lunes, 23 de mayo de 2011
Thomas Bernhard. Escritor insoslayable
Thomas Bernhard: poeta, novelista y dramaturgo. Nacido en Heerleen (Holanda) el 9 de febrero de 1.931 y fallecido en Austria el 12 de febrero de 1.989. Padeció una infancia de grandes carencias económicas, afectivas y corporales (tenía una enfermedad pulmonar crónica). Fue un autor intenso, insoslayable, al que hay que leer minuciosamente. Su producción literaria fue extensa. Está considerado como uno de los principales literatos del siglo XX. Aquí les dejo un fragmento de la prosa y un poema de Bernhard como abreboca de la literatura y vida de éste hombre.
Desconfianza en el lenguaje
"El lenguaje es inútil cuando se trata de decir la verdad, de comunicar cosas, sólo permite al que escribe la aproximación, siempre, únicamente, una aproximación desesperada y, por ello, dudosa al objeto, el lenguaje sólo reproduce una autenticidad falsificada, una deformación espantosa, por mucho que el que escribe se esfuerce, las palabras lo aplastan todo contra el suelo y lo dislocan todo y convierten la verdad total en mentira sobre papel."
Tomado de El frío, 1.981
A Kiefer
También Dios oye mi plegaria
de mañana en el trigal
donde el viento
congrega a los niños del mediodía
y los difuntos
descansan de sus cerebros
contra el muro
Dios me oye
en la oscuridad de la lluvia
y en los caminos
de hierbas amargas y piedras brillantes
sobre las calaveras de la noche
que en mis sueños se hacen añicos
de miedo
Dios me oye
en todos los rincones del mundo.
In Hora Mortis, 1.958.
Caracas, 24 de mayo de 2.011.
viernes, 13 de mayo de 2011
¡Se me ha pérdido mi clave!
"La noche, la infancia, las tinieblas, las tinieblas, las tinieblas, el terror y la sangre, sangre, carne y sangre, los sueños, abismos, abismos insondables, soledad, soledad, soledad tocamos pero estamos a distancias inconmensurables, tocamos pero estamos sólos."
Tomado de Sobre Héroes y Tumbas de Ernesto Sábato.
Vivimos en una época donde la palabra clave (lat. clavis) está en la palestra de la cotidianidad. Una clave de acceso, en términos informáticos, es un código para utilizar un programa, una computadora, etc. Está la clave de las tarjetas de débito, la de la banca electrónica, la clave telefónica, la clave para entrar en nuestra sesión de la computadora, la clave para acceder a nuestros correos electrónicos, la clave para entrar a alguna de las redes sociales que frecuentamos como Facebook.
Por otra parte, están las claves de seguridad de nuestros teléfonos celulares, también la clave de los teléfonos de CANTV cuando decidimos bloquear el uso del cero para evitar que se hagan llamadas a celulares o llamadas internacionales y pare usted de contar. Todo ello con el agregado de que dichas claves deben ser secretas, la recomendación de cambiarlas cada cierto tiempo, no olvidarlas, recordar no anotarlas en ningún papel, conservarla en nuestra memoria, estar atentos a que cuando la estemos usando nadie la vea, si no corremos varios riesgos: que nos clonen la tarjeta y nos dejen "sin medio"; ir al banco para hacer el reclamo correspondiente (cruzar los dedos para que nos devuelvan el dinero); el bloqueo de la tarjeta, la pesadilla de ir al banco, volver a tomar un numerito, esperar sentados (en el mejor de los casos) o de pie a que nos llamen para solucionar el problema, introducir una clave nueva que debe ser cambiada al estar activa la tarjeta. Por cierto, ésto de la espera en un banco para mí es crucial porque se hace casi imposible leer. A cada rato suena el aviso del número de turno: hay que estar pendiente de eso y concentrarse en la lectura se hace muy difícil. Una auténtica tortura.
