jueves, 25 de mayo de 2023

La Impudicia

 



Escribir: es lo único que llenaba mi vida y la hechizaba. Lo he hecho. La escritura nunca me ha abandonado.

Marguerite Duras (1993)


Marguerite Duras


Se trata de la primera novela de la escritora francesa Marguerite Germaine Marie Donnadieu, mejor conocida como Marguerite Duras (Vietnam, 1914-París, 1996).  De esta autora he leído El amante (1984) y Los Caballitos de Tarquinia (1953).

Leí La Impudicia en febrero de 2008. Realmente no sé por qué la releí.

Vale destacar que el término impudicia significa falta de decoro o de vergüenza.

La Impudicia (1943) está ambientada en París y la mayor parte al sur de Francia. Trata sobre la vida de la familia Grand-Taneran. Dicha familia está compuesta por la madre, los hijos Jacques, Maud y Henry. Este último es producto del segundo matrimonio de la Sra. Taneran. La relación entre la madre y el señor Taneran es muy distante, en especial, porque el señor Taneran disentía del comportamiento de Jacques Grant (de cuarenta años), el cual vivía una vida disipada, no trabajaba, estaba ahogado en deudas y vivía del dinero que lograba sacarle a su madre sobre la que ejercía gran influencia. Pudiéramos decir que era el preferido de su madre.

En los inicios de la novela, se cuenta que Jacques había quedado viudo (su mujer, Muriel, había muerto en un accidente de tránsito pero queda la duda de que se haya suicidio) y debía pagar un supuesto préstamo que había adquirido con dinero de su mujer.

La familia viaja a una zona llamada Uderan en la cual tenían una casa y tierras pero, al llegar, se encuentran con que la casa está en mal estado y son recibidos por la familia Pecresse de la que eran vecinos.  La familia Pecresse tenía un hijo llamado Jean que estaba soltero pero que tenía relaciones con una criada y con otra mujer del pueblo.

Muy rápidamente, queda en evidencia que la señora Pecresse desea que su hijo se case con Maud pero ella no le presta ninguna atención. Luego aparece un joven llamado Georges Durieux que se enamora de Maud (y ella de él), sin embargo, Georges era muy inseguro.

Pienso que el tema central de La Impudicia tiene que ver con un cierto tipo de relación familiar que se establece donde uno de los miembros ejerce una influencia central que es dañina pero que, por otra parte, los mantiene unidos. Maud, de 20 años, logra darse cuenta de lo que ocurre en su familia,  de lo poco firme que es su madre y de lo abusivo que es su hermano, el cual, mientras están en Uderan, parece estar envuelto en la muerte de la criada con la que Jean Pecresse tenía relaciones y, por otra parte, quiere que su hermana se case con Jean por motivos netamente económicos.

Pero Maud se ha enamorado y va a casa de Georges, donde están unos días juntos. Más temprano que tarde, Maud se da cuenta de que está embarazada pero no le dice a Georges. Tanto la madre de Maud como sus hermanos están muy molestos por la actitud de Maud, aparte de las habladurías que se desataron por parte de los pobladores de la región. Al final, los Grand-Taneran venden una parte de sus terrenos a la señora Pecresse y deciden regresar a París. La madre va a buscar a Maud donde Georges y él sólo la deja ir. Estando en París, Maud decide regresar con Georges y, extrañamente, su madre la apoya. Esta ida de Maud es como una especie de liberación, dejando la idea sobre la importancia de que los hijos deben hacer su vida, su camino sin que ello signifique que se desliguen de su familia central.

Al igual que las novelas que he leído de Duras, La Impudicia muestra un ritmo un tanto lento, desprovista de mayores emociones o las mismas resultan ser “planas”. El paisaje, la naturaleza con múltiples descripciones de la flora y la fauna, también constituye un personaje en esta novela.

La Impudicia de Marguerite Duras fue publicada por Editores Tusquets. Barcelona, España. 1995. Traducido por Ana María Moix.

 

Escrito y publicado por Libia Kancev

Caracas, 25 de mayo de 2023.

lunes, 15 de mayo de 2023

Matar a un ruiseñor

 

Hay múltiples formas de llegar a una novela: porque alguien te la recomiende, porque lees alguna crítica favorable, porque la novela ganó un premio, porque el autor ganó un premio,  porque te la topes en una librería y llame tú atención, porque alguien te la obsequie, etc.

Supe de Matar a un ruiseñor por un artículo que trataba de la aparición de clubes de lectura de libros prohibidos que han surgido en EE.UU. posterior a conocerse la prohibición de los mismos. Busqué en internet algunos de los libros que mencionaron que habían sido sujetos de censura y me topé con Matar a un ruiseñor (1960) de la escritora estadounidense Harper Lee (Alabama, 1926-2016), quien, en 1961, gana el premio Pulitzer por dicha novela.

Leí Matar a un ruiseñor en una versión digital. Cuenta con 209 páginas.

Esta novela está ambientada en Alabama entre los años 1934/1935. Su tema central tiene que ver con el odioso racismo que imperaba en EE. UU. Por supuesto que sabemos que el racismo sigue siendo una realidad en dicho país aunque entendemos que ha habido cambios en relación al tema.

Hay muchos elementos en la novela que ponen en evidencia el racismo. La parte cumbre tiene que ver con el juicio que se le hace a un hombre negro llamado Tom Robinson (casado y padre de 3 hijos), acusado de haber violado a una muchacha blanca. En realidad, no hubo ninguna prueba de que Robinson fuese culpable, solo bastó la palabra de la muchacha y de su padre. Todo el jurado votó “culpable”. Robinson fue recluido en la cárcel y aunque su abogado defensor (blanco) Atticus Finch le aseguró que apelaría y que había muchas posibilidades de que quedara libre, Robinson intenta huir de la cárcel resultando descubierto y murió a tiros.

