viernes, 15 de abril de 2011

Papá Goriot





"A partir de ahora los ojos de los hombres se volverán a mirar los rostros, no de aquellos que han gobernado, sino de aquellos que han pensado"
Víctor Hugo.

"Donde hay más sensibilidad, allí es más fuerte el martirio"
Leonardo Da Vinci.


Papá Goriot
reposaba desde hacía como tres años en una de mis bibliotecas. Hace como dos, un amigo que estaba de visita me dijo ¿Y qué te pareció Papá Goriot?. Le respondí que todavía no la había leído. Agregó: ¡pues es excelente!

Hace como una semana, comencé a leerla y realmente me impresionó su calidad.

Papá Goriot expone a la sociedad francesa(específicamente parisiense) de la llamada época de la Restauración Francesa que vino posterior a la caída de Bonaparte en 1814.

Aparte de la vida burguesa y la no burguesa, representada por los pensionistas de la llamada Casa Vauquer, situada en la calle Nueva de Santa Genoveva, entre el Barrio Latino y el de Saint-Marceau, regentada por la viuda Vauquer, Balzac presenta la historia de un anciano de origen humilde llamado Jean Joaquim Goriot que trabajaba en la fabricación de fideos y pastas en general, quien había logrado amasar una buena fortuna. Este hombre quedó viudo -tras 7 años de matrimonio- con dos hijas a las que se dedicó en cuerpo y alma. Ambas, que no se llevaban nada bien, en especial por razones sociales, se supone que se casaron con hombres ricos y prestigiosos. Las hijas Anastasie y Delphine, después de casadas, empezaron a tener una actitud esquiva y desagradecida hacia su padre quien, a pesar de ello seguía consintiéndolas y sacándolas de apuros económicos. Tal es así, que el viejo Goriot termina viviendo en la pensión Vauquer donde, por cierto, era objeto de burlas. Los yernos de Goriot, el Conde de Restaud y el banquero Barón de Nucingen respectivamente, pronto también empezaron a rechazar la presencia de Goriot en sus casas. Al parecer, las infidelidades matrimoniales estaban a la orden del día, cosa que no importaba mantener en secreto, ni de parte del hombre ni de la mujer. Por ejemplo, Anastasie tenía a su amante, el señor de Trailles (su esposo lo sabía y lo toleraba) y Delphine tenía a un tal señor De Marsay.

Dentro de los pensionistas destacan Eugène de Rastignac, joven de provincia quien había venido a París para estudiar Derecho. Su familia hacía un gran esfuerzo por mantenerlo, cosa que el joven consideraba, no obstante, empezó a sentir un gran deseo de conocer, penetrar y pertenecer a esa exquisita sociedad. También vivían en la pensión, el señor Vautrin ( cuyo verdadero nombre era Jacques Collin, alias el Engañamuertes y que resultó ser un famoso ladrón). El señor Vautrin intentó comprometer, por todos los medios a su alcance, a Eugène, para que le aceptara dinero en calidad de prestamista pero Eugène siempre se opuso con mucho honor; el joven estudiante de medicina Bianchon, la señorita Michonneau, la señorita Victorine (joven rechazada por su padre y hermano) y su mentora, la señora Couture, un pintor, el señor Pioret, la cocinera llamada Sylvie, el cochero Christophe, el gato Mistigris y la viuda Vauquer.

Eugène era primo lejano de una rica vizcondesa llamada Clara de Beauséant. Ella lo recibió bien y le prometió ayudarlo en su deseo de pertenecer a la crema de la sociedad en la que ella y su esposo tenían un alto lugar. La Sra. de Beauséant estaba auténticamente enamorada de un portugués de apellido Ajuda, quien al parecer también la quería pero él estaba prometido en matrimonio con una joven. Todo París parecía estar enterado de ello menos la Sra. de Beauséant.

Eugène conoce a la primera hija de Goriot y se siente atraído pero ella no le presta atención. Luego conoce a Delphine de la cual si se supone enamorado, siendo correspondido por ella (el Sr De Marsay la ha dejado). Delphine se haya obsesionada con ser presentada a la sociedad, a la que no había tenido acceso y, a través de Eugène logra ser invitada a la fiesta de la Sra. Beauséant. En base a estas relaciones, Eugène empieza a tener una mayor relación con Papá Goriot y se percata que es un buen hombre que ha hecho todo en la vida por las hijas. Goriot también le toma aprecio y más cuando se da cuenta que su hija Delphine lo ama. El viejo Goriot llega hasta adquirir un apartamento para que viva Eugène con su hija pues sabía de su matrimonio infeliz con el barón de Nucingen. Eugène no quería aceptar el apartamento pues no le parecía justo con Papá Goriot quien al final le plantea que se trata de un préstamo. Pocos días después y tras una discusión entre Anastasie y Delphine delante del padre, éste empieza a sentirse mal. Eugène se encuentra con Delphine, le dice que su padre está muriendo pero ella no quiere perderse la fiesta por nada y obliga a Eugène a ir. Además el compromiso del amante de la Sra. Beausént ya se había hecho oficial y Eugène quería estar cerca de ella en esos momentos. La Sra. Beauséant da muestras de serenidad y al final se despide de Eugène pues decide marcharse de París para no volver más y recluirse en un convento en Normandía.

Después de la fiesta de la Sra. Beauséant, Papá Goriot se agrava y durante su agonía relata todo lo que ha querido a sus hijas, el vil desprecio del que ha sido objeto por parte de ellas, las maldice, las bendice. Habla de lo que significa ser padre, de los errores, etc. Eugène y Bianchon lo cuidan. Goriot pide desesperadamente ver a sus hijas pero éstas no van. Eugène habla con Delphine pero ella le dice que está enferma. Sólo lo hace Anastasie cuando su padre ya ha pérdido el sentido. Ninguna asiste al entierro y es Eugène y Bianchon quienes se encargan del mismo. Eugène hace una reflexión sobre esa sociedad a la que anhelaba pertenecer y después del entierro de Papá Goriot se dispone a ir a casa de Delphine. Todo hace suponer que no caerá en sus redes, que ha aprendido de la farsa de esa sociedad.

Honoré de Balzac, nació en Tours, el 20 de mayo de 1.799 y falleció en París el 18 de agosto de 1.850. Está considerado como el más importante escritor francés del la primera mitad del siglo XIX y el principal representante de la llamada novela realista.

En el antes llamado (ignoro si todavía se llama así) Ateneo de Caracas, hay un espacio denominado espacio Balzac, donde se encontraba una escultura de Balzac, de su creador Auguste Rodin. Ya la estatua no está. ¿Quién sabrá?.

Caracas, 15 de abril de 2011.

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