“La gente que conozco, incluyéndome, tiene un círculo de amigos, unos buenos, algunos regulares y otros malos. De cada uno tomas lo mejor y sigues adelante, no les pides lo que no tienen y no les das lo que no tienen capacidad para recibir” (255).
Adiós Miss Venezuela (2016) es una novela del escritor y abogado venezolano Francisco Suniaga (Isla de Margarita, 1954).
Leo un ejemplar de una
segunda edición (2017) publicada por ediciones Dahbar que me prestó mi cuñada
Julie González de Kancev. Éste, me dijo, sí me lo tienes que devolver porque me
lo regaló Carlos y el otro ejemplar que tengo está autografiado por Suniaga.
La novela está
ambientada en Caracas y la Isla de Margarita en el año 2017.
Relata el suicidio de
una ex miss Venezuela, María Genoveva Herrera Becher (MGHB) de cincuenta y cinco años de edad,
conocida como Beba, quien tenía diez
años separada de su esposo y se había ido a vivir a Margarita.
María Genoveva estaba
muy interesada en el arte y la cultura y pensaba estimularla en Margarita, para
lo cual creó un proyecto llamado Quattrocento, buscando apoyo de empresarios,
que permitiría mejorar la formación de los artistas margariteños pero el proyecto
no dio los frutos que ella esperaba.
Beba era no sólo
hermosa, sino inteligente y amable. Llegó a tener algunos amantes hasta que le
viene a la mente la idea del suicidio, el cual llevó a cabo en la playa La
Restinga, en una zona que desde que la conoció le pareció hermosa. Dejó una
nota escueta, sin destinatario preciso donde hablaba del suicidio y su deseo de
que nadie se culpase por el mismo.
María Genoveva su
suicidó de un tiro en el corazón. Los objetos que llevaba consigo fueron
robados y la policía judicial margariteña, a cargo del
coronel Salvador Sanabria, lo
investigó como un homicidio pero su esposo Alfonzo Pérez Castillo encontró su
nota pero no le aclaró nada a la policía y dejó que la investigación siguiera
su curso.
En parte, el hecho de
que Alfonzo Pérez Castillo no hablase del suicidio se debía al estigma que el
mismo aún tiene. En una rueda de prensa que el Jefe de la policía ofrece, un
periodista le preguntó si habían considerado la hipótesis del suicidio y el
Comisario respondió “Insinuar eso es faltarle el respeto a la memoria de la
víctima y a su familia. Eso está absolutamente descartado” (40).
Vale destacar que el
padre de Beba había muerto años atrás, fallecimiento que la afectó mucho ya que
lo amaba y admiraba sobremanera, mientras que su madre, Odilia, vivió más
tiempo y luego vivió afectada por una demencia senil hasta su muerte. Odilia se
casó al poco tiempo de la muerte de su esposo y se fue a vivir a París. Era una
mujer obsesionada con la idea de hacer teatro aunque no poseía mayores
cualidades. La relación con su hija Beba
fue complicada. Fue por su madre que Beba llegó a participar en el Miss
Venezuela que, a la postre, ganó.
Como dijimos antes,
Beba estaba casada con Alfonzo Pérez Castillo, dueño de la empresa de seguros
más importante del país, llamada Seguros Populares. Él era mucho mayor que ella
y al parecer, ella siempre lo vio como una
figura paterna y no como a un esposo. Tuvieron un hijo llamado Alfonzo Eduardo
que se había dedicado al arte y vivía en Alemania. Beba visitaba a su hijo con
cierta frecuencia y estaba satisfecha del hombre en el que se había convertido,
bastante independiente y seguro de sí mismo.
Cuando se suicida Beba,
casi un mes después estaba programado el concurso del Miss Venezuela de ese año
en Margarita. El Miss Venezuela tenía tiempo viniéndose a menos y se había
decidido realizar allí como forma de sacarlo a flote pero no fue sencillo con
todos los problemas que aquejaban a la isla, no muy distintos a los del resto
del país.
Por cierto, un grupo de
mujeres, afectas al gobierno y bajo la premisa de que se trataba de un acto
meramente capitalista, amenazaron con sabotear el concurso y al final, como veremos,
lo hacen.
El director del
concurso, desde hacía años, era Oscar Llabrés, conocido como el Rey de la
Belleza. Llabrés había nacido en Cuba y desde adolescente su madre lo había
mandado a Venezuela como una forma de protegerlo ya que, desde niño, había dado
muestras de homosexualidad. Era un hombre que tenía una especie de don para
convertir en bello todo lo que tocaba. Fue él quien planteó que el concurso se
celebrara en Margarita.
Cuando Llabrés supo de
la muerte de Beba se sintió muy afectado pues eran buenos amigos. Así, planteó
hacerle un homenaje durante el evento, dándola a conocer como la Miss Venezuela
Eterna.
No obstante, el conocido
concurso estaba sufriendo grandes transformaciones y el cargo de Llabrés iba a
cambiar. Inicialmente se sintió muy perturbado y pensó en oponerse pero luego
lo aceptó. El pasaría a ser, por cinco años, una especie de embajador del
certamen, ayudando a su globalización.