Todas estas claves son numéricas y algunas de ellas deben ser combinadas con letras. Tanta importancia tiene que cuando la creas, hasta la computadora "te dice" qué nivel de seguridad tiene tú clave. ¡Ah!, se me olvidaba que también están las claves especiales.
Todo éste preámbulo para decirles que se me ha perdido mi clave. Una super especialísima por lo que de vital tiene. Me refiero a la clave que nos conduce a tener una vida más vivible, más humana, más estable y, por qué no, una vida feliz aún considerando la relatividad de tal palabra. El tiempo de su extravío no es muy lejano, las razones de la pérdida no me resultan nada obvias. He pensado, he reflexionado, he analizado y nada que ver. Mucho les agradecería a las personas que por algún motivo leen este blog, tengan la gentileza de darme alguna idea, alguna pista, alguna sugerencia y/o recomendación de cómo recuperarla. La relevancia de que regrese conmigo es palmaria.
Caracas, 13 de mayo de 2.011
lunes, 9 de mayo de 2011
Musil: Las Tribulaciones del estudiante Törless
"Cuando uno ama, todo es amor, aunque vaya unido al dolor y al aborrecimiento."
"Ahora no sé nada de enigmas. Las cosas suceden; he aquí la suprema sabiduría."
R.M.
Las tribulaciones del estudiante Törless (1.906) del escritor austriaco Robert Musil (Klagenfurt, 6-11-1.880, Ginebra, 15-4-1.942) es una de las novelas que he leído que posee una gran profundidad psicológica. Hay muchas, es cierto y Demian, reseñada en la entrada anterior también.
Allí se narra la historia de un joven que había ido a estudiar en el Instituto W, situado al este de Rusia. Se trataba de un famoso instituto donde estudiaban jóvenes de la alta sociedad, cuya finalidad esencial era: "...preservar a la juventud de las corruptoras influencias de la gran ciudad." El joven Törless era hijo único y provenía de lo que podríamos definir como un hogar feliz. Desde hacia tiempo él quería estudiar allí pero, al poco tiempo de entrar, ya quería salirse y escribía cartas a sus padres para que lo sacaran. Éstos lo interpretaron como una etapa inicial de desadaptación y, con el tiempo se fue acostumbrando. Los padres nunca pensaron en la existencia de: "...síntomas de un desarrollo interior...Se les escapó por entero que se trataba del primer intento frustrado que hacia el joven por desplegar sus energías interiores." Esta etapa coincide con su pubertad y el despertar de sus pulsiones sexuales. El joven empieza ha relacionarse con varios compañeros, precisamente con los que tenían peor conducta (tal vez, ello podría sugerir un acto de rebeldía) y vino a ser como un discípulo de ellos; Beineberg, Reiting, Basini. Tenían talento pero en ocasiones eran agresivos, revoltosos y hasta brutales. Törless se había apegado a ellos, muy probablemente por su propia falta de iniciativa, también tenía una gran tendencia hacia lo espiritual y poseía un tacto muy agudo ante las bromas y la brutalidad que consideraba ridículos. Por estas razones, Törless experimentaba "...una inquietud interior que no le permitía ni tan sólo encontrarse a sí mismo. " Éstos compañeros lo protegían y escuchaban sus opiniones porque: "...en efecto, el espíritu de Törless, era el más agudo y ágil. Una vez lanzado a una aventura, Törless imaginaba las combinaciones más intrincadas y fructíferas. Nadie como él podía predecir con tanta precisión las diferentes posibilidades que podían esperarse de la conducta de alguien en una situación dada; pero cuando se trataba de tomar una decisión, basándose en las posibilidades psicológicas, de asumir una determinada responsabilidad y obrar de acuerdo a ella, Törless renunciaba..."
Beinerberg era hijo de un oficial de caballería que había servido en La India y que había quedado muy influido por la filosofía hindú, cosa que le transmitió a sus hijos. Dentro de sus características físicas resaltaba el hecho de poseer grandes orejas y un rostro pequeño e irregular que recordaba al de un murciélago. Un día va con Törless a visitar a una prostituta llamada Bozena. Bozena producía en Törless sentimientos encontrados en relación a su madre y de los cuales se avergonzaba. Ella les contó sobre un compañero de ellos -que resultó ser Basini- que, al parecer aborrecía a las mujeres y que sólo se dedicaba a hablar con ella.
