martes, 26 de febrero de 2013

Poesía venezolana del siglo XX (2)

Qué buena poesía teníamos y tenemos, puesto que los poemas quedan, esperando por nosotros, por su lectura atenta. En la entrada anterior ya habíamos ofrecido poemas de Ángel Miguel Queremel pero aquí les dejamos dos más. Los otros poetas señalados también formaron parte del grupo Viernes, unos más conocidos y renombrados que otros, como es el caso de Vicente Gerbasi, cuyo poema más conocido es "Mi padre, el inmigrante" (1945), sin embargo, a nuestro parecer, la calidad "es" una constante en este grupo de poetas venezolanos.

Paisaje

Un cansancio de tarde arrebujado en frío,
lleno de árboles flacos, de sueño y de fastidio;
y un pino taciturno
junto al desdén del río
humanamente grave meditando un suicidio.

El grito tinte huraño del verde campesino
mancha un cielo sin luces, monótono, uniforme .. .
y en medio del paisaje el tedio de un molino
enrollando el silencio sobre su rueda enorme . ..

Sobre la carretera, un poste carcomido
crucifica el crepúsculo, sangrentado y dolido:
y su gran T mayúscula da un dolor de calvario.

Una luna de cuento amarilla y redonda
prepara sobre el cielo su cotidiana ronda
¡Y a lo lejos, se ahoga la voz de un campanario!

Ángel M. Queremel 

De: Barro Florido, Madrid, 1923.

Martirio y Muerte de la santa quietud

Del aire y del tiempo flor cercenada
cernido acero búscate sin descanso.
Todo el espacio es sangre y muerte de voces.
Reos de luna y sombra desaparecen.


Mareas de tres mares alzan tus párpados
 y cantos de sirena forjan tus rejas
de soledades blancas, enmohecidas,
en tu redonda celda de altos cerrojos.


Atada a tu silencio-viva columna
pájaros, soles, brisas, en largo espejo,
calcinada estadística de sueños tuyos
copian, humo que a altivo cielo fue reintegrado.

Vuelan insectos, polvo, dueños del mundo.
Agua y viento marchan con tu destino.
La flor de tu cabeza de humo y cabellos
Cae en el cesto amargo de tus raíces.

¿Dónde la cruz en vuelo, la golondrina?
¡Ay, libertad sin venas sobre los pulsos!
¡Ay, libertad sin nudos en las palabras!
Santa quietud, imagen en dos partida:
una en mi pena.

Ángel M. Queremel 

Santo y Seña, 1938.
.

TU VIAJE HACIA LAS SOMBRAS

Sin darme tus manos de nardo ¿hacia dónde caminas?
 El húmedo soplo de la noche entre los árboles
te ausenta de la tierra en donde mi voz te canta.
¿Hacia dónde diriges tus pasos, hacia qué islas
viajas despertando recuerdos de músicas celestes?
Oh niña, hija de los sueños inmensos, rodeada
 de frágiles murmullos, de ríos eternos y montañas,
hoy estamos ausentes, nos separan tantas cosas,
como fragmentos de llantos ocultos en los muertos.
Que así nadie nos mire, uno del otro ausente,  
que todas las almas límpidas crean en nuestro amor,
sobre todo las que sueñan encontrar eternamente
la mirada de Dios en el bosque y en el ruido del mar.
Sin darme tus manos de nardo  hacia dónde vas?  
¡Ah, no puedo mirar cómo te ausentas casi llorando
 hacia lo desconocido,  más allá de las frondas,
de los helados pies de la muerte y de los fríos!
Dime, ¿qué rumbo llevas hiriendo mis pálidas sienes?
 ¡Ah, no puedo ver hundirte en morados misterios!
Ya se siente el golpe que dará tu cuerpo al llegar :
te espera un fondo gris como un adiós de invierno.
 Allí tendrás que caer y quedarte confundida
 entre esas mujeres que dieron su corazón al otoño.
 ¡Ah, no puedo ver hundir tu alma en lo desconocido!
Sin embargo, en el día y la noche, te miraré llegar
 en el delgado viento que besa los apacibles vergeles.  (1939)

Otto De Sola, Carabobo, 1912- isla de Mallorca, España, 1975


Oh, alma errante en el bosque (Vigilia del náufrago, 1937)

Todo mi ser dormía en la celeste morada de los estanques
como si en mí los días movieran un jardín encantado,
y veía pasar las aldeas hacia un atardecer de olvido
en un silencio vago de lirios y de ríos.

Tenía el secreto de que la alondra lleva en su corazón al día
 y que en su canto de cielo alguien puede llorar.

Comprendí que el mundo todo era un. secreto:
un maravilloso y dolorido secreto,
en que todo puede cesar con el vuelo de una estrella.

Silencioso me hice como un viejo jardín lleno de sombras,
y vi que los aires sangraban por la espina de la rosa,
y el dolor se miraba en las fuentes dormidas,
cuando los días pasaban bañando de lágrimas los rostros.

Oí cantar los pastores y les vi caer en el día
bajo los astros que la noche abandona.
Oí el gemido de los niños rotos, como nardos,
vi la muerte callada como árboles talados,
mientras los días pasaban bañando de lágrimas los rostros.

Y mucho más comprendí, inundándome de sombras
hacia mi bosque de sueños adulto de rumores,
como un amor que se engendra entre la tierra y el cielo,
y mi corazón se hizo entonces del tamaño del mundo.

Fui el perseguido, el abandonado, el tremendo,
y sobre mi cuerpo cayeron los árboles robustos,
pesados, como tormentas, de inviernos y de estíos.

Pero alguien aun me llama desde la primavera . .. .. .
Vicente Gerbasi. (Canoabo, 1913- 1992)


Poema de “Escala en la Renunciación”
1

En soledad te exaltas, i y te abate el dolor que te revela!
Con tus arcillas colabora, hombre que te sentiste pequeño, no lo esperes todo de tu grito.
(Sangra tu pecho en que brotan islas .... )
Pero tus ojos están distantes.

2

Me restauran compensaciones.
La confianza, miel vertida, colorea todos mis espejos.
A las áridas fuerzas,
como el erizo entre sus dardos,
topografías dóciles opongo.

3


Mes pas ne seront plus trop grands ni trop petits. Jean MIlo.


Siento en mi frente un ardor nuevo y
en el oído un batir insigne
que no puede resolverse en figura.

4

Golpeado de interrogaciones,
no veo la Verdad entre verdades,
aunque el humo tiene sus héroes.
Números me desvelan ....
Sin lentitud, sin prisa, los persigo.

1938.

Rafael  Olivares Figueroa, Caracas, 1893- 1972. (Figueroa, al parecer, se dedicó, especialmente, a la poesía infantil, no obstante, no hemos encontrado ninguno para ofrecérselos aquí). 

2 comentarios:

  1. Que bueno "Paisaje" de Ángel Miguel.

    Saludos

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  2. "Sin embargo, en el día y la noche, te miraré llegar
    en el delgado viento que besa los apacibles vergeles". (1939)
    maravillosas figuras literarias, sin duda. Exquisitos Poemas.

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