A Zulema Cendón, por su amistad, por su gentileza...
“Para recibir hay que ofrecer” (14)
“Aunque podamos
ocultar los recuerdos no podemos borrar la historia” (91)
“El corazón humano
es un pájaro nocturno. Espera algo en silencio y cuando llega el momento, alza
el vuelo y se dirige en línea recta hacia ello” (119)
“Los corazones
humanos no se unen solo mediante la armonía. Se unen, más bien, herida con
herida. Dolor con dolor. Fragilidad con fragilidad. No existe silencio sin un
grito desgarrador, no existe perdón sin que se derrame sangre, no existe
aceptación sin pasar por un intenso sentimiento de pérdida. Esos son los
cimientos de la verdadera armonía” (137)
Dos textos cortos del
escritor japonés, Haruki Murakami (1949)
me llegan a mi teléfono. Me los envía una amiga que vive actualmente en Miami.
Me causa alegría pues soy lectora de Murakami desde hace varios años y estos
textos no los conocía.
A pesar de que no me
atrae mucho la lectura en digital, el interés de leer a Murakami fue mayor, así
que los leí.
El primer texto, una
novela titulada Los años de peregrinación
del chico sin color (2013) trata sobre la experiencia vivida por un joven
que, en sus años de niñez y de adolescencia,
tenía cuatro amigos (2 varones y 2 hembras) y formaban una auténtica
pandilla en el buen sentido del término. Aka, Ao, Shiro y Kuro. Todos habían
nacido en Nagoya, la cuarta ciudad más grande de Japón.
Tsukuru Tazaki es el
protagonista principal de la historia. Cuando los cinco amigos terminan lo que
sería el bachillerato y llega el momento de escoger su vida universitaria, Aka,
Ao, Shiro y Kuru deciden estudiar en Nagoya, mientras que Tsukuru es aceptado
en una universidad en Tokio donde estudia para ser diseñador de trenes, lo
cual, desde niño, constituía su gran pasión, no obstante, cada vez que tenía
tiempo libre viajaba a Nagoya para compartir con sus amigos. Sin embargo, en
uno de sus regresos, se encuentra con que ninguno de sus amigos le atiende el
teléfono hasta que uno de ellos le dice que no quieren saber nada de él sin
darle ninguna explicación. Tal situación lleva a Tsukuru a un estado depresivo
que lo pone al borde del suicidio hasta que, poco a poco, se fue recuperando.
Tsukuru se gradúa y empieza a trabajar en una empresa donde le iba bien, aún
así tenía problemas para relacionarse con la gente, en especial mujeres y para
establecer lazos de amistad.
Tsukuru, que a la sazón
ya tenía 36 años, conoce a una mujer llamada Sara Kimoto que tenía 38 años y
trabajaba como agente de viajes. Ambos
se sienten atraídos pero ella se percata que él tiene problemas para establecer
relaciones consistentes. Tsukuru le relata la experiencia vivida con sus amigos
hacía ya dieciséis años. Sara le aconseja que busque a sus amigos para que, por
fin se entere del por qué lo habían apartado de sus vidas y que, seguramente,
eso podría ayudarlo en su vida actual. Esto último me hace pensar un poco en la
experiencia psicoanalítica, ese volver a los traumas del pasado para darle una
re-significación en el presente y permita dejarlos atrás.
Así, Tsukuru inicia un
periplo para buscar y hablar con Aka y Ao a quienes consigue en Nagoya. Por
ellos se entera que la razón por la que se separaron de él fue porque Shiro les
había contado que Tsukuru la había violado. Aka y Ao reconocen que más temprano
que tarde no creyeron en la historia de Shiro pero que decidieron apoyarla como
grupo. También le dicen que Shiro había sido asesinada hacía unos seis años,
quedando su asesinato sin resolver.
Tsukuru también viaja a
Helsinky en busca de Kuro (la cual estaba casada con un finlandés y tenía dos
hijas). Kuro se sorprendió mucho de verlo pero conversa con él. Kuro le cuenta
más, le dice que Shiro había quedado embarazada de la supuesta violación de la
que decía haber sido víctima y que ella quería continuar con el embarazo pero
que había tenido un aborto espontáneo. Tsukuru se entera de otras cosas más:
Kuro le dice que ella tuvo que apoyar a Shiro y que apartarlo del grupo fue más
duro para ella pues siempre había estado enamorada de él, que Shiro entró en
una especie de anorexia nerviosa y que al final sucedió lo de su asesinato.
