martes, 1 de enero de 2013

Otra vez, Juan Marsé

Juan Marsé




Nota: recuerdo ahora el día en que mi sobrina Carolina, después de graduarse de psicóloga en la ilustre  y siempre bien querida Universidad Central de Venezuela, se fue a Madrid para hacer una maestría en algo llamado psicoterapia psicoanalítica. Para esa fecha, creí que su estadía madrileña sería temporal, pero luego vino la idea de un doctorado y luego un curso en psicología forense que era lo que realmente quería hacer (si mi memoria no me falla). A medida que el tiempo transcurría y con cada visita de Cary al país me fui dando cuenta que su estadía ya no era tan temporal hasta que ya me he hecho a la idea… Desde que Carolina vive en Madrid cada vez que leo una novela o algún texto de autor español pienso invariablemente en Cary, porque mientras Cary viva allá parte de mi corazón siempre lo estará.

Por lo anterior, le dedico esta reseña de una de las últimas novelas del excelente escritor español Juan Marsé.

“Esas manos que me tocan aun estando quietas”

“Más allá de las dunas, el horizonte atrae su mirada, como siempre: una vaga propensión a hacerse preguntas sin respuesta”

CANCIONES DE AMOR EN LOLITA`S CLUB (2005)

Novela de Juan Marsé (1933). Marsé nos recrea con un texto ambientado en el noroeste (Vigo) y en el noreste (Barcelona) de España. Dos hermanos gemelos: uno, Raúl, un rudo y alcohólico policía, que se lleva por delante cualquier norma y Valentín, afectado de retraso mental por un trauma durante su nacimiento, viven vidas disímiles. La madre los había abandonado muy pequeños, se había ido con otro hombre o era prostituta. El padre, José, entrenaba caballos y era agricultor. Vivía con una mujer llamada Olga que tiempo antes había sido novia de Raúl.

Raúl es suspendido por su mal comportamiento y regresa a la casa paterna. Se entera que su hermano “trabajaba” en un bar de prostitutas, el Lolita`s Club, donde ejercía de cocinero, mesonero y mandadero. Raúl intenta sacarlo de ese ambiente pero Valentín era auténticamente feliz allí. Se había enamorado de una de las “furcias”, llamada Milena. En sus intentos, Raúl se va enamorando de la joven quien también era drogadicta. Una noche, Raúl quiso “estar” con la joven para desengañar a Valentín (quien le había advertido que nunca lo intentara siquiera) pero, en el fondo, se sentía muy atraído. Valentín se entera, toma el vehículo de su hermano y es asesinado de dos tiros. Raúl se siente inmensamente culpable, no sólo por haber estado con Milena sino porque a quien querían matar era a él como consecuencia de venganzas por grupos del ETA (había trabajado encubierto) o porque había lesionado a un joven perteneciente a una familia de mafiosos de Vigo.

En relación al título de esta novela podemos mencionar que Valentín adoraba, literalmente, una canción popularizada por la conocida Gloria Lasso (España, 1922- México, 2005), Luna de miel, del célebre compositor griego Mikis Theodorakis y con letra en español del poeta Rafael de Penagos. Valentín hacía que la colocaran con frecuencia en el bar. Por otra parte, el título pudiera ser un reconocimiento a la famosa cantante española ya que uno de los últimos discos que grabó lleva por nombre Canciones de amor (México 2005). 

La novela de Marsé, como otras que he tenido ocasión de leer del escritor barcelonés, goza de una profundidad psicológica evidente pero hay un tema que no podemos dejar pasar: el de la trata de mujeres procedentes de diversos países de Latinoamérica, llevadas a España para ejercer de prostitutas, muchas de las cuales caen en la drogadicción, en parte para huir de esa realidad más la amenaza hacia sus familias si intentan escapar. Un círculo vicioso que no parece tener fin “Yo llevo dos años encargado de reclutar mujeres en Colombia –dice Mazuera-. El trabajo es en Pereira: las contrato, les doy papeles, las traigo a España, todo eso” (30). Otra cita que revela esta realidad nada fantasmal para estas mujeres:

Lola sirve a ambas unos supuestos martinis a petición del cliente, que rodea con su brazo la cintura de Jennifer y le soba las nalgas…Hola, papito. Me llamo Nancy y vengo de Colombia para alegrarte el corazón…Al igual que las demás chicas del club, Bárbara viste ropas provocativas. Pero ahora no baila para llamar la atención de nadie, ahora baila para sí misma…y es precisamente esa manera tan espontánea de aislarse y de ensimismarse…baila convocando para sí misma el olvido de todo, del sitio en que se halla, de lo que ellas son y representan…Los dos clientes de la barra observan las evoluciones de la joven bailarina con talante divertido…pero en la mirada de sus compañeras, en cambio, hay una extraña melancolía que las hermana con ella…un sentimiento común de afirmación y al mismo tiempo de pérdida y desarraigo: aquel otro ondular natural de las caderas…antes de que los cerdos hijueputas las trajeran aquí y las convirtieran en lo que son. Las dominicanas Alina y Rebeca se sientan (40-41)

La verdad es que me quedé pensando en el destino de estas mujeres. En esta oscura realidad, en lo que se hace (y no se hace) por ponerle un freno porque denuncias se han hecho. La historia de ellas dentro de la novela parece como si fuera sólo pinceladas laterales de una pintura abstracta para llenar un espacio indiferente, un espacio literario pero creo que Marsé no es un autor para nada superficial, así, la historia de estas mujeres es también protagónica. Marsé hace una denuncia sin pasar por un puesto policial. Nos la deja en este texto para quien quiera leerla.

Canciones de amor… no deja de producirnos cierto ramalazo de tristeza. Ello tiene que ver con el tipo de historias que escribe Marsé que, de tan simples y cotidianas nadie pareciese concederles atención como para ser literaturizadas. Allí reside la grandeza de Juan Marsé.

Texto citado

Marsé, Juan. Canciones de amor en Lolita`s Club. Barcelona (España): Randon House Mondadori. 2005.


Caracas, 1 de enero de 2013.

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