lunes, 11 de julio de 2011

EL SÍ, DE THOMAS BERNHARD


"Es increíble lo deprisa que la mejor relación, cuando se le exige más, cuando se le exige más de lo que pueden dar sus fuerzas, se desgasta y finalmente se consume."


"Anarquía es todo lo que hay en la mente de un intelectual."
T. B.

(1.981), otra novela del austriaco Thomas Bernhard. La leo casi de un tirón. Y me impacta como la anterior que reseñé en TRIOTRE. 


Lo que más me impresiona es lo dolorosa que pueda ser la vida de una persona. El texto de Bernhard está catalogado como autobiográfico.

Sí, relata la historia de un científico que decide retirarse a un pueblo cuando era un hombre de ciudad. Especifica que no le gustaba el campo pero que estaba allí por dos razones: por razones de salud (padecía de los pulmones) y por su trabajo científico (investigaba sobre los anticuerpos). Dice que vivir en el campo es "...un sacrificio sin sentido, porque mi existencia es enfermiza, enferma, y mi trabajo un trabajo sin objeto, fracasado. Pero no tengo valor para poner fin a esa y otras ideas semejantes y, por tanto, a mi mismo. Ese valor me ha faltado siempre. Durante toda mi vida he pensado siempre en el suicidio, pero nunca he podido suicidarme."

El narrador refiere que ya tenía cerca de diez años viviendo en el pueblo y que había viajado mucho, antes de establecerse en él. Le había comprado no una casa sino unas ruinas a un agente inmobiliario de apellido Moritz del cual se había hecho muy amigo. Él mismo había construido su casa y practicamente se había recluido allí, aislándose de todo y de todos. Relata las consecuencias nefastas de tal actitud y el hecho de que se diera cuenta tarde de ello, aunque piensa que aún si se hubiera dado cuenta antes también hubiera sido tarde. Los hechos derivados de su actitud  incluyen:
a.- depresión
b.- disminución de su capacidad de conversación lo que implicaba una disminución de su capacidad para pensar.
c.- que eso fue y era peligroso.
d.- que había disminuido sus fuerzas para renovar los contactos y había disminuido su voluntad.
e.- atrofia de su pensamiento producido por el apartamiento.
f.- dice que el aislamiento produce inhibición, aniquilación y, lo que queda después de ello es la desesperación.
g.- introspección terrible.

Dice que había pensado, durante decenios, que podía vivir sólo dedicado a su trabajo científico "...hasta el momento en que había comprendido que nadie puede vivir sin nadie y solamente con su trabajo sólo.". Cuando vino a darse cuenta, empezó a sentirse alejado de su propio trabajo científico, que le daba miedo. "Sólo la vista de esos escritos me daba náuseas." Que él no se había dado cuenta. Que si "...se hubiera dado cuenta hubiera sido posible explicármelo y analizar todo mi estado,..."

se inicia con el relato del narrador-protagonista, donde comenta que había ido a casa de Moritz para desvelarle abiertamente, sin tapujos, toda la realidad de su enfermedad sentimental e intelectual, ya que, hasta ese momento sólo se había mostrado ante él superficialmente. Dice que había estado semanas "...nada más que conmigo mismo, lo que quiere decir que había estado abandonado a mi propia mente y a mi propio cuerpo un tiempo mucho más largo, aunque todavía no destructor de mis nervios, en la mayor concentración con respecto a todo..." Todo esto con la finalidad de "...relajar mi mente y mi cuerpo..." El narrador agrega que Moritz "...me escuchaba sin pausa, realmente me escuchaba sin pausa, mudo y totalmente inmóvil...probablemente tensa y supertensa para él hasta el límite de su capacidad de aguante...probablemente, mientras yo lo abrumaba con palabras y lo atacaba con todo mi desvarío terrible, pero, sin embargo, para él totalmente indiferente..." Cuando están en ello, le avisan a Moritz que tiene una visita. El narrador dice que piensa que Moritz los esperaba y no le había comentado sobre ello. El narrador conoce, entonces, a Los Suizos (él era suizo, ella judío armenia). Los Suizos le habían comprado a Moritz un terreno que durante años no había logrado vender. Estaba ubicado detrás del cementerio del pueblo. El suizo lo consideró excelente y cerró el trato sin ni siquiera preguntar a la mujer su opinión. Moritz dice que le hizo ver al hombre todos los inconvenientes del terreno y le ofreció enseñarle otros pero que el suizo se negó y cerró el trato de inmediato. El suizo iba a encargarse de construir la casa. Mientras, se alojaban en una fonda del pueblo. El suizo viajaba mucho. Él era un ingeniero altamente calificado y constructor de centrales eléctricas de fama mundial).

Para el narrador, este encuentro ejerce un efecto benéfico. Dice que, desde ese instante tuvo múltiples paseos con la mujer a quien llamaban La Persa, que ella lo había escuchado y comprendido como nadie. El narrador considera a La Persa como "...a una persona realmente regeneradora..." Dice que la mujer -que hablaba alemán, inglés, francés y griego- había nacido en Persia y se había criado en Moscú y había ido a universidades en Francia, era de poco hablar ante su pareja, pero que sin él, hablaba de él, que ella "...desarrollaba el hablar del pensar y el pensar del hablar como si todo fuera un proceso matemático, un proceso filosóficomatemático y ... filosóficomatemáticomusical..."