Reiting era alto y era bastante malicioso.
La trama central de la novela gira alrededor del siguiente hecho: un día Reiting descubre que Basini le había robado dinero de un sitio que los estudiantes llamaban las arcas, una especie de baúl que estaba al fondo del salón y donde los alumnos acostumbraban a guardar cosas, entre ellas, dinero. Reiting le exige su dinero de inmediato a Basini y lo vigila. Resulta que a Beinerberg también le roban dinero y Reiting está seguro que fue Basini. Reiting habla con Basini y practicamente éste último se delató a sí mismo. Así, Reiting, Beineberg y Törless deciden convertir a Basini en una especie de esclavo. En realidad, Törless no le veía sentido a eso. Más bien su primera reacción fue de orden moral, considerando que un ladrón no podía estudiar con ellos, que no era digno de estar en el Instituto. Tanto así que, Törless le escribe una carta a sus padres comentando la situación y teniendo la convicción que éstos harían algo al respecto. No obstante, la respuesta de sus padres fue conciliadora. A partir del momento del acto de Basini se inicia su calvario. Reiting y Beinerberg habían descubierto un desván abandonado y lo consideraron como el lugar secreto para sus reuniones. Físicamente, Basini era alto, de contextura débil, de movimientos blandos y perezosos y poseía rasgos femeninos. De inteligencia limitada, no tenía habilidad para los deportes, era algo afable pero mentiroso. Era percibido por sus compañeros como un ser inferior moralmente hablando y como un necio. Era muy sugestionable y luego se sorprendía de las consecuencias que ésto le traía.
Una noche Beinerberg despertó a Torless y le dijo que Reiting tenía relaciones íntimas con Basini. Törless dijo: " -Nunca hubiera pensado eso de Reiting... - ¿Y está enamorado?. Beinerberg respondió: " -No veo ninguna señal de eso. No es tan mentecato. Mantiene relaciones con él, se entretiene con él, a lo sumo, le gusta físicamente." Beinerberg le dice a Törless que él buscará la forma de sacar provecho de la situación. Törless continua sin estar de acuerdo pero empieza a sentir que Basini le despierta cierta voluptuosidad.
Una noche, los tres van al desván. Resting había citado allí a Basini. Reiting y Beinerberg lo desnudan, lo flagelan, lo golpean. Törless se queda viendo y aunque rechaza el hecho, experimenta gran excitación sexual, sensación que lo lleva a cuestionarse mucho. Törless intenta alejarse de toda esta situación y comienza a interesarse más por sus estudios pensando que: "Si ésto es verdaderamente una preparación para la vida como dicen, entonces tiene que haber aquí algo de lo que yo busco." En especial, llama su atención las matemáticas: el infinito, los números irracionales y los llamados resultados imaginarios. Incluso va a conversar con su joven profesor de matemáticas y éste le dice que él todavía está muy joven para comprender. Aún así, el profesor le muestra un libro de Kant y Törless empieza a tener interés por la filosofía pero concluye que leer a Kant no es sencillo.
