Triote: El libro de Esther de Juan Carlos Méndez Guédez

“Una especie de mareo en el que yo me deslizaba”. (69)

“Desde hace años tengo la impresión de que nado en una especie de burbuja, un recipiente cerrado, una esfera gaseosa en la que extiendo mis brazos para dar algunas mínimas brazadas”. (97)

El libro de Esther (1999) es el segundo libro que leo del escritor venezolano Juan Carlos Méndez Guédez. Esta novela fue finalista, en el 2001, del XII Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.

El libro de Esther tiene tres partes: I.- Génesis, II.- El libro de Esther y III.- ¿San Juan1:1?

El libro de Esther es una historia ambientada en Caracas y en Tenerife (España) y nos narra parte de la vida de Eleazar Angarita entre sus 17 y 30 años de edad. Méndez Guédez, mezcla, muy acertadamente, partes del pasado y del presente de la vida de Eleazar, logrando, de manera muy efectiva, una narración sin generar bajones que confundan al lector y lo lleven a volver atrás, a cada rato, para retomar el hilo.

La vida de Eleazar, a los 17 años, se ve marcada por un amor adolescente hacia Esther, compañera del liceo. El día de su graduación de bachiller pensaba declarársele a Esther pero, un pequeño giro del destino lo lleva a relacionarse con Marilyn con quien se casa, mientras Esther sigue su propia vida.

Eleazar estudia comunicación social y trabaja en la sección cultural de un periódico, teniendo como jefe a Miguel Villalba a quien detesta, no sólo por el trato que tenía hacia él, si no porque Villalba, que era periodista, creía ser escritor y pensaba que debía ser considerado como tal. Al parecer, para Villalba ser escritor era una actividad superior a la de ser periodista. Por cierto, hoy en día, ambas actividades están muy ligadas.

La novela intercala un texto, escrito por Eleazar, que narra un supuesto secuestro de Mario Vargas Llosa, llevado a cabo por un grupo paramilitar, orquestado por Gabriel García Márquez. El mismo después es utilizado por Eleazar como una especie de venganza hacia su jefe Miguel Villalba.

El matrimonio de Eleazar y Marilyn termina en divorcio debido a que Marilyn desea tener un hijo y Eleazar resulta ser estéril. Por otro lado, Eleazar no se sentía capacitado para ser padre.

Posterior a la separación de Eleazar y Marilyn, Eleazar, que nunca había olvidado a Esther, decide buscarla. Se entera que ella se había ido a vivir a Tenerife con sus padres e impulsivamente decide comprar un boleto de avión y viaja hasta allá. Eleazar llega a Tenerife sin tener la menor idea de dónde encontrar a Esther. Llega a Tenerife en tiempo de carnavales y se topa con una pareja de arquitectos que daban clase en una universidad de la zona, quienes lo tratan muy bien. Se trata de Máximo y Hendrina (ella era venezolana), quienes disfrutan el carnaval con intensidad, disfrazándose de Caperucita Roja y de El Lobo respectivamente y a Eleazar le prestan uno de Dinosaurio Rosa. Máximo y Hendrina ayudan a Eleazar a buscar a Esther.

Entendemos que está a punto de lograrlo pero no es algo que queda concretado y pareciese que Eleazar regresa a Caracas. El final de El libro de Esther es abierto sujeto a la libre interpretación.

Aparte de otras experiencias que ligan a Eleazar y a Esther Sosa, tenemos que ella le deja en su clóset del liceo un libro de regalo que se trata de la gran Piedra de mar (1968) de Francisco Massiani (1944-2019) y, aunque no creo que haya sido por la mención directa del libro, mientras leía El libro de Esther, el estilo de Méndez Guédez me recordó la novela de Massiani.

Hay otro elemento en El libro de Esther que tiene que ver con la personalidad de Eleazar. Eleazar tiene claros rasgos obsesivos, tales como: no comía comida con mucha sal, con exceso de condimentos, le hacía a las bebidas alcohólicas que pensaba ingerir la prueba de las mucosas de los siete segundos, es decir, las probaba y si no le ardía en esos segundos, las consideraba adecuadas para consumir, si no, no. Le tenía miedo a los perros y otros elementos. Aún así, sus amigos (amistad trabada desde el colegio y que incluían a Enrique, a Carlos Jesús, la misma Esther) y Marilyn lo habían aceptado con lo que parecían “mañas” de Eleazar.

Hay algo que me ha sorprendido gratamente de El libro de Esther y se trata de la prosa fluida de Méndez Guédez, cargada de literariedad pero a su vez de una brillante sencillez para describir diversas circunstancias de su vida cargadas de corporeidad. Con esto último quiero decir que expresa sus vivencias externas y, en especial, las generadas por su cuerpo en forma frecuente generando frases, párrafos, con gran expresividad.

La novela toca otros temas, entre los que podemos mencionar, los cambios políticos y sociales en esos trece años en Caracas y el tema de la migración.

Excelente novela El libro de Esther, tanto así que me atrevo a afirmar que es una de las mejores novelas venezolanas que he leído.