Sidi
Hay autores de los
cuales uno ha escuchado buenos comentarios y hasta leído algún texto de crítica
literaria pero que, sin embargo y sin saber exactamente por qué, no se ha
animado a leer nada de su narrativa. Hace un par de meses me prestaron varias
novelas (todas de autores españoles). Entre ellas venía Sidi, la novela más
reciente del escritor español Arturo Pérez Reverte (Cartagena, 1951).
Sidi
trata de parte de la vida del guerrero Rodrigo Díaz de Vivar -España, 1048-1099- que, como sabemos, fue
un líder militar castellano que lideró su propio ejército al que llegó a poner
al servicio tanto de castellanos como de moros, siendo ello su modo de vida.
Díaz de Vivar fue desterrado por el Rey Alfonso VI.
Vale destacar que
Rodrigo Díaz de Vivar también es conocido como el Cid Campeador y que existe el famoso poema El Cantar del mio Cid de autor anónimo.
Esta novela resalta el gran
valor de Díaz de Vivar no sólo como guerrero sino como líder. Destaca la
relación muy humana y solidaria que tenía con sus soldados. Sidi es
una novela bien escrita.
Sidi. Pérez-Reverte, Arturo. Editorial Alfaguara. Barcelona. España. 2019.
El maestro de esgrima
“…serenidad: la paz del alma, el único atisbo de sabiduría a que la imperfección humana podía aspirar”. (pág. 115).
“-
A todo se acostumbra uno, especialmente cuando ya no hay otro remedio. Si hay
que pagar, se paga; es cuestión de actitudes. En un momento de la vida se toma
una postura, equivocada o no, pero se toma. Se decide ser tal o cual: Se queman
las naves, y después ya no queda más que sostenerse a toda costa, contra viento
y marea”. (pág. 137).
Llega a mis manos, El maestro de esgrima (1988) la segunda
novela de Arturo Pérez Reverte, editada por Alfaguara.
También se trata, para
mí, de la segunda novela que leo de este prolífico autor español. Al igual que Sidi (2019), El maestro de esgrima es una novela muy interesante (posiblemente
más atractiva que Sidi). Esta novela
trata sobre la vida del maestro de esgrima Jaime Astarloa y está ambientada en
el año de 1866 en el que reinaba en España su majestad católica doña Isabel II.
Jaime Astarloa tenía 56
años. Era un hombre sencillo, solitario, apegado a las tradiciones de su época.
Por otra parte, también poseía una alta concepción de la valentía, de la
amistad y de la honestidad. Se mantenía dando clases de esgrima particulares.
Astarloa había estudiado esgrima desde su juventud y poseía un diploma que lo
acreditaba como maestro. Sin duda, era un gran maestro de esgrima, considerando
su profesión como un arte que, por otra parte, estaba entrando en una especie
de decadencia ante la aparición de las pistolas.
En el transcurso de la
novela, recibe una invitación para acudir a la casa de una joven y hermosa mujer
llamada Adela de Otero, recién llegada a Madrid, quien estaba interesada en
recibir clases de esgrima y, en particular, que Astarloa le enseñara una
estrategia, que había sido inventada por él llamada “la estocada de los doscientos
escudos” (pág. 52). Inicialmente, Astarloa se negó a aceptar a Adela como
alumna pero luego cedió y pudo percatarse que se trataba de una esgrimista muy
aventajada.
Adela, de la cual
Astarloa no llegó a conocer mayores detalles de su vida privada, después de
haber aprendido lo que necesitaba y que el maestro la pusiera en contacto con
el marqués de los Alumbres, Luis de Ayala que también era su alumno (y con
quien compartía una relación de amistad) prácticamente desaparece de la vida de
Astarloa, quedando él un tanto afectado pues sentía que se había enamorado de
la muchacha.
En una ocasión, el
marqués que se había relacionado con Adela, le da a Astarloa un sobre que le
pide no revisar y guardar, afirmando que se lo confiaba porque lo consideraba
su único amigo.
Luego se desarrolla una
trama ciertamente detectivesca que se inicia con el asesinato del marqués,
luego otras dos muertes más (una de las cuales, supuestamente se trataba de
Adela de Otero). Astarloa comienza a pensar que, de alguna manera, el sobre que
le había sido entregado por el marqués tiene algo que ver con su asesinato. Al
final, nos enteramos que Adela de Otero no había muerto sino que dirigía un
complot para recuperar el sobre entregado a Astarloa y, que si era necesario
matar a Astarloa lo haría ella misma.
El sobre en cuestión
contenía información de carácter político que podía ser muy perjudicial para el
preceptor de Adela de Otero. Dicha información no sólo lo situaba como un
hombre deshonesto sino también como un traidor de un grupo político al que
había apoyado con el fin de sacar del poder a la reina Isabel II, conflicto político
que, someramente, es expuesto dentro de
la novela.
Previo a un intento de
seducción por parte de Adela hacia Astarloa, intentando ella que él le entregue
una hoja faltante del sobre que ella ya había encontrado y destruido (no sin
antes torturar y matar a un amigo de Astarloa) y de cuya existencia Astarloa
desconocía, resultando que dicha hoja se había caído al suelo y deslizado debajo
de un mueble de la vivienda del maestro, se produce un duro duelo de esgrima
entre Astarloa y Adela. Adela muere de una estocada en el ojo.
El
maestro de esgrima resulta ser una novela interesante,
bien escrita, que mantiene in crescendo el interés del lector y que contiene elementos
que lleva a reflexiones que pudieran considerarse un tanto extra literarias
(por decirlo de alguna manera), casi filosóficas y/o existenciales que,
convierten a este novela en un texto que, definitivamente, vale la pena leer.
Escrito y publicado por Libia Kancev.
Caracas, 28 de abril de 2021.