En ocasión de dos días feriados, la mayoría de los alumnos van a sus casas pero ni Basini ni Törless salen. Törless pasa unos días luchando consigo mismo por una serie de sentimientos que le inspira Basini aunque sigue pensando que es un cobarde. Una noche, lo presiona para subir al desván y Basini lo hace como un autómata. Al llegar allí y sin que Törless se diera cuenta, Basini se desnudó. Törless se sorprende: "Cuando se volvió, Basini estaba frente a él, desnudo. Involuntariamente Törless retrocedió un paso: La repentina aparición de ese cuerpo desnudo, blanco como la nieve, detrás del cual el rojo de las paredes parecía sangre, lo deslumbró y lo intimidó. Basini tenía hermosas formas. Su cuerpo estaba desprovisto casi de todo rastro de líneas viriles. Era de una delgadez esbelta, casta, como la de una muchacha; y Törless sintió que la imagen de esa desnudez encendía sus nervios, con cálidas, blancas llamas. No podía sustraerse a la fuerza de esa belleza...y la belleza se le había manifestado por el camino de la sensualidad...Pero, pasado el primer momento de sorpresa, Törless se avergonzó tanto de una cosa como de la otra ¡pero si es un hombre!. El pensamiento le sublevó más, así y todo, le parecía que una muchacha no podía estar hecha de otra manera." Törless le exigió que se vistiera y se puso a interrogarlo sobre el por qué permitía que sus compañeros lo maltrataran y Basini responde que no puede hacer otra cosa, además le comenta que Beinerberg es más agresivo que Reiting y que él sólo espera que todo pase.
A raíz de la reacción que Törless tiene ante Basini, éste comienza a buscarlo para que tenga relaciones con él. Törless se niega pero la voluptuosidad que venía acechándolo días atrás, lo venció y se dice a sí mismo: "éste no soy yo...No soy yo...¡Sólo mañana volveré a ser yo!...¡Mañana!. Törless y Basini continuaron viéndose pero estaba claro que Törless quería terminar con esa situación e intenta alejarse. Cuando sus compañeros regresan de los días libres, Reiting y Beinerberg quieren seguir acosando a Basini y ésta vez Törless no quiere saber nada de eso pero lo hacen ir al desván y nuevamente Basini es sometido (y se deja someter) por Reiting y Beinerberg. Törless les dice que ya basta y decide irse. Sus compañeros lo confrontan y le dicen que saben lo que ocurrió entre ellos y que los van a exponer a los dos ante todos los alumnos. Törless le escribe a Basini y le aconseja que confiese y aunque éste lo hace, se abre una investigación donde todos salen bien parados excepto Basini que resulta expulsado. Ese día Törless se siente muy presionado y huye del colegio. Lo encuentran, lo interrogan y aunque el no resulta comprometido en ningún momento, dice algo al final de la novela donde pretende explicar lo que había ocurrido con Basini y lo que había ocurrido dentro de su propio mundo interior con la situación vivida. Los profesores no entienden lo que dice y recomiendan que se vaya del colegio, argumentando que se haya sobreexcitado y en un estado de confusión. Hay un capítulo, mucho antes del final, donde Musil, nos muestra a un Törless ya adulto dedicado a la vida intelectual y aunque optaba por la existencia de reglas morales, su actitud personal ante lo que ocurrió en el Instituto lo hace ser una persona más abierta.
Quiero hacer notar que esta novela tiene muchos elementos de análisis. Desde La Escuela, los Maestros, la Sexualidad; la homosexualidad, el Sadismo, el desarrollo interior de los jóvenes, etc. que sería interesante discutir.
Robert Musil es el autor de la novela inacabada El Hombre sin atributos (1.930-1.943), considerada una de las obras narrativas más ambiciosas del siglo XX.
martes, 3 de mayo de 2011
Una relectura: Demian de H. Hesse
"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."
Hermann Hesse.
Demian (1.919) fue una de las primeras novelas que he leído en mi vida, hace ya unos cuantos años y, a través de ella, conocí a Hermann Hesse,(Alemania, 1.877- Suiza, 1.962), premio Nobel de Literatura 1.946 y, sin duda, un gran escritor.
Decidí releer Demian pues sólo recordaba de ella que era una historia sobre un adolescente y también que me había hecho llorar aunque no evoco, en este presente, el por qué.
Demian consta -según la edición que poseo- de 8 capítulos y una introducción. Aparte de su título, se precisa: Historia de la juventud de Emil Sinclair, seudónimo utilizado por Hesse.
