Ayer me topé, diría que al azar, con Anagrama (revista del taller literario de la Universidad Simón Bolívar, No. 4). Comencé a ojearla. Algunos poemas saltaron a mi vista, me gustaron. Decidí anotarlos en mi cuaderno pues no estaba en mis planes adquirir la revista. Ignoro por qué el primer pensamiento que se me vino a la mente es que se trataba de poemas abandonados. También prosa abandonada, literatura abandonada. ¿Abandonados por sus autores?, ¿por los lectores?; otra idea fue la de la soledad de los poemas, de la escritura, cuando envejecen en hojas de papel en una revista, en una biblioteca, en una librería... Al final , compré la revista. Les dejo los siguientes poemas:
El último poema
nació de un cariño
se propuso ser feliz
Sólo bastaron meses
para crecerle alas
multiplicar su andar
En muy poco tiempo
fue adulto seductor
El último poema
murió una noche loca
se le escapó la vida
renunció a la distancia
supo de lo imposible
de tener a su amor.
Chrisdary Ferrer
La luna se comprime
Calabozo que alucina
la mortuoria noche
Inerte
ante la oscuridad
el alma sola.
Lorena Fernández
miedo de ser
Me gustaría arrojarme
en estas páginas
Ser polvo encrucijado
de silencios
silencios traspasados
por el grito profano
de una lágrima
Me gustaría
mirar el sol de lunas
en mis ojos de Noche Clara
Noche prolongada de sueños
en un mar triste
de fuegos y cenizas.
Jeffrey Cedeño.
incipit vita nova
Apenas esfera de cristal, sutil espejo,
gota de agua
-lo surgido puro que ansiaba Hölderlin-;
fluyendo
a través de las venas del mundo:
savia diminuta con siglos inscriptos en tu ley,
vienes a posarte en manos ansiosas
por terrenas,
y te extiendes
en el tiempo que por ti se hace palpable.
Eterna sapiencia que se ignora
-esencia de potencialidad reminiscente-,
llenaras de nuevo las cosas con sentido,
otra vez recorrerás los senderos
hacia todo, hacia las voces
de aquellos que te invocaron y te invocan;
recrearás el cosmos del que eres una trama.
Comienza hoy, como siempre, la vida nueva:
la que deviene imperturbable lo que es.
No hay misión. No hay secreto.
Como a todo, te ha tocado en suerte ser,
Y en tus manos está
llegar hasta ti misma.
Luis Miguel Isava
detrás de lo blanco
Brochazo a brochazo
el poema escrito en la pared
desapareció.
¿Quién sabrá leerlo ahora?
De nuevo, sin darse cuenta,
volvió a ser su original:
un poema escrito desde hace mucho
detrás de lo blanco.
Arturo Gutiérrez Plaza
Caracas, 30 de enero de 2012..