jueves, 14 de marzo de 2013

Guillermo Sucre y Rafael Cadenas: POESÍA

Guillermo Sucre F. 
Rafael Cadenas 
Guerreros de Tung Huang 2  (1995). Alirio Palacios

“Lo indudable para el escritor es que la verdadera realidad con que se encuentra es la realidad del lenguaje”
                                                                                                                                         G. Sucre

Toda la poesía de Guillermo Sucre debería leerse buscando acompasarse a su navegación entre la tensión y el acorde de la palabra con el mundo.
                                                                                                                                                               María F. Palacios

"Comienzan a llamarlo poeta, aunque está lejos de eso, pues es sólo un hombre desabrigado"

                                                                                    R. Cadenas


Guillermo Sucre Figarella (Tumeremo, 1933): poeta, traductor y crítico literario. Fue profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en la Universidad Simón Bolívar (USB). También fue director literario de Monte Ávila Editores.

En 1957, fundó la revista literaria Sardio del grupo del mismo nombre. Con respecto al grupo, Ludovico Silva dijo: "Es dable constatar un núcleo auténticamente renovador, portador efectivo de una conciencia estética distinta" (ctd en García, “Guillermo Sucre: la mirada en…”).

Sucre  también perteneció al grupo Cantaclaro (1950) “En el primer y único número de la Revista Cantaclaro se esbozó el ánimo del grupo en tres puntos básicos de su manifiesto: “1) Cantaclaro es un grupo de revolucionarios progresistas e integrales; 2) Cantaclaro cree en un Arte [sic] del hombre y para el hombre; 3) Cantaclaro cree en la personalidad cultural de América” (ctd en Betancour, Letralia 260) 

Por cierto, los poetas de este grupo fueron “Miguel García Mackle, Rafael José Muñoz y Jesús Sanoja Hernández” (Betancour).

Dentro de sus influencias destaca Octavio Paz.

Obra poética y crítica de Guillermo Sucre:

Borges, el poeta (1967 )
La máscara, la transparencia (1975)
Mientras suceden los días (con poemas de entre 1955 y 1957) 1961
La mirada (1970)
En el verano cada palabra respira en el verano (1976)
Serpiente breve (1977)
La vastedad (1988)

Tomaré algunos poemas de Guillermo Sucre. Siento no poder mencionar a cuáles poemarios de Sucre pertenecen pues los mismos los he encontrado vía internet y no está especificado su procedencia. Creo que su poesía amerita un análisis exhaustivo y que en la misma se distingue diversos temas como: la muerte, la nostalgia, el silencio, el mar, los viajes pero fundamentalmente, el lenguaje, el realce de su importancia. En negritas van mis comentarios al respecto.

and to die is different from what anyone supposed (y el morir es diferente de lo que cualquiera supone)
W.W

Sólo la muerte tiene sentido (el único sentido en la vida, es la muerte)
todo recobra su justa rotación como el pensamiento
cuando morimos
el cuerpo merece entonces ese esplendor y también
esa lenta respiración del mundo
en el verano
por primera vez vemos la vastedad
por primera vez el alba nos despierta con la arenisca
de la infancia
el vacío hace ahora el espacio de la casa y le devuelve
la profundidad de lo frágil
cuando morimos es cuando el  cuerpo merece esplendor y una auténtica respiración , es decir, el comienzo de una verdadera vida , recordando la infancia y, entonces, podemos ver, percibir lo que no antes. La casa tendrá ahora el espacio que no tenía cuando estábamos vivos y le devuelve su fragilidad. ¿Concepción religiosa?

