Inés Muñoz Aguirre |
Ana T. Torres |
A Ivanka, por su afición al género negro
Según algunos autores de novela negra en nuestro país, en el mismo no existe "tradición" de este subgénero de la novela policial, en comparación con otros países de Latinoamérica. Nos interesa destacar que, dentro del género femenino, la escritora Ana T. Torres (Caracas, 1945) ha escrito novela policial (¿novela negra?) como es el caso de El Corazón del otro (2004) y La Fascinación de la víctima (2008). Ahora, La segunda y sagrada familia (2012) de la escritora venezolana Inés Muñoz Aguirre, viene a acompañar a Torres para conferirle mayor vida a la novela negra. La segunda y sagrada familia prácticamente acaba de ser publicada por Ediciones B, inaugurando la serie (de novela negra) Vértigo, dirigida por la escritora, guionista y dramaturga Mónica Montañés (Caracas, 1966).
Es conocido el hecho
de que la novela negra tiene como caldo de cultivo las situaciones de crisis
política, social y/o económica en los diversos países. Aunque nuestro país no
está exento de tales crisis, en especial con el tema de la violencia que ubica
a Caracas como una de las capitales más peligrosas del planeta, la novela negra
no presenta, como ya hemos afirmado, un mayor desarrollo, realidad que sigue siendo una
interrogante sin respuesta satisfactoria para algunos de nuestros más conocidos
escritores que trabajan el género. Lo que sí parece estar claro es que existen buenas
expectativas de que se escriba (se edite y publique) más novela negra. En
Latinoamérica, una de las particularidades más resaltante de este género es su
utilización como forma de crítica y denuncia social. La segunda y
sagrada familia no escapa de ello sobre todo en relación al tema de la
ineficacia policial y al del lugar secundario en el que es posicionada la mujer
en nuestra sociedad (y, muchas veces, en las que ella misma se sitúa).
Diez días resultan
suficientes para narrar la historia de La segunda y sagrada familia. Se
trata de un relato, en esencia, lineal y con una multiplicidad de personajes.
Su escritura tiene un estilo cinematográfico por la rapidez con que se
relatan las escenas descritas. Creemos que ello explica algunas confusiones que
nos obliga a volver atrás en ciertos momentos. La novela está ambientada
en nuestra ciudad capital y se desarrolla en los días previos a unas elecciones
presidenciales donde el candidato principal Emiro Castellanos tiene dos
familias constituidas, hecho conocido públicamente. La primera familia, la
“legal” y la segunda en donde Castellanos hace vida marital con una conocida
periodista. Con cada una de sus parejas, Castellanos tiene tres hijos. Ambas
mujeres, la esposa y la amante toleran la situación pero no sucede lo mismo con
los hijos. En medio del período pre electoral, la esposa de Castellanos
comienza a ser víctima de una serie de amenazas que se materializarían en nueve días.
Así, día tras día y
horas tras horas se van sucediendo una serie de acontecimientos que, de inicio,
nos muestra a una policía que luce ineficaz para hallar al o a los responsables
de las amenazas pero, cerca del final, se expone que no había tal ineficacia
puesto que el caso se resuelve favorablemente. La conclusión de la trama está
muy relacionada con la sagacidad e intuición de Carolina Larotta, la abogada y detective protagonista. Hay dos muertes en la
novela: una que no llega a ser esclarecida y la de la asistente de la esposa de
Castellanos que colaboraba con las amenazas pero no por interés directo sino
por una relación amorosa que mantenía con uno de los involucrados en el hecho
delictivo.
Un tema que no pasa
por alto en la novela de Muñoz Aguirre es el de “la mujer”. Por un lado está el
de una mujer que asume con firmeza un cargo que con gran frecuencia es ocupado
por hombres; por otro lado, dos mujeres enamoradas de un mismo hombre y que lo
justifican continuamente; otra mujer que se involucra en un delito (contra otra
mujer) por mantener relaciones con un joven que podría ser su hijo. En este
sentido, la novela puede servir como debate dentro del ámbito del feminismo en
el país.
Pensamos que La
segunda y sagrada familia está bien escrita, que en la misma hay un
manejo adecuado del suspenso, que es difícil que un lector interesado no se
formule hipótesis sobre los responsables del delito. También que una lectora no
cuestione las posturas de los personajes femeninos más protagónicos.
En el marco del
Segundo Encuentro Internacional de Narradores llevado a cabo recientemente en
nuestro país, Muñoz Aguirre, quien además es comunicadora social y dramaturga
de amplia trayectoria, mencionó que había escrito la novela en seis meses y que
ya se aprestaba a escribir la siguiente.
La segunda y sagrada
familia es una novela
recomendable tanto para los amantes de la lectura en general como para los
aficionados a la novela negra en particular.
Caracas, 21 de
diciembre de 2012.
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