En la corta introducción, el autor señala que su historia le importa mucho pues es su propia historia, la historia de un hombre real, único y vivo. Resalta que la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención. También que Demian no es un relato agradable, no es dulce y armonioso como las historias inventadas sino que tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a sí mismos. Tal introducción resulta prometedora de lo que luego leemos. Demian está llena de frases que provocan ser pensadas y repensadas, unas tal vez cuestionables y otras con las cuales definitivamente es difícil no estar de acuerdo.
Emil Sinclair comienza a narrar su historia desde que tenía diez años. Era el único varón, tenía dos hermanas, su madre y su padre. Emil habla de la existencia de dos mundos: el de su casa plagada de amor, cariño, religión, seguridad, etc. y otro mundo donde estos elementos no existían sino que, por el contrario, se caracterizaba por la maldad, la agresión, la intimidación. Emil los diferenciaba bien y aunque disfrutaba mucho del primero reconocía que sentía cierta atracción por el segundo.
Sinclair estudia en el Instituto de Letras y un día, haciendo gala de presunción ante unos compañeros y un joven guapetón llamado Franz Kromer, comenta que había robado unas manzanas y Kromer empieza a chantajearlo. Durante un período, Emil pasa por terribles momentos sometido a Kromer. Durante ese tiempo, llega al colegio un joven mayor que él y que estaba en un curso superior al suyo. No obstante, parecía ya un hombre no sólo por su apariencia física sino por su forma segura y serena de hablar. Se llamaba Max Demian.
De inmediato, Emil siente curiosidad por Demian y poco a poco se van relacionando. Un día, comparten una clase donde se narra la historia de Caín y Abel. Demian le dice que se trata de una historia rara y que él piensa que puede ser interpretada de forma distinta a como lo han hecho en la clase. Demian explica: "...no se puede estar satisfecho con la explicación que se nos da de Caín y la señal que lleva en su frente. ¿No te parece?. Que uno mate a su hermano en una pelea, puede pasar: que luego le de miedo y se arrepienta, también es posible; pero que precisamente por su cobardía le recompensen con una distinción que le proteja y que inspire miedo a los demás, eso me parece muy raro...El estigma fue lo que existió en un principio, y en el se basó la historia. Hubo un hombre con algo en el rostro que daba miedo a los demás. No se atrevían a tocarle; él y sus hijos les impresionaban...quizá...no se trataba de una auténtica señal sobre la frente...tal vez...un poco más de inteligencia y audacia en la mirada. Aquel hombre (Caín) tenía poder, aquel hombre inspiraba temor...Esto podía explicarse como se quisiera; y siempre se prefiere lo que resulta cómodo y da razón...Ésta no se explicaba como lo que era, es decir, como una distinción, sino como lo contrario. La gente dijo que aquellos tipos con la señal eran siniestros; y la verdad, lo eran. Los hombres con valor y carácter siempre les han resultado siniestros a la gente." Emil le responde: " -Sí, eso quiere decir que Caín no fue malo. Entonces, ¿toda la historia de la Biblia es mentira?." Demian dice: " -sí y no. Estas viejas historias son siempre verdad, pero no siempre han sido recogidas y explicadas como debiera ser. Yo pienso que Caín era un gran tipo...era verdad sólo lo referente al estigma que Caín y sus hijos llevaban y que les hacían diferentes a la demás gente." Acota Demian que seguramente lo del asesinato de Abel fue verdad. "El más fuerte mató al más débil. Que fuera su hermano, eso ya se puede dudar. Además...todos los hombres son hermanos...En todo caso, los débiles tuvieron miedo y empezaron a lamentarse mucho". Demian se pregunta por qué no habían matado a Caín y argumenta que "...todos fueron cobardes pues alegaban que no se podía pues llevaba una señal. ¡Dios le ha marcado!. Así nació la mentira."