un muchacho recorre con sus manos las pulidas espirales
de la mecedora al mediodía
se mece en el sopor que nos hace más lúcidos
los helechos la humedad humeante del patio
y allá lejos el cotoperís espaciosamente mudo
la parra tramando la soleada caligrafía
de la soledad

un muchacho, dos árboles crean el ambiente y el calor necesario que amerita la escritura.
qué no nos pertenece ya que pueda desposeernos de lo
que nos posee ya no hay nada que podamos perder
somos la fijeza el último brillo donde empieza
la larga intemperie
ese lenguaje que todos hablamos
sin reconocerlo

aduce la falta de palabras o la falta de reconocimiento del lenguaje. Un lenguaje vacío que no es más que “una larga intemperie”, un gran vacío que no posee ninguna protección contra lo exterior y lo interior.
morir no es un vértigo un abismo una incandescencia
sino el reconciliado orgullo
caen las máscaras y ya no hay rostro o el rostro
es la máscara que no cae
el mil veces expuesto signo que nadie
descifra
ni este mundo ni el otro ni éste ni el otro
espejo
ni memoria ni olvido
el morir como orgullo en tanto se caen las máscaras, la falsedad que, por otra parte, nadie había descifrado en vida.

morir es la sola solitaria fresca posesión de la piel
que fuimos desollando
la memoria que el olvido recuerda
en vida fuimos perdiendo la piel, una memoria que nunca perderemos pues “el olvido recuerda”

Poema de dos estrofas, constituidas por un verso y 35 versos respectivamente. No hay mayúsculas, prácticamente; no hay signos de puntuación: lectura corrida que dificultad, aun más la comprensión del poema. Tema: la grandeza, diría yo, de la muerte.
a Efraín, a Gonzalo

El poema anterior fue publicado-rescatado por la Revista El Salmón, revista de poesía, en su segundo número.

ASI FUERON REPARTIDOS

Lo pulieron todo
se estremecían de sólo oler la desgracia
¿Pulir para limpiar y borrar? o para resaltar, sacar brillo?. Olvidar el olor de la desgracia, por lo tanto, pulir para borrar o para mejorar algo y evitar la desgracia.
ponían granos de sal en la página
herida
Sal para mantener, para qué algo no se pudra, las palabras?. el texto?
navegaban en la historia haciendo vela
de cualquier viento
Hacer historia aprovechando cualquier circunstancia
ninguno de éstos fuimos
ninguno hizo historia
lo inexorable fue que no fuimos inexorables
podría referirse a la muerte, a la inevitabilidad de la muerte?
los dioses nos olvidaron hasta en sus
rayos luctuosos
no tuvimos el apoyo de los dioses, se olvidaron de nosotros
consumimos varios soles raspando una sola
palabra
para sacarle fuego
Consumimos muchos días para obtener el auténtico valor de una palabra

Al final, lo central en este poema es el trabajo, no siempre apreciado, por la búsqueda del valor y la autenticidad de la palabra. La muerte estará esperando, no habrá milagros a pesar de todo lo que se haga para resaltar la primacía de la palabra, de una sola de ellas por mucho tiempo que nos dediquemos a ello.

 &&&

Donde los demás no ven
se detiene la mirada que soy.
me fijo donde nadie ve o en lo que nadie logra o puede ver y , precisamente allí estoy, soy una mirada que se construye (y lo construye)  donde otros no ven.
Sin ilusión, sin presunción.
Dejo el misterio como carnada
de peces de otro mar sagrado
que nunca fue mi reino.
No pretende crear ilusiones pero sí  enigma en un mundo que nunca fue el suyo (¿el lenguaje?).
Pierdo fondo, es verdad.
Hace agua la conciencia.
En esa afirmación no pisa sobre seguro, lo reconoce y su conciencia se estremece. No es cierto que el  lenguaje “…nunca fue su reino”
Y lo que digo es cosa de empezar
a decirlo de nuevo.
Cosa de nunca acabar.
Sufro la hipnosis, la refracción,
la dilatación
que otra mirada que ya no soy.
Habrá que decirlo siempre, desde diversas perspectivas (las palabras) No hay más opción, el lenguaje cambia pues al cambiar la mirada ya es otro y las palabras son otras.  Pero, y esto es crucial, recuerda el lenguaje que le surge bajo esas otras miradas que le precedieron (que le hicieron ser otro).
Y de este espejismo surge acaso
mi lenguaje,
el que nadie
sabe al menos que construyo
con desdén.