Cuando el narrador sale por vez primera con La Persa (al día siguiente de conocerse), él va a buscarla a la fonda donde se aloja. La había invitado a dar un paseo por un bosque de alerces cercano. Ella tarda bastante en salir y él se pone a conversar con la dueña. La dueña también estaba enferma de los pulmones. La define como una mujer inteligente, franca, que no descuidaba nunca su trabajo y poseedora de una gran fuerza de voluntad. Especialmente, consecuente con los negocios. Que todo era negocio para ella. Lo atraía su consecuencia por los negocios pero esa finalidad lo repelía. El narrador, quien posee una gran capacidad de observación, de percepción, se da cuenta que la dueña quiere hablarle de La Persa y del suizo pero él no le da oportunidad para ello.
También hablan sobre temas agropecuarios. De lo agropecuario era de lo que vivía el pueblo. Dice que en el pueblo hablan mucho de eso, también de las mujeres y de los forasteros y que siempre hablaban mal.

El narrador afirma que, haber conocido a los Suizos y, en especial a La Persa, lo había aliviado, lo había hecho volver a su trabajo, lo había liberado. Por sus conversaciones con ella se enteró que había dejado sus estudios de filosofía cuando conoció al suizo y se fue a vivir con él. Que ella lo había llevado al éxito que tenía. Supo que el suizo estaba enfermo de la vesícula, de los riñones y de los pulmones. Que tenían más de cuarenta años juntos. A La Persa, como al narrador, le gustaba mucho la música (tenía conocimientos sólidos) y la filosofía.  Había citado a Schubert, a Schumann. Ella decía que no podía existir sin la música. Coincidencialmente, el narrador afirma que lo que lo salvaba de sus depresiones, cada vez más frecuentes, era Schopenhauer y Schumann pero que desde hacía tiempo ellos no lo aliviaban y sucedió de nuevo cuando conoció a La Persa. El libro de cabecera del narrador era El mundo como voluntad y representación, al que consideraba libro supremo, el más importante de los libros filosóficos y que le producía un descanso total a su mente.
Puntualiza que: los suizos lo habían salvado y escribía esa experiencia para dejar fe de ello. Pero... eso duró unos días, luego, volvió a sumergirse en un profundo abatimiento.

El suizo había trabajado con ansia en la construcción de la casa cuyo aspecto era el de una central eléctrica pero, con mucho, la casa no estaba terminada. En verdad, su mente de arquitecto estaba concentrada en una central eléctrica ya iniciada, ubicada en Venezuela. Además estaba interesado en una enfermera venezolana. Al final el suizo abandona a La Persa, quien deja la fonda y se va a la casa viviendo en un pésimo estado.

A medida que fueron transcurriendo los diálogos entre el narrador y La Persa, él se va dando cuenta que ella era similar a él, que era una mujer fracasada. Que su vida había sido "Una existencia como mecanismo de sacrificio posible para el ser humano." Que ella se sacrificó por el suizo y que eso no era casualidad. Que su vida no había tenido sentido, que no había tenido objeto y que ella misma maltrató su existencia.

Se hace palmario que el suizo había comprado la casa en el lugar donde la compró (un prado húmedo) como una especie de venganza hacia ella. Incluso, su apariencia (la de una central eléctrica) también era como una metáfora negativa de los triunfos que él había tenido como constructor de centrales eléctricas. Tal vez, él no fue feliz y ella tampoco. Habían tenido éxito pero no felicidad.
El narrador y La Persa se van alejando. Ella le pide que no la visite más, que la deje sola. Él llegó a preguntarle si sería capaz de suicidarse y ella riendo respondió que "Sí".
Poco tiempo después ella se suicida.

Antes de concluir, quiero hacer mención a un planteamiento que hace el narrador sobre las causas de su enfermedad:
a.- incapacidad para el trabajo.
b.- el entorno: la bajeza, la maldad, la reticencia del entorno.
c.- lo político: refiere que para la época, se había derrumbado el Estado; que predominaba la estupidez, la codicia y la hipocresía y que los poderosos trabajaban de nuevo en el exterminio intelectual.

Notas:
El mundo como voluntad y representación: obra capital del filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1.788-1.860). Publicada por primera vez en 1.819. Es considerada como la más elaborada manifestación del pesimismo (del latín, pessimum, lo peor) filosófico. Se considera que influyó en multitud de pensadores y escritores, como Freud, Nietzsche, Cioran, Borges, etc. Su propósito esencial es la explicación cabal del mundo en todos los aspectos y bajo todos los puntos de vista, basado en los conceptos de voluntad y representación.

Franz  Peter Schubert: compositor austriaco: 1.797-1.828.

Robert Alexander Schumann: compositor alemán: 1.810-1.856.


Caracas, 11 de julio de 2011.






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