Al regresar a Tokio,
Tsukuru se comunica con Sara. Quiere conversar de todo lo que se había
enterado. También decirle que la ama y pedirle matrimonio. La novela concluye
antes de que se dé el encuentro entre Tsukuru y Sara. Se trata de un final
abierto donde no sabemos si Sara aceptará la propuesta de Tsukuru. Vale
destacar que, antes de viajar a Finlandia, Tsukuru vio a Sara con un hombre
mayor con el que se veía feliz. Tsukuru no sabe quién es ese hombre.
Los
años de peregrinación del chico sin color narra otras
historias entremezcladas que le dan mayor fuerza como, por ejemplo, la
aparición de un joven llamado Haida Fumiaki que era estudiante de física. Llegó
a compartir una relación de amistad con Tsuruku durante ocho meses, aún así,
Haida desapareció de la vida de Tsuruku sin previo aviso.
Pienso que esta novela
de Murakami no es precisamente su novela más lograda sino como una narración a
la que empezó a darle buena forma pero sin haberla concluido. No obstante, se
trata de una novela que vale la pena leer.
Hombres
sin mujeres (2014)
Este es el título del
otro libro de Murakami que me fue enviado. No es una novela sino un conjunto de
siete historias que, como su nombre lo dice, giran alrededor de este tema,
hombres sin mujeres o que las han tenido y ya no. Los títulos incluyen:
Drive
My Car: trata sobre un actor de teatro, cuya esposa,
también actriz, había fallecido de cáncer de útero. Él sabía que, ella le había
sido varias veces infiel, situación que nunca entendió pues consideraba que
habían tenido un matrimonio feliz. El actor, llamado Kafuku, tuvo que contratar
a una persona que le sirviera de chófer que resultó ser una joven de 24 años
llamada Misaki. Mientras Misaki compartió con Kafuku éste le cuenta sobre las
infidelidades de su esposa y que, incluso, llega a conocer y trabar amistad con
uno de los amantes de ella del que luego se aleja abruptamente. Ante el no entender
de Kafuku del por qué su mujer le había sido infiel, Misaki le dice que
probablemente fue porque esos hombres no tenían nada que compartir con ella,
aparte del sexo, algo así como que la infidelidad había sido corporal pero no
ni espiritual ni emocional.
Yesterday:
una
historia extraña. Un joven, llamado Kitaru tenía una novia, prácticamente desde
la infancia. Trabajaba como camarero y no tenía ningún interés en estudiar.
Nunca había tenido relaciones sexuales con su novia pues sentía que era
inapropiado. Kitaru le pide a un amigo (Tanimuri) que salga con su novia y
luego le pide que le cuente cómo había sido su experiencia: de qué habían
hablado, si se habían besado (lo que no había sucedido), etc. Al final, Kitaru
desaparece de las vidas de ambos.
Un
órgano independiente: un escritor, de nombre Tanimura,
conoce al Dr. Tokai, de 52 años, cirujano plástico, dueño de una clínica y
soltero empedernido. El Dr. Tokai era mujeriego. Tenía relaciones (muy
discretas) con mujeres tanto solteras como casadas y disfrutaba mucho, no sólo
o no tanto del sexo si no, especialmente, del nivel intelectual que podía
compartir con dichas mujeres. Tanimura y el Dr. Tokai iban al mismo gimnasio y
a veces se reunían en un bar para conversar y tomar unos tragos.
Un día, el Dr. Tokai le
cuenta a Tanimura que había conocido a una mujer dieciséis años menor que él,
que era casada y tenía una hija y con la que ya estaba manteniendo una
relación. Resulta que, el Dr. Tokai se había enamorado de la joven y le dice a
Tanimura lo que sentía por ella con las siguientes palabras que bien podríamos
considerar una definición del amor “Cuando su corazón se mueve, tira del mío.