Después de este diálogo y continuando Emil bajo la presión de Kromer, Demian se entera de lo que ocurría y hace - no sabemos cómo- que Kromer deje en paz a Emil. Emil se siente feliz, habla con sus padres sobre lo acaecido, "regresa" a la paz de su hogar, sin embargo, no muestra ninguna gratitud por Demian, cosa que él reconoce. Así, Emil no sólo se olvida de Kromer sino también del mismo Demian. Emil se siente mejor aunque intuye que algo ha cambiado dentro de él.
Demian intenta buscarlo e incluso un día Emil lo ve parado frente a su casa dibujando un escudo con un águila que estaba sobre el portón. Otro día se lo encuentra cuando él y un grupo de compañeros presencian la agonía de un caballo herido mortalmente.
Tiempo después vuelven a encontrarse cuando hacen juntos las clases preparatorias para la Confirmación. Demian, a través de sus palabras le enseña a Emil la importancia de cuestionar, de ir formándose sus propias opiniones, experiencias que para Emil eran desconocidas. También le habla sobre el poder del pensamiento, del deseo y el de mirar directamente a los ojos de las personas. Después de la Confirmación, Emil es enviado por sus padres a estudiar en St, un internado. Allí Emil dice que se siente sólo, piensa en Demian, conoce la vida de las tabernas y le va muy mal en los estudios, tanto así que la amenaza de la expulsión se hace presente. Su padre va a conversar con él pero Emil se muestra indiferente a lo que su padre le manifiesta. También está en la etapa del florecer sexual. Un día ve a una joven de lejos que llama mucho su atención. Él le pone el nombre de Beatrice, sin embargo, nunca se le acerca. A raíz de esta experiencia y el persistente recuerdo de Demian, Emil, quien le había escrito un par de cartas, le envía un dibujo que hace sobre ese escudo que estaba en su casa. También hace un dibujo de la que se supone es Beatrice. Fijándose mejor, Emil cree reconocer una figura medio masculina, medio femenina para luego percatarse que se trata de Demian. La respuesta del envío del dibujo del escudo le llega a Emil a través de un papel que le manda Demian con el siguiente texto: "El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas"
Emil sabe que es la respuesta de Demian pero quién es Abraxas -se pregunta. Nunca antes había escuchado tal nombre. Ese mismo día lo sabe pues estando en una de las pocas clases que le gustaban, el profesor menciona a Abraxas y lo define como "...es el nombre de un Dios que tiene la función simbólica de unir lo divino y lo demoníaco." Entonces, Emil recuerda y piensa; "Unir lo divino y lo demoníaco, resonaba aún en mi mente. Aquí podía yo empalmar mis reflexiones; el tema me resultaba familiar por las conversaciones que había tenido con Demian en el último tiempo de nuestra amistad. Demian había dicho que venerábamos a un Dios que representaba sólo a una mitad del mundo arbitrariamente separada -el mundo oficial, permitido, claro-, pero que se debería llegar a poder venerar la totalidad del mundo; por lo tanto, había que tener un dios que fuera a la vez demonio o había que instaurar junto al culto de dios un culto al diablo. Ahora resultaba que Abraxas era el dios que reunía en sí a Dios y al diablo." A partir de la respuesta de Demian, Emil cambia su actitud disipada y dice: "La extraña existencia que yo llevaba, ensimismado como sonámbulo, empezó a tomar un rumbo distinto. El deseo de vivir floreció en mí, o más bien el deseo de amor; el instinto sexual, que durante un tiempo se había disuelto en la adoración de Beatrice, reclamaba nuevas imágenes y metas...Empecé a soñar otra vez; y aún más durante el día que durante la noche. Imágenes, ideas, deseos brotaban en mí y me apartaban del mundo exterior, hasta el punto de tener un trato más verdadero y vivo con los sueños, con las imágenes y sombras, que con el mundo verdadero que me rodeaba." Emil empieza a tener un sueño reiterativo que califica como el más importante y perdurable de su vida. Era: "...yo regresaba a mi casa y mi madre salía a mi