Por ello su lenguaje surge y resurge, aunque afirma que sucede  sin un afán verdadero sino con “desdén” (cosa que tal vez, nadie crea).

Relación entre el Ser, la mirada, el lenguaje. Un Ser que cambia, que se trasmuta al cambiar la mirada (cuyo cambio le es consustancial) Se percibe en este poema una especie de decepción de no poder asir el lenguaje (o comprobar el carácter extremadamente cambiante del mismo) y esa decepción lo lleva a escribir que el mundo del lenguaje (donde siempre ha brillado) “no es su reino”.

Textos citados
Betancour, María Eugenia. “La posvanguardia venezolana: una apuesta por la irreverencia”. Web. 6 feb. 2012. 11 marzo 2013. http://www.letralia.com/260/ensayo03.htm


García, Beatriz Alicia. “GUILLERMO SUCRE: LA MIRADA EN EL VERANO (1)”. Web. 19 agosto 2009. 13 marzo 2013. http://beatrizaliciagarcia.blogspot.com/2009/08/guillermo-sucre-la-mirada-en-el-verano.html

Sucre, Guillermo. Voxnovula . Web. 6 nov. 2012. 11 marzo 2013. http://www.voxnovula.com/1328/guillermo-sucre-1933/

Rafael Cadenas (Lara, 1930): poeta, ensayista y profesor universitario (en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela). Cadenas militó en el Partido Comunista de Venezuela, razón por la cual sufrió cárcel y exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jímenez. Se refugió en la isla de Trinidad hasta 1957. Formó parte del grupo Tabla redonda, surgido en 1959-1960. Y, además de Cadenas, estuvieron Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández, Jacobo Borges, Jesús Enrique Guedez, Arnaldo Acosta Bello, Jesús Alberto León, entre otros.

Entre sus influencias se han señalado a: Hölderlin, Rilke y Gorostiza.

Obra poética:
Cantos iniciales (1946)
Una isla (1958)  
Los cuadernos del destierro (1960).
Derrota (1963) [poema publicado el 31 de mayo en Clarín del viernes; compilado en 1970, junto con Los cuadernos del destierro y Falsas maniobras]
Falsas maniobras (1966)
Intemperie (1977)
Memorial (1977) Edición bilingüe (Español-Inglés), publicada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2007) 
Amante (1983)
Dichos (1992)
Gestiones (1992) [Premio Internacional Juan Antonio Pérez Bonalde]
Antología (1958-1993) (1996), (1999)
Amante (coeditado en, 2002, con 58 grabados de Norma Morales)
Poemas selectos (2004-2006-2010)

Dentro de su obra ensayística:
Literatura y vida (1972)
Realidad y literatura 1979). Ensayo 
En torno al lenguaje (1984)
Sobre la enseñanza de la literatura en la Educación Media (1998)
El taller de al lado (2005)

Premios: en 1985 recibió el Premio Nacional de Literatura;  Premio San Juan de la Cruz en 1992; en 2009 el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, en México, entre otros.

Tomaré dos poemas de Rafael Cadenas para tratar de identificar en ellos el universo temático que domina los mismos. Debo decir que Cadenas tiene una poesía (la que hasta ahora he leído) cuyo hilo poético, aunque no es totalmente lineal, permite una “interpretación” que finalmente nos conduce a la identificación de un yo lírico de extrema sensibilidad, intimista y filosófico pero, el centro es básicamente ese yo.

