sábado, 22 de diciembre de 2012

LA SEGUNDA Y SAGRADA FAMILIA

Inés Muñoz Aguirre

Ana T. Torres 










A Ivanka, por su afición al género negro

Según algunos autores de novela negra en nuestro país, en el mismo no existe "tradición" de este subgénero de la novela policial, en comparación con otros países de Latinoamérica. Nos interesa destacar que, dentro del género femenino, la escritora Ana T. Torres (Caracas, 1945) ha escrito novela policial (¿novela negra?) como es el caso de El Corazón del otro (2004) y La Fascinación de la víctima (2008). Ahora,  La segunda y sagrada familia (2012) de la escritora venezolana Inés Muñoz Aguirre, viene a acompañar a Torres para conferirle mayor vida a la novela negra. La segunda y sagrada familia prácticamente acaba de ser publicada por Ediciones B, inaugurando la serie (de novela negra) Vértigo, dirigida por la escritora, guionista y dramaturga Mónica Montañés (Caracas, 1966).

Es conocido el hecho de que la novela negra tiene como caldo de cultivo las situaciones de crisis política, social y/o económica en los diversos países. Aunque nuestro país no está exento de tales crisis, en especial con el tema de la violencia que ubica a Caracas como una de las capitales más peligrosas del planeta, la novela negra no presenta, como ya hemos afirmado, un mayor desarrollo, realidad que sigue siendo una interrogante sin respuesta satisfactoria para algunos de nuestros más conocidos escritores que trabajan el género. Lo que sí parece estar claro es que existen buenas expectativas de que se escriba (se edite y publique) más novela negra. En Latinoamérica, una de las particularidades más resaltante de este género es su utilización como forma de crítica y denuncia social. La segunda y sagrada familia no escapa de ello sobre todo en relación al tema de la ineficacia policial y al del lugar secundario en el que es posicionada la mujer en nuestra sociedad (y, muchas veces, en las que ella misma se sitúa).

Diez días resultan suficientes para narrar la historia de La segunda y sagrada familia. Se trata de un relato, en esencia, lineal y con una multiplicidad de personajes. Su  escritura tiene un estilo cinematográfico por la rapidez con que se relatan las escenas descritas. Creemos que ello explica algunas confusiones que nos obliga a volver atrás en ciertos momentos. La novela está ambientada en nuestra ciudad capital y se desarrolla en los días previos a unas elecciones presidenciales donde el candidato principal Emiro Castellanos tiene dos familias constituidas, hecho conocido públicamente. La primera familia, la “legal” y la segunda en donde Castellanos hace vida marital con una conocida periodista. Con cada una de sus parejas, Castellanos tiene tres hijos. Ambas mujeres, la esposa y la amante toleran la situación pero no sucede lo mismo con los hijos. En medio del período pre electoral, la esposa de Castellanos comienza a ser víctima de una serie de amenazas que  se materializarían en nueve días.

Así, día tras día y horas tras horas se van sucediendo una serie de acontecimientos que, de inicio, nos muestra a una policía que luce ineficaz para hallar al o a los responsables de las amenazas pero, cerca del final, se expone que no había tal ineficacia puesto que el caso se resuelve favorablemente. La conclusión de la trama está muy relacionada con la sagacidad e intuición de Carolina Larotta, la abogada y detective protagonista. Hay dos muertes en la novela: una que no llega a ser esclarecida y la de la asistente de la esposa de Castellanos que colaboraba con las amenazas pero no por interés directo sino por una relación amorosa que mantenía con uno de los involucrados en el hecho delictivo.
Un tema que no pasa por alto en la novela de Muñoz Aguirre es el de “la mujer”. Por un lado está el de una mujer que asume con firmeza un cargo que con gran frecuencia es ocupado por hombres; por otro lado, dos mujeres enamoradas de un mismo hombre y que lo justifican continuamente; otra mujer que se involucra en un delito (contra otra mujer) por mantener relaciones con un joven que podría ser su hijo. En este sentido, la novela puede servir como debate dentro del ámbito del feminismo en el país.

Pensamos que La segunda y sagrada familia está bien escrita, que en la misma hay un manejo adecuado del suspenso, que es difícil que un lector interesado no se formule hipótesis sobre los responsables del delito. También que una lectora no cuestione las posturas de los personajes femeninos más protagónicos.

En el marco del Segundo Encuentro Internacional de Narradores llevado a cabo recientemente en nuestro país, Muñoz Aguirre, quien además es comunicadora social y dramaturga de amplia trayectoria, mencionó que había escrito la novela en seis meses y que ya se aprestaba a escribir la siguiente.

La segunda y sagrada familia es una novela recomendable tanto para los amantes de la lectura en general como para los aficionados a la novela negra en particular.

Caracas, 21 de diciembre de 2012.

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