“La experiencia, eso que llamamos experiencia, no es el inventario de nuestros dolores, sino la simpatía aprendida hacia los dolores ajenos.” (52)
“…también los
idealistas aciertan de vez en cuando.” (50)
El ruido de las cosas al caer (2011) es una novela del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973), con la cual ganó el Premio Alfaguara de novela 2011.
El
ruido de las cosas al caer es una novela apretada, digo apretada
en el sentido de que en ella se tocan temas de importancia en una extensión
relativamente corta.
La novela está formada
por seis capítulos titulados:
I.- Una sola sombra
larga; II.- Nunca será uno de mis muertos; III.- La mirada de los ausentes;
IV.- Somos todos escapados; V.- ¿What’s there to live for? y VI.- Arriba,
arriba, arriba.
Antonio Yammara (26
años) es un joven abogado que da clases en una universidad de Bogotá. Conoce en
un billar a un hombre llamado Ricardo Laverde (48 años) del cual se entera, por
otras bocas, que acababa de salir de la cárcel. Antonio y Ricardo establecen
una relación, en apariencia superficial pero al final vemos que la misma tuvo,
sobre todo para Antonio, un fuerte impacto.
En una conversación que
tienen los hombres, hacia finales de 1995, Ricardo le dice a Antonio que su
esposa está por llegar a Bogotá y luego que requiere una grabadora pues
necesita escuchar un casete. Por ello van a la Casa de Poesía José Asunción
Silva, que Antonio visitaba con frecuencia y les prestan una grabadora. Ricardo,
quien le dijo a Antonio que era piloto, piloto retirado, la escucha y sale del lugar bañado en lágrimas
sin esperar a Antonio el cual lo sigue. Al poco tiempo y ya casi dándole
alcance a Ricardo, este sufre un atentado donde resulta muerto y Antonio
gravemente herido.
Pasaron meses para que
Antonio se recuperara de la experiencia, en verdad, habían pasado años y no lo
había logrado. Había sufrido una lesión en una pierna y desarrollado algunas
fobias e incluso impotencia por lo cual estaba bajo tratamiento psiquiátrico.
Antes del atentado, Antonio se había enterado que una estudiante –llamada Aura
Rodríguez- con la que tenía una relación amorosa, estaba embarazada y, a partir
del embarazo, deciden vivir juntos.
Antonio y Aura tienen
una niña a la que le ponen el nombre de Leticia. La niña pasa a ser un consuelo
importante para Antonio.
En 2009 Antonio
escucha, en la televisión, la noticia de que habían matado a un hipopótamo que
pertenecía a la Hacienda Nápoles, adquirida por Pablo Escobar en 1979 y que
formaba parte de una gran cantidad de animales que Escobar había comprado. Esa
noticia resulta como un desencadenante para que Antonio quiera profundizar
sobre la historia de vida de Ricardo Laverde ya que, en las primeras veces que
se encontraron, Ricardo también escuchó
la noticia de la muerte del hipopótamo y comentó que ellos (los animales) no tenían
la culpa, en este caso, de la actuación del tristemente famoso capo colombiano
que fue muerto en 1993.
Antonio pensó que conocer
más acerca de la vida de Ricardo Laverde podía tener un efecto terapéutico en él
y ayudarlo a superar la vivencia traumática que había vivido.
Un día, Antonio va a la
casa donde vivía, en una habitación alquilada, Ricardo Laverde y allí obtiene mucha
información. Se entera que la dueña de la vivienda, llamada Consuelo Sandoval,
de 60 años, tiene el casete que llevaba Ricardo con él el día de su asesinato.
Antonio lo escucha. Se trataba de una grabación de la caja negra de un avión de
American Airlines, específicamente del vuelo 965, procedente de Miami que se
estrelló contra la montaña El Diluvio poco antes de hacer escala en Cali el 21
de diciembre de 1995. Allí venía Elena Fritts, norteamericana, esposa de
Ricardo Laverde. Elena regresaba para reencontrarse con su esposo después de 20
años de separación. La escucha de la grabación es muy ruda para Antonio.
El accidente
aeronáutico descrito sucedió en la vida real.
Tiempo después de la
visita de Antonio a la casa donde vivía Ricardo, recibe un mensaje telefónico
de una mujer llamada Maya Fritts (Maya Laverde), quien resulta ser la hija de
Ricardo Laverde y Elena Fritts. Maya lo invita a ir a su casa, situada como a 4
horas de Bogotá, en La Dorada “la ciudad que marca la mitad del camino entre
Bogotá y Medellín…” (55). Maya le dice “Quiero que venga a hablarme de mi
padre, a contarme todo lo que sepa.” (54).
Antes de que Antonio vaya
a La Dorada, se narra una escena entre Antonio y Aura. Ella compró un
consolador en vista del problema de impotencia que él estaba presentando.
Antonio reacciona mal y, días después, viaja a La Dorada respondiendo a la
invitación de Maya Fritts y sin darle mayores explicaciones a Aura sobre su
viaje.
Antonio y Maya, quien
era productora de miel, se encuentran y él pasa un par de días en casa de ella.
Antonio tarda en avisarle a Aura dónde está y eso genera un roce entre ellos,
sobre todo, por parte de Aura.
Maya se entera de lo
poco que Antonio sabía de Ricardo y ella le cuenta sobre Ricardo, su madre Elena
y sobre ella misma.
Maya le comenta a
Antonio que su madre, de joven, había
ido a Colombia para entrenarse en los llamados Cuerpos de Paz que se suponen
hacían un trabajo social en Colombia. En una casa que ofrecía habitaciones de
alquiler y donde llega Elena, conoce a Ricardo, pues la casa era de sus padres.
Casi de inmediato Ricardo y Elena empiezan a tener una relación y
posteriormente se casan. Ella es destinada a La Dorada.
Así, Antonio se entera
que Ricardo, quien efectivamente era piloto, había incursionado en el negocio
del tráfico de marihuana y luego en el de cocaína, lo que le permitió ganar
muchísimo dinero, sin embargo, resulta detenido en un viaje a Miami y es
condenado a 20 años de cárcel. En un principio, Elena no sabía de las
actividades de Ricardo. Se entera posteriormente y, aunque estaba preocupada, no
parecía tener plena consciencia de las implicaciones tan serias que ello podría
tener para su esposo y para su vida familiar en general.
Maya tenía consigo el casete
de la caja negra del avión y ella y Antonio lo escuchan muchas veces juntos.
Maya le cuenta lo que
recuerda de su padre de niña. Del gran amor que vivieron sus padres. Le dice
que su madre solo le contó lo de su padre, su encarcelamiento por tráfico de
drogas, poco antes de tomar el avión que la iba a regresar a Colombia donde se
mata.
El marco de El ruido de las cosas al caer incluye la
forma de ser de los colombianos, el grave problema del tráfico de marihuana y
de cocaína, la guerrilla, los asesinatos con balas, bombas, etc., también
relacionados con la política. En la novela se resalta cómo ha impactado todo lo anterior a la generación de
colombianos nacida en los años 70 y 80 del siglo pasado.
Cuando Antonio regresa
a su apartamento en Bogotá, se encuentra con que Aura se ha ido con Leticia.
Presumimos que vuelven a estar juntos ya que se querían.
El título de la novela,
El ruido de las cosas al caer, parece
relacionarse, con el ruido de las cosas al caer de un avión que se va a
estrellar y el ruido del impacto del avión per
se.
Escrito y publicado por Libia Kancev D.
Caracas, 1 de abril de
2024.
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