Como dos barcas atadas por una cuerda. Que no se puede cortar, pues no existe
ningún cuchillo capaz de cortarla” (75).
Poco tiempo después de
su última conversación, transcurre un período en el que Tanimura no sabe nada
del Dr. Tokai. Extrañado, lo llama a su casa sin obtener respuesta hasta que un
día, Tanimura recibe una llamada del secretario personal del Dr. Tokai quien le
cuenta que el Dr. Tokai había fallecido y que tenía algo que entregarle. Se
reúnen y el secretario le cuenta que, literalmente, el Dr. Tokai había muerto
de inanición posterior a enterarse que la mujer de la que se había enamorado lo
estaba engañando con otro hombre y que, incluso, había abandonado a su esposo y
a su hija. El secretario le entrega a Tanimura una raqueta de tenis que el Dr.
Tokai le dejó y le dice que el Dr. Tokai le pidió, antes de morir, que le
dijera a Tanimura que no lo olvidara.
El relato contiene una reflexión
(planteada por el Dr. Tokai) sobre que las mujeres tienen un “órgano
independiente” que les permite mentir como si nada.
La escritura de este
relato es una especie de homenaje de Tanimura al Dr. Tokai.
Sherezade:
relata la historia de Tsujii Habara, de 35 años que, por razones que no se
explican en el texto, vivía alejado del mundo exterior. Su único contacto era
con una mujer (a quien llamaba Sherezade, de 35 años, enfermera, casada, con
dos niños). Sherezade le traía comida y novelas. También hacían el amor. Lo más
gratificante para Habara era que Sherezade le narraba excelentes historias,
cuya veracidad o no resultaba irrelevante. Usualmente, después de tener
relaciones, ella le contaba alguna historia que dejaba en el clímax narrativo y
que concluía en encuentros subsiguientes. Habara llevaba un diario y anotaba
algunos datos del relato escuchado. Habara temía que, en cualquier momento
Sherezade no regresase mas: “Y cuando Sherezade se marchase, Habara ya no
volvería a escuchar sus historias. El curso de sus relatos quedaría cercenado y
muchas de las enigmáticas historias todavía no contadas, ignotas para él
desaparecerían, sin llegar a ser narradas” (94).
Aparte de lo anterior,
para Habara “…lo peor (sería)…no
compartir esos momentos de intimidad con ellas (con las mujeres). Perder esos momentos especiales que invalidaban
la realidad, aún estando integrados en ella: eso le ofrecían las mujeres” (95).
Kino:
se trata de un hombre que se divorcia pues su mujer le había sido infiel (la
halló en el acto, en su propia cama y con un compañero de trabajo de él). Su
reacción ante esta experiencia es como profundamente racional (tanto que parece
rayar en la insensibilidad). Kino deja su trabajo y decide montar un bar que
resulta ser muy acogedor. Meses después de haber abierto el bar, Kino nota que
empiezan a aparecer serpientes alrededor del bar. Un cliente que se había hecho
asiduo del bar, de nombre Kamita, le dice que cierre el bar (sin mayores
explicaciones) y que se vaya lejos por un tiempo. Kino lo hace. Esta historia
es un tanto filosófica, sobre la concepción del dolor, del sufrimiento. Es como
si Kino no hubiera sufrido un auténtico duelo ante el engaño de su esposa y
tuviera que hacerlo.
Samsa
enamorado: un hombre se despierta sintiéndose convertido en
Gregorio Samsa (el gran personaje de La
metamorfosis de Frank Kafka que amanece convertido en insecto). Está solo
en una casa y sale de una habitación en la que parecía estar encerrado. Una
joven jorobada que trabaja como cerrajera llega a su casa y él se siente
atraído por ella. Él le pide a la joven que vuelvan a verse. La narración se
desarrolla en Praga, al parecer había una invasión o se preparan para una guerra.
Hombres
sin mujeres: trata de un hombre que llama a otro
para decirle que su esposa se ha suicidado. Ese “otro” había mantenido, años
atrás, una relación con la mujer fallecida. Es un texto un tanto complicado
para su comprensión.
Escrito y publicado por Libia Kancev
Caracas, 4 de octubre de 2021