De pronto entra en
escena, el abogado margariteño, José Alberto Benitez quien es llamado a Caracas
por el bufete de abogados WPM, a través de su director, el Dr. Álvaro Sosa para
que se encargara de un trabajo. Benitez había sido, políticamente hablando, un
hombre de izquierda y hacía años había trabajado en el bufete antes mencionado
y compañero de estudios de Sosa.
La situación económica
de Benitez era precaria ya que la
mayoría de sus casos eran de gente de clase media y pobre pero el caso para el
que lo llama Sosa prometía una jugosa suma de dinero que serviría para
solventar algunas deudas que tenía junto con su esposa Elvira en la Asunción,
donde vivían.
Lo cierto es que el
viudo de Beba, Alfonzo Pérez Castillo había encargado al bufete la
investigación de la muerte de Beba aunque sabía perfectamente que se había
tratado de un suicidio.
Pérez Alfonzo le pidió
a Benitez que hablara con dos personas como parte de su averiguación: una era con
la señora María Mercedes MacGregor Paúl
que había sido Miss Venezuela en 1965 (Pérez Castillo le dijo a Benitez,
que esta mujer conocía los intríngulis del
Miss Venezuela y que se había relacionado con Beba) y con Oscar Llabrés
que se encontraba en Margarita.
Benitez fue recibido
por María Mercedes en el Country Club. Desde que la vio le pareció una mujer
muy hermosa, empática y bella a pesar de los años. María Mercedes le contó que
cuando estaba en el Miss Venezuela había intentado suicidarse. Que para la
época estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV)
y que se había hecho novia de un joven que estudiaba Administración. Que el
amor entre ellos fue intenso y que incluso ella le había entregado su
virginidad pero que el joven resultó ser muy celoso con lo de la participación
de ella en el concurso que finalmente ganó. Así, el joven le propuso que se
suicidaran juntos. Ambos estuvieron de acuerdo. Habían planeado que la primera
en morir sería ella (con un rifle) pero el disparo no la mató, ni le produjo
una lesión muy grave. El joven, al verla herida, desistió de la idea y la llevó
a una clínica de emergencia. María Mercedes se había salvado y siempre
interpretó la conducta de su novio como un acto de valentía pero ya escasamente
volvieron a verse. No obstante, María Mercedes le aseguró a Benitez que entre
ellos, había quedado un trato amable y
cariñoso. Lo del intento del suicidio fue un secreto a voces en la Caracas de la
época.
Luego María Mercedes se
había casado y tenido hijos pero insistía en contarle a Benitez que su primer
novio fue el gran amor de su vida.
Cuando el abogado
Benitez regresó a Margarita, habló con Oscar Llabrés, con una pareja que había
tenido Beba, había podido visitar su apartamento, ir al sitio donde ella se
había quitado la vida (lleno de flores producto del homenaje del Miss Venezuela).
Realmente no había encontrado nada que le sirviera de explicación al suicidio
de Beba.
Benitez tenía un amigo
psiquiatra (que tenía también su pasado de izquierda), llamado Pedro Boadas,
con quien establece interesantes conversaciones sobre el suicidio y también
sobre la decadencia del país.
Benitez se entera que un pescador, llamado Toribio Jiménez,
de cerca de treinta años, había sido detenido por el homicidio de Beba. Pidió
hablar con él.
El hombre le contó que
había presenciado el suicidio de Beba. Que él se hallaba pescando cerca y que
la había visto llevarse la pistola primero a la sien y luego al pecho. Le contó
que había corrido para ver si llegaba a impedir que se matara pero no pudo.
Agregó que la mujer le había apretado una mano antes de su último suspiro.
Reconoció haberse llevado sus efectos personales, tales como su yesquero, la
pistola y su bolso. Que llegó a vender la pistola a un delincuente y en un
allanamiento que le hicieron a éste, se la decomisaron y que el hombre lo
delató.
Llabrés había invitado
a Benitez a la gala del Miss Venezuela.
Poco antes de la misma recibió el mensaje que Alfonzo Pérez Castillo estaba en
Margarita, aunque habían quedado que él le mandaría los resultados de su investigación
a través del bufete de Sosa pero que deseaba hablar con él.
Los dos hombres se
vieron en el apartamento de Beba que estaban desocupando.
Durante la conversación
nos damos cuenta que Pérez Castillo sabía perfectamente que Beba estaba
deprimida y que ese había sido el motivo de su suicidio. Resulta que estaba más
interesado en saber lo que Benitez había conversado con María Mercedes
MacGregor P. Benitez le narró lo de la historia de su suicidio fallido y sobre
el gran amor de su vida. Para sorpresa de Benitez, lo que no le había dicho la
mujer era que ese novio había sido el propio Pérez Castillo y que este llevaba
una culpa inmensa desde lo ocurrido y que nunca había dejado de amarla.
En la gala del Miss
Venezuela que se desarrollaba de manera bastante exitosa, de pronto irrumpieron
un grupo de mujeres (como habíamos mencionado antes), que llevaron a sus
propias participantes y destruyeron buena parte del escenario, del vestido de
las mises y otros, haciendo que al final no se nombrara una miss Venezuela como
parte del concurso.
Adiós
Miss Venezuela es una muy buena novela que toma el
tema del concurso como base para hablar del suicidio y de la situación crítica
que vive nuestro querido país.
Escrito y publicado por Libia Kancev D.
Caracas, 12 de agosto de 2025.
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