“Hay algo en esos rayos brilladores
que juegan por la atmósfera azulada,
que me habla de ternuras y de amores
de una dicha pasada,…”
Juan Antonio Pérez Bonalde
A Alberto Barrera Tyszka (Caracas, 1960) lo conozco por sus artículos de opinión publicados en el diario El Nacional (embargado en 2021) y por haber leído su segunda novela, La Enfermedad (2006), ganadora del Premio Herralde de ese año.
Puedo decir que La Enfermedad me pareció bien escrita
pero que me dejó un sin sabor que ahora no sabría argumentar bien por qué. Sólo puedo decir que ello no resultó
motivador para buscar y leer otras novelas suyas.
No obstante y por
razones azarosas, he leído tres novelas de Barrera Tyszka desde el último trimestre de 2024
hasta hoy: El fin de la tristeza
(2024), Mujeres que matan (2018) y Patria o Muerte (2015), la cual resultó
ganadora de la XI edición del Premio Tusquets.
De las dos primeras novelas ya he comentado en este blog.
La narración de Patria o Muerte está situada entre los
años 2011 y 2013, período en el cual el ya extinto presidente Hugo Chávez F. (1954-2013)
es diagnosticado con cáncer, sometido a tratamiento quirúrgico y quimioterapia
en Cuba hasta la fecha de su fallecimiento oficial en el Hospital Militar (en
Caracas), el 5 de marzo de 2013.
Escribo “fallecimiento
oficial” ya que surgieron rumores de que Chávez había fallecido antes en La
Habana. Recordemos que Chávez había
ganado las elecciones el 7 de octubre de 2012 para un cuarto mandato
consecutivo, es decir, murió como presidente en funciones.
La novela se desarrolla
entretejida en una serie de narraciones particulares que ponen en evidencia no
sólo las características singulares de Hugo Chávez, en especial, su carisma y
su carácter siempre militarista, sino situaciones que demuestran la debacle en
la que va cayendo nuestro país. Entre ellas tenemos: el poder que va ejerciendo
Cuba en Venezuela. El desarrollo de la sospecha continua entre uno y otro
venezolano, la ruptura de familias (chavistas y opositores o “escuálidos” como
los llamó Chávez); la pérdida de inmuebles alquilados por sus dueños; el tema
de la inseguridad y la violencia en las calles; la corrupción.
Llegando al final de Patria o Muerte, recuerdo, súbitamente, La Enfermedad. El final es parecido -con las distancias correspondientes a temas distintos- un final vacío, como si el autor hubiese decidido, de pronto, escribir una gran interrogante en el cielo. Se trata de dos personajes, dos niños: María y Rodrigo que se han hecho novios por Internet y que planean huir juntos (a alguna parte, a cualquier parte) ya que a ella se la quieren llevar a San Cristóbal posterior a la muerte de su madre (asesinada de dos balas en las calles de Caracas para robarla). Así termina Patria o Muerte, como con un plantón abrupto ante el borde de un precipicio que no se había visto, que ni siquiera nos hubiésemos imaginado que podía estar.
Me detengo un poco en
el título de la novela Patria o Muerte. Sabemos
que la palabra Patria hace referencia al lugar de origen o adopción de una
persona y al que se siente ligado por vínculos históricos, jurídicos y
afectivos. La palabra, proveniente del latín “terra patria” significa, literalmente, “tierra de los padres”. El término ha tenido diferentes connotaciones según la
época. Por ejemplo, durante la Ilustración (siglos XVII y XVIII) la palabra se asoció con la libertad y la
constitución. Por otra parte, la palabra Muerte hace referencia a la cesación o termino de la vida. Para el pensamiento
tradicional, la muerte implica la separación del cuerpo y el alma.
Me pregunto, ¿por qué
tener que escoger entre una (Patria) u otra (Muerte) opción? La frase se le atribuye a Ernesto Guevara (Argentina,
1928-Bolivia, 1967) y es utilizada por grupos procastristas. Por cierto, en 2011 el mismo presidente Chávez
pidió quitar la palabra Muerte del eslogan que le servía de arenga y
sustituirlo por ¡Patria socialista y victoria!, ¡Viviremos y venceremos! Yo
propongo: ¡Patria y Vida!
Patria
o Muerte es una buena novela. Cuenta hechos que cualquier
venezolano ha conocido por noticias o ha vivido en carne propia, etc. Lo que
cuenta de Chávez, su personalidad, el arrastre indudable que llegó a tener en buena parte de la
población venezolana también es conocido. En lo personal, el tema de su
enfermedad, cómo la vivió, cómo la sufrió, creo que es algo que no llegaremos a
saber con exactitud. De no ser pura ficción lo que cuentan de cómo lo vivió en
la novela, sólo puedo decir que, como dicen, el miedo es libre.
Lo que queda claro es
que Chávez era un hombre, un ser de carne y hueso, que vivió, que murió.
Escrito y publicado por Libia Kancev D.
Caracas, 21 de enero de
2025.