jueves, 3 de marzo de 2011
Le square
"Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie"
M.K.
Una novela de Margarite Duras.
Le square. La hallé en una biblioteca casera en Cumaná. Esta novela corta, de apenas 114 páginas, fue publicada por Biblioteca Breve de bolsillo en 1.956y para nada escapa al estilo de la Duras, caracterizado por una narración y diálogos cortos donde se dice mucho y donde se hace imprescindible la aparición de las imágenes para darle sentido al contenido; narración y descripción de profundo carácter psicológico que muestra la complejidad del ser humano, haciendo énfasis en los sentimientos más cercanos a la tristeza, a la incertidumbre, a la ironía. Está ambientada en una plaza, como lo indica su título. La plaza donde se desarrolla todo el relato, constituía el lugar habitual donde eran llevados los niños, por sus cuidadoras, para que jugasen.
Los personajes son: una muchacha que hace los oficios en una casa de cierta alcurnia. El niño al que cuida llamado Jacques, por cierto, único nombre que se menciona en toda la novela y, un hombre tan joven como la muchacha. Ambos tenían veinte años.
La muchacha y el hombre inician una conversación. Desde su comienzo impresiona que la absoluta protagonista de Le square -que parece simple pero que pienso es mucho más profunda, es la desesperanza solapada.
La joven basa su futuro en que algún día un hombre la ESCOJA para casarse y ser feliz. Está harta del trabajo que realiza pero aún así lo considera como el medio ideal para obtener lo que desea. Ella cree firmemente que se encuentra en el sitio preciso de su vida para esperar a ese hombre.
A ratos, Jacques, que tendría unos siete años, se le acerca a la joven para pedirle, con un aire de autoritarismo, tal o cual cosa y luego sigue jugando.
El joven vive al día, como se dice. Es vendedor ambulante. Lleva una maleta donde carga objetos diversos. Viaja constantemente. Apenas gana para comer.
Ella le habla de su deseo. También le dice que el único instante en que se le va de la mente la idea de casarse, es cuando la misma está vacía de propósitos y ello sucede cuando baila. Le encanta bailar (le encanta, entonces, tener la mente vacía de propósitos). Lo hace en un lugar llamado La Croix-Nivert, a donde concurren personas de su misma condición: sirvientas, chóferes, etc.
El joven la estimula a salir del oficio que realiza que, para la época no está ni catalogado como tal. Pienso de repente que tampoco en la actualidad. En estos años que corren sucede muy parecido por mucho que se quiera "cambiar" esa situación. Están de acuerdo en que es muy importante para las personas conversar, hablar, aunque después quede un vacío insoportable.
Él le relata sobre un país que conoció donde vio el mar azul y los instantes increíbles de una puesta de sol. Pareciera que esos componentes esenciales de la naturaleza, tan cotidianos y por ello, muchas veces olvidados, le hicieron sentirse feliz. En efecto, se sintió feliz, una intensa felicidad para luego caer nuevamente en cuenta que, de alguna manera, acepta la vida que lleva como parte de su sino. En realidad, ha sido su elección de vida a pesar de que él mismo lo ignore.
Acoto ahora que a si mismo está definida la felicidad, no como un estado continuo si no como espigas que crecen velozmente para luego doblegarse ante el viento más sutil.
Jacques se acerca a los jóvenes y le dice a ella que quiere marcharse a casa. Ella responde que espere un momento.
El joven se muestra muy amable y alentador con la muchacha. Le insiste que cambie de trabajo para ver si se amplían sus posibilidades. Le confiesa que él es muy cobarde y que la palabra triunfo no tiene resonancia en su vida. ¿Qué significado tendrá para este joven la palabra triunfo, la palabra éxito?. Habría, reflexiono, dos opciones: o llamar triunfo (éxito) al concepto habitual que se tiene en nuestra sociedad (en la cual, la estatura de una persona se mide por el número de cifras de su cuenta bancaria), es decir, inherente a la capacidad que se tenga para producir dinero y la otra opción es la de ponernos a filosofar al respecto.
Jacques insiste en irse.
Al final de la novela, la joven invita al joven a bailar a la Croix-Nivert. Él no sabe si irá.
Caracas, marzo de 2011.
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