lunes, 19 de agosto de 2024

La luna se ha puesto




Una verdad a la que no se da crédito nos hiere mucho más que una mentira.

 –Ese es el gran misterio que ha intrigado a los gobernantes de todo el mundo; cómo se entera la gente…Según dicen, a los invasores les preocupa ahora la forma en que las noticias eluden la censura, la forma en que la verdad se filtra. Es un gran misterio (73).

John Steinbeck

 

La luna se ha puesto (1942) es una novela del Premio Nobel de Literatura, 1962, el escritor estadounidense John Steinbeck (1902-1968). La leí hace unos años. La releí hace unos dos meses y acabo de terminar otra relectura.

Creo que lo que ha generado en mí esta lectura y relecturas de La luna se ha puesto tiene que ver con que esta novela me ha generado una serie de reflexiones muy claras sobre los conceptos de libertad, el de líder (sin que ese concepto signifique, para nada, una superioridad sobre las personas a las que se lidera). También lo que significa la importancia de la unión de un pueblo, un conjunto de personas, en fin, de cualquier grupo humano.

La novela nos narra la invasión de un pequeño pueblo por parte de un ejército extranjero que tiene como fin obtener el carbón de la mina que tiene ese pueblo para ser enviado a su país de origen.

Un miembro del país al que pertenece el ejército invasor tenía tiempo viviendo en el pueblo y se había ganado la simpatía de todos. Se llamaba George Corell. Nunca nadie había sospechado que pudiera ser un espía. Cuando se supo que había preparado la invasión al pueblo, el cariño que sentían hacia él se convirtió en absoluto desprecio y su vida corrió varias veces peligro.

Lo cierto es que el intendente Orden –máxima autoridad del pueblo- se comportó como un ciudadano más teniendo una actitud clara y sin dobleces.

Otro personaje es el Dr. Winter, médico del pueblo y muy amigo del intendente. Se entendían a la perfección y demostraron tener una amistad inquebrantable.

Por parte del grupo invasor, destaca el coronel Lanser, auténtico soldado pero que tenía su propia visión sobre la guerra y, en su fuero interno, llegó a admirar la postura del intendente. Pero estaba claro que tenía un deber que cumplir.

No se menciona de qué país vienen los invasores, sólo sabemos que no eran ingleses, ni rusos, ni norteamericanos, ni franceses, ni belgas, etc., pero sí sabemos que venían de un país que quería instaurar un Nuevo Orden Mundial.

El coronel Lanser debe lidiar con los soldados que tiene a su mando, los cuales van sintiéndose decepcionados a medida que pasaba el tiempo debido a que el pueblo, al unísono, los rechaza de diversas maneras, haciéndolos sentir despreciados. Es decir, la invasión, el poder de las armas, los intereses personales, etc., no hicieron que los pobladores (ni el intendente) se sintieran ni intimidados ni mucho menos dominados. Eran un pueblo libre y seguirían siéndolo aunque fuese en su pensamiento.

Dos de los soldados fueron asesinados, el capitán Bentick y el teniente Tonder. Uno de los pobladores, llamado Alex Morden, fue fusilado por la muerte del capitán Bentick y el teniente Tonder fue asesinado por la viuda de Alex, llamada Molly, cuando el teniente pretendió seducirla. Molly no pudo controlar su furia y su rencor (no pareciera que alguien del pueblo se halla enterado de lo que hizo Molly y si se enteraron nadie estaba dispuesto a denunciarla ante los invasores).

En un momento de la novela, el pueblo comienza a recibir ayuda de los ingleses, quienes le envían pequeñas bombas en paracaídas. Esta ayuda pudo ser posible ya que un par de hermanos que habían logrado escapar del pueblo, solicitaron dicha ayuda por petición del intendente.

Al final, el coronel Lanser, viéndose impelido a dominar al pueblo para que cumpliera con sus exigencias (y dejaran las bombas en su lugar y no las hicieran explotar) habla con Orden y le pide que mande a los pobladores que colaboren pero Orden le dice que no puede hacer eso, que su pueblo es libre. “El intendente habló con orgullo:…No puedo elegir entre la vida y la muerte, coronel, pero puedo elegir cómo morir. Si les digo que no luchen, lo sentirán, pero lucharán. Si les digo que luchen, se alegrarán, y yo, que no soy un hombre muy valiente, les haré un poco más valientes” (171).

En vista de la negativa del intendente, Lanser le dice que lo fusilará y Orden, aunque tiene miedo, acepta su destino.

Sin duda, La luna se ha puesto, muestra claros visos de idealismo, aún así, pienso que puede servir de guía, de aliciente, para los seres humanos cuando se proponen fines conjuntos, en especial, el de luchar y mantener su libertad, su soberanía. 

Excelente novela de Steinbeck.

 

John Steinbeck



Escrito y publicado por Libia Kancev D.

Caracas, 19 de agosto de 2024. 

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