encuentro; pero al entrar y querer abrazarla no era ella sino una persona que yo no había visto nunca. Alta y fuerte, parecida a Max Demian y al retrato que yo había dibujado pero algo distinta y, a pesar de su aspecto impresionante, totalmente femenina. Esta figura me atraía hacia sí y me acogía en un abrazo amoroso, profundo y vibrante; el placer y el espanto se mezclaban; el abrazo era culto divino y a la vez crimen..." Emil entendió que en su sueño invocaba al Dios Abraxas y que era su destino buscarlo y hallarlo. Menciona que de lo único que se siente seguro es de: "la voz de mi interior, mi sueño. Sentía el deber de seguir ciegamente sus imperativos, aunque me costaba mucho esfuerzo y me revelaba a diario contra ellos. ¿Quizá estoy loco?." . En su búsqueda, Emil comienza a recorrer de noche la ciudad y un día se detiene frente a una Iglesia donde escucha una música de Bach, interpretada en un órgano. Otro día sigue al organista y lo aborda. Se trataba de un organista llamado Pastorius quien también creía en Abraxas. Pastorius le enseña muchas cosas, entre ellas: la contemplación del fuego. La importancia de la contemplación de las imágenes, en la que Emil reconoce un efecto benéfico desde niño aunque no lo había hecho consciente. Pastorius le dice que todo está en nosotros pero una cosa es que eso sea así y otra que lo sepamos. Si no llegamos a saberlo somos como un árbol, como una piedra o como un animal. Pastorius continúa: "En el momento en que (una persona) tenga la primera chispa de consciencia se convertirá en un hombre. ¿No irá usted a creer que todos esos bípedos que andan por la calle son hombres sólo porque andan derechos y lleven a sus crías nueve meses dentro de sí?. Muchos de ellos son peces u ovejas, gusanos o ángeles; otros son hormigas, y otros abejas. En cada uno existen las posibilidades de ser hombre; pero sólo cuando las vislumbra, cuando aprende a hacerlas conscientes, por lo menos en parte, estas posibilidades le pertenecen." Son muchas las ideas que Pastorius le expone a Emil para su conocimento de Abraxas, entre ellas: "La religión es alma pura, y da lo mismo que uno comulgue como los cristianos o que peregrine a la Meca...No hay que temer nada ni creer ilícito nada de los que nos pide el alma...tampoco debe usted envenenar, reprimiéndolas y moralizando en torno a ellas, porque tienen su sentido...Cuando odiamos a un hombre, odiamos en su imagen algo que se encuentra en nosotros mismos. Lo que no está en nosotros mismos no nos inquieta." Finalmente, Emil comprende, aunque le resulte doloroso que, debe romper con Pastorius para seguir su particular búsqueda de Abraxas y lo hace de una manera brutal pero él cree imprescindible que sea así.
Emil termina sus estudios en St y durante las vacaciones va a la casa de Demian para encontrarse con la figura del dibujo que había hecho que resultó ser la madre de Demian, Frau Eva. Emil se siente enamorado de ella. En varias conversaciones, ella le dice: " -El amor no debe pedir, ni tampoco exigir. Ha de tener la fuerza de encontrar en sí mismo la certeza. En ese momento ya no se siente atraído, sino que atrae el mismo." Emil habla muchas veces con Demian quien le asevera que vienen situaciones muy duras para Europa lo que resulta ser la guerra. Demian es llamado a combatir y poco después Emil. Demian resulta gravemente herido y por cosas de las mismas creencias que ambos tenían logran verse minutos antes de que Demian muera. Antes éste le dice que cierre los ojos, que le dará el beso que su madre le ha enviado. Emil también está seriamente herido y pasa por un proceso de curación muy doloroso. La novela concluye con éste pensamiento de Emil Sinclair: "...cuando encuentro la clave y desciendo a mi interior, donde descansan en un oscuro espejo, las imágenes del destino, no tengo más que inclinarme sobre el negro espejo para ver mi propia imagen, que ahora se asemeja totalmente a él, mi amigo y guía.".
Caracas, 4 de mayo de 2011.
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