jueves, 6 de junio de 2024

El dueño del secreto

 



"Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos…”


El dueño del secreto (1994) es una novela corta del escritor español Antonio Muñoz Molina. La leo en una edición de Seix Barral (2022).

El dueño del secreto se desarrolla en Madrid en 1974 cuando aún España se encontraba bajo la tutela del dictador Francisco Franco (1892-1975).

El protagonista es un joven de 18 años, procedente del interior del país, que había venido a estudiar en la universidad lo que vendría a ser Comunicación Social. Venía apertrechado con una máquina de escribir portátil que era su mayor bien. Consiguió alojamiento en una humilde pensión y su situación económica era bastante precaria. En su pueblo había dejado a sus padres, a su novia y a un amigo que trabajaba como mecánico llamado Ramón Tovar. Ramón, a quien llamaban Ramonazo o Tovaric (por su preferencia hacia el comunismo), le había dicho que, apenas pudiera se reuniría con él en Madrid, que seguirían siendo amigos y que compartirían todo.

El joven protagonista no se muestra muy emocionado por la carrera que había escogido y se sentía bastante perdido en Madrid. Un día, se encuentra con un compañero de la universidad a quien le había salido un trabajo más ventajoso y le ofrece tomar uno que él tenía y que era como mecanógrafo para un abogado llamado Ataúlfo Ramiro Retamar.

Al poco tiempo, Ramonazo llega a Madrid y se presenta en la pensión donde vivía el joven. Ramón era un tipo extrovertido y, en forma rápida, se adecúa a Madrid y consigue empleo.  Profesaba el comunismo e, incluso, se consigue una novia maoísta.

El joven se comunica con la casa de Ataúlfo para ofrecerle sus servicios y más temprano que tarde comienza a trabajar para él, escribiendo documentos. La relación con Ataúlfo lo lleva a vivir experiencias que no se hubiera imaginado como, por ejemplo, trasladarse en taxis, comer en restaurantes de lujo y conocer a una serie de personas. Ataúlfo, que era un hombre corpulento, gran bebedor, fumador y mujeriego, tenía sus singularidades. Una de ellas era que  de pronto le decía al joven que lo necesitaba con urgencia y resulta que Ataúlfo no aparecía, situaciones a las que el joven se va acostumbrando.

Para la época en que se narra El dueño del secreto, se produce una manifestación de los estudiantes universitarios  en la que el joven participa aunque reconoce que es una persona bastante cobarde. Incluso, queda acorralado en un grupo  y, cuando estaban a punto de ser agredidos por la Guardia,  el joven se orina en los pantalones. Alguien lo saca de esa manifestación casi de milagro.  El motivo de la protesta era la muerte, por garrote vil, de un joven anarquista catalán acusado de haber matado a un policía. Se llamaba Salvador Puig Antich y “…a un confuso delincuente húngaro o polaco que se llamaba Heinz Chez.” (64).

Por cierto, leo en Google, que el juicio que se le hizo a Salvador Puig Antich (Barcelona, 1948-1974) se consideró lleno de irregularidades y que, el 2 de marzo de 2024, cuando se cumplieron 50 años de la muerte del joven, se realizaron una serie de actos públicos conmemorando su fallecimiento. Incluso se ha intentado, infructuosamente, reabrir su caso.

En relación al término garrote vil, tenemos que se trata de una máquina utilizada para aplicar la pena capital. Tiene su origen en la República romana. En España estuvo vigente legalmente desde 1920 hasta la abolición de la pena de muerte aprobada en la Constitución de 1978. También se empleó en los territorios coloniales de España como Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

En lo que leo del funcionamiento del garrote vil, sin duda, la muerte de la persona a la que se le aplica debe ser horrorosa.

Después de este pequeño desvío, tenemos que, un día, Ataúlfo le confiesa al joven que él es el Secretario General de la Federación Anarquista Ibérica y le pregunta que ¿si puede guardar un secreto? El joven responde que sí y Ataúlfo le dice que están planeando una conspiración para derrocar a Franco y lo invita a participar en la misma.

El joven, por un lado, se siente orgulloso de su accionar (obstinado de la dictadura) pero, por otra parte, tiene miedo de lo que pudiera pasarle. Pero el miedo mayor es el que siente porque se sabe incapaz de guardar un secreto y más uno como el que le confía Ataúlfo. De hecho se lo comenta a Ramonazo, quien lo revela a un hombre que trabajaba en un bar. Lo cierto es que la conspiración es descubierta y tanto el joven como Ramonazo huyen de Madrid.

El joven siente angustia y preocupación por no haber guardado el secreto.

El joven regresa a su pueblo lo que le permite a su padre reafirmar que él no sirve para estudiar (el padre quiere que trabaje en el campo como él). El joven retoma su noviazgo aunque el padre de su novia no lo quiere para nada.  La novia queda embarazada  y los jóvenes se ven forzados a casarse. Tienen dos hijos, el mayor de los cuales, en su adolescencia, se aleja de la familia sin causa precisa. El joven sigue en contacto con Ramonazo y de Ataúlfo se había enterado, años después, que había muerto.

El dueño del secreto se trata de una novela muy bien contada. Me ha servido para conocer hechos históricos que desconocía y, algo me dice que contiene elementos autobiográficos importantes de su autor.

 

Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 6 de junio de 2024.

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