Yo, envés del dado

“Yo, envés del dado relataré no sin fabulaciones mi transcurso por tierra de ignominias y dulzuras, rupturas y reuniones, esplendores y derrumbes.
¿Se tratará de su experiencia política en Venezuela y la del exilio en la isla de Trinidad?¿O una mezcla de ambas? El poeta menciona que su relato “no será sin fabulaciones”.
Un horóscopo me designó para existencia de llenura, pero al tormento ceñida.
Le fue predestinado una existencia plena pero bajo el manto del tormento.
Yo no traía ningún mensaje. Mis pretensiones eran parcas. Los límites del sueño se conformaban en mí a los límites del temor. Cuando entré en uso de razón los brujos me amedrentaron con augurios de ineluctables desdoblamientos futuros.
Consideraba que no tenía mensaje que ofrecer ni mayores aspiraciones. Sus sueños eran no más que expresión de temor y, cuando vino a darse cuenta, le auguraron “desdoblamientos futuros”.
Sus revelaciones se han cumplido. Un día comenzó la mudanza de rostros. Uno suplantaba a otro, sin cese. Tal día fueron cien, tal otro, mil; todos escenificaban una danza de posesos sobre mis hombros. ¿Dónde estaba el rostro que me legaron mis padres? ¿Acaso entre sábanas angustiosamente nupciales o frente a espejos sin respuesta que los ojos de una doncella cruel incendiaban o en la memoria de una mujer que todavía sacrifica gaviotas para evocarme? Mi rostro ¿dónde estaba?. Debí admitir, tras dolorosa evidencia, que lo había perdido. La niebla me lo devolvería.
Los augurios se han cumplido y así comenzó la transformación múltiple de su rostro hasta llegar un momento en que se convence que lo ha perdido (que se ha perdido a sí mismo) y que, contradictoriamente, “la niebla se lo devolvería”.
Yo no era el mismo. Reiterados fracasos me habían herrado en la frente. Olvidé el idioma. Me sentía inepto para el amor. La implacable angustia ceñía mi respiración. Mis propensiones fecundas estaban anuladas por intermitentes tormentas de nieve. Me había tornado primitivo, inextricable y perverso como un niño. Conformaba mis actos con ceremonias simples, igual que un salvaje. Era silencioso como un piloto. Y cual traficante había abolido la confianza.
El poeta expone una especie de decadencia personal “…me había tornado primitivo”. Ya no era el mismo. El fracaso, el olvido del idioma (crucial), su incapacidad para el amor y la creación, la angustia, el silencio, la desconfianza en sí mismo habían hecho mella en él.
Mis restos se apilaban como los colores en una isla inerme entre tornados que nadie podía conjurar.
Yo era el guardián de mi propia desgracia.
Residente de un mundo poblado por imaginaciones sin sentido, en mis manos permanecían las marcas de los viajes que había emprendido, contra prudentes avisos, a tierras sagradas.
De noche, bajo el acoso de sueños intranquilos, despertaba con un grano de sal en la frente. Desasistido como el primer infante, cruzado a lo largo por miedos irrescatables, llevado y traído por una fuerza aún no identificada, tendí al fuego humano los últimos carbones. Disolución. Mi cabeza cayó cortada por hoja de huracán” (Cadenas, Poemas selectos 17-18)
El poeta “se viene abajo” por toda la experiencia, probablemente la de la lucha política que tuvo en el país y por el exilio en tierras extrañas. Tal vez, dicha experiencia generó este poema en prosa que no es más que el poema de un hombre abatido.

Nota: este poema también aparece en la revista Tabla redonda No. 4.

A un esbirro (pertenece al poemario La isla)
Rostros deben andar por su café, por sus calles de llanto,
 por el humo de su cigarrillo.
Han de buscarlo voces, perseguirlo por las frías carreteras.
¡Cuántas puertas rompió vestido de hombre!
¿Cómo halló tanta tiniebla para vencer la zumbante nube de ojos fijos?
Un paisaje insomne que hable para él. (9)
Poema bastante explícito referido muy probablemente a la tortura que, según la historia, aplicó la Seguridad Nacional (SN) a muchas personas opositoras de la dictadura de Pérez Jímenez.
Texto citado
Cadenas, Rafael. Poemas selectos. Bid & co. Editor. Venezuela, 2009.


Caracas, 14 de marzo de 2013.


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