viernes, 8 de septiembre de 2023

El infinito en un junco

 


A Amneris Tovar de Moreno por facilitarme  El infinito en un junco

 

“Los libros tienen voz y hablan salvando épocas y vidas. Las librerías son esos territorios mágicos donde, en un acto de inspiración, escuchamos los ecos suaves y chisporroteantes de la memoria desconocida” (315).

 

Recién acabo de terminar la lectura del ensayo El infinito en un junco (2019) de la filóloga y escritora española Irene Vallejo M. (1979) que trata sobre la historia de los libros en la Antigüedad y algunos temas más.

Escribir “…acabo de terminar la lectura del ensayo El infinito en un junco…” es un decir ya que se trata de un ensayo donde, sin duda, habrá que volver las veces que sea necesario.  Así que sería más preciso señalar “acabo de darle una primera lectura”.

Señalo que el ensayo “…trata sobre la historia de los libros en la Antigüedad…” pero tampoco es totalmente acertado escribirlo así. Hablar sobre la historia de los libros es hablar sobre la cultura de los pueblos donde se escribieron, cómo fueron recibidos, la censura a la que fueron sometidos cómo se conservaron, la influencia que tuvieron, la destrucción de la que fueron y han sido objeto.

Este ensayo fue publicado por Ediciones Siruela y según se lee en la faja ya va por su edición número 43 lo que nos da una idea de la gran receptividad que ha tenido.

Vallejo, haciendo gala de su conocimiento sobre la época grecolatina y también sobre la literatura de hoy en día nos narra la historia de la escritura y los diversos materiales que se emplearon para plasmarla empezando por el papiro obtenido del junco en los márgenes del río Nilo en Egipto pasando por el pergamino (hecho a partir de la piel de corderos y otros animales), las tablillas, el papel (fabricado por vez primera en China). Hace mención de  la aparición de la imprenta creada por el alemán  Johannes Gutenberg (en 1450) que es el principio para la aparición de los libros como los conocemos hoy. También correlaciona toda esa historia con el uso de medios tecnológicos como las computadoras y las tabletas que conocemos en la actualidad.

Creo que el éxito que ha acompañado al ensayo de Vallejo tiene mucho que ver con la forma como la autora española lo ha escrito, emparentando la historia con analogías actuales y sus propias interpretaciones, algunas de las cuales precisa, que son parte de su imaginación.  ¡Excelente imaginación! Eso, lo primero.

Otro aspecto que me resulta crucial de El infinito en un junco es que Vallejo nos plantea muchos aspectos que una piensa que son muy recientes y resulta que no, que son situaciones, hechos, que vienen del mundo antiguo: el tema de las diferencias sociales, las relaciones de poder, las guerras, la preponderancia del patriarcado con la subsiguiente ubicación de la mujer en un puesto secundario en relación al hombre, la significación de la escritura como hecho esencial para los seres humanos y otros.

Vallejo inicia El infinito en un junco narrándonos la idea de la creación de la Biblioteca de Alejandría formulada por Alejandro Magno (nacido en Macedonia en 356 a. C. y fallecido en julio de 323 a. C.) y su construcción por Ptolomeo I (nacido en Macedonia en el 367 a. C. y fallecido en Egipto en el 283 a. C.) al igual que el Museo de Alejandría. Sigue, tocando múltiples tópicos: los primeros bibliotecarios, el ordenamiento de las bibliotecas, los primeros escritores griegos, la aparición de las escuelas, lo que serían los primeros libreros, las bibliotecas públicas, la aparición de las fábulas, el concepto de conferencia, de canon literario, la destrucción de los libros, la gran limitación que tenían las mujeres para escribir, lo que significa leer, la absorción de la cultura griega por parte de los romanos y muchos otros aspectos.

El infinito en un junco también irradia el amor que ella tiene hacia la lectura, hacia los libros, lo que fue motivado, desde su infancia, por sus padres y por algunos de sus maestros.

Quiero resaltar la posición que tiene esta excelente autora sobre el planteamiento que se ha hecho sobre la cercana y/o futura desaparición del libro. Vallejo es categórica al afirmar que no cree que los libros desaparecerán, que lo que tardó tanto en construirse es mucho más difícil dejar de lado a diferencia de lo que surge como moda, aparte del gran valor que este artefacto cultural posee.

Bien por Irene Vallejo!

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 8 de septiembre de 2023.

 

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