y después de un primer intento fallido le inyectan un sedante que lo hace dormir por horas. Realiza un segundo intento. Lo logra y escapa con su nieta. Necesita encontrar al señor Bark a quien presume sentado en el banco donde se conocieron. Así comienza una larga travesía donde se siente, abrumado, agotado, perdido.

Por otra parte, nos enteramos que el señor Bark había hecho múltiples diligencias por encontrarlo, pero todo había sido infructuoso. El afecto entre estos dos hombres era mutuo.

Después de mucho caminar, ya casi sin fuerzas, el señor Linh ve el parque de diversiones frente al cual se encontraba el banco de madera y su alegría es indescriptible y empieza a llamar al señor Bark por la única frase que había aprendido “buenos días, buenos días”. El señor Bark reconoce su voz y ve al anciano de lejos y también se emociona, se levanta del banco. Llama al anciano por el que creía que era su nombre “Tao Lai, Tao Lai” y le grita diciéndole que se espere pues pasaban muchos carros por el lugar, pero el señor Linh no lo escucha y es atropellado por un carro. Bark se acerca acongojado pues piensa que el anciano ha muerto. Bark ve a Sang Diu a unos metros de distancia. Sang Diu resulta ser una muñeca. El señor Linh parece medio reponerse y Bark le dice que aguante, que ya viene la ambulancia.

El final de La nieta del señor Linh es abierto. No sabemos si sobrevive o no. De ser lo primero, imaginamos que se queda viviendo con Bark. Dos almas, de distintos países, que se comunican por gestos, que se escuchan sin entenderse lo cual no constituye ningún obstáculo para que surja un amor fraterno.

El hecho de que Sang Diu sea una muñeca no constituye una sorpresa ya que la descripción que se hace de ella, es la de casi un objeto: una niña que nunca llora, que duerme todo el tiempo, que no “expresa” ninguna necesidad ante las variaciones del clima, etc. pero es real para el señor Linh y esa muñeca le da esperanzas.

El tema del desarraigo es obvio en esta novela, más para un anciano que llevaba un estilo de vida absolutamente distinto, no obstante, el mensaje final parece ser lo que el amor es capaz de hacer en los seres humanos.

El estilo narrativo de La nieta del señor Linh es sencillo, raso, pero, no por ello deja de transmitir sentimientos muy profundos.

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 4 de enero de 2024.