El hecho de que el abogado Finch defendiera a un hombre negro le trajo una serie de inconvenientes que se extendieron hasta sus hijos.

Atticus Finch era, en esencia, un hombre bueno. Vivía con sus dos hijos y tenían a una señora de servicio que era negra llamada Calpurnia y que tenía no solo autoridad sobre los niños si no que, simultáneamente, los quería muchísimo.

Otro punto importante es el tema educativo, tanto a nivel de las escuelas del pueblo como la educación en casa que les da  Finch a sus hijos Jeremy (Jem) y Jean Louise a quien llamaban Scout. Finch había enviudado cuando Scout tenía dos años. Atticus les enseñó a leer desde temprana edad y siempre conversaba con ellos de una manera franca.

Claro que Jem y Scout iban a la escuela pero su mejor educación en cuanto a lectura y escritura pero también en relación a su trato con otras personas, la importancia de la verdad, el sentido del honor y de la justicia la aprendieron en su casa.

La narradora de Matar a un ruiseñor es Scout, niña sensible e inteligente igual que su hermano Jem.

En relación al título de esta novela y en ocasión de unos rifles de aire comprimido que Atticus les había regalado a sus hijos por Navidad, Atticus les dice: “Preferiría que disparaseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado… (Miss Maudie dice) los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor (pág. 68).

Matar a un ruiseñor fue llevada al cine en 1962.

Vale destacar que Matar a un ruiseñor fue la única novela escrita por Harper Lee. Al parecer Harper Lee era poco dada a conceder entrevistas al igual que J. D. Salinger (EE. UU., 1919-2010) autor de El guardián entre el centeno (1951).

En la crónica,  La verdadera historia de Matar a un ruiseñor, publicada en El Mundo el 8 de febrero de 2015 se dice que “es uno de los clásicos de la novela estadounidense con unas ventas en todo el mundo superiores a los 40 millones de copias”.


Imagen de la película matar a un ruiseñor (1962)



Escrito y publicado por Libia Kancev

Caracas, 15 de mayo de 2023.

 

 

martes, 2 de mayo de 2023

Volver a cuándo




Volver a cuándo (2023) es una novela de la venezolana María Elena Morán (Maracaibo, 1985) con la que acaba de ganar el premio de novela Café Gijón 2022.

Volver a cuándo fue publicada por Ediciones Siruela.

Se trata de una novela corta (177 páginas) ambientada en Maracaibo, Brasil, México y EE. UU.

Catalina (Nina) Gutiérrez, divorciada y con una hija de 13 años llamada Elisa, vive con su madre Graciela en un barrio popular de Maracaibo. El padre de Nina, Raúl, con quien había tenido una relación muy estrecha había fallecido. Nina y su familia nuclear eran chavistas. Incluso, su ex esposo, Camilo, lo era pero distinguiéndose él de ella, entre otras cosas, por el hecho que venía de una familia que podríamos llamar “acomodada” pero acomodada en el sentido de que sus padres eran trabajadores petroleros y que posterior al paro petrolero de 2002 tuvieron que migrar a EE. UU., para trabajar en la Texaco.  Ello significó la ruptura de Camilo con sus padres y hermanos.

La novela comienza con la migración que hace Nina a Brasil, llegando primero a Boa Vista, luego a Manaos  hasta establecerse en  Porto Alegre donde le habían ofrecido un trabajo que inicialmente sólo cubría alojamiento y comida. Nina siempre pensó que la migración incluyera a su madre y su hija pero Graciela se negó a ir y Nina pensó que lo mejor era dejar a Elisa hasta que pudiera traerlas a las dos con ella.

No se requiere leer la novela de Morán para saber los motivos que decidieron su ida: graves dificultades económicas que comprometían, incluso,  el acceso a los alimentos básicos hasta para Elisa, el deterioro de los servicios públicos: falta de luz, falta de agua, etc. Pero Nina era chavista y, desde su condición de mujer y ciudadana había trabajado por el llamado “proceso”, llegó a idolatrar al extinto presidente Chávez, llegó a creer que mientras más inconvenientes hubiera en contra del chavismo más había que resistir. Pero, la realidad, le explotó en la cara a Nina.

Camilo, el padre de Elisa, ejercía como funcionario público pero, al parecer, no desaprovechaba ocasión para obtener ganancias fáciles en los diferentes cargos que ostentaba. En febrero de 2009, Camilo perdió un ojo por un disparo en lo que pareció un atraco pero al que intentaron darle un tinte político.  Camilo no había sido un buen padre posterior a su divorcio con Nina (que fue cuando Elisa tenía 4 años).  No obstante, aprovecha el viaje de Nina para acercarse a Elisa y convencerla de irse a EE. UU. con él. Camilo planea irse con Elisa como una especie de huida del país (ni siquiera avisó en su trabajo) pero también como una forma de que los tres estuvieran juntos. En su personalidad, un tanto maleable y poco segura, no sé daba cuenta que su matrimonio ya había acabado y que debía ejercer su función de padre aunque Nina no estuviera con él.

Graciela (que había trabajado como secretaria en una universidad del Zulia) queda al cuido de su nieta, pero, al parecer, se le desarrolla un cuadro depresivo tardío en relación al tiempo en el que había fallecido Raúl. Así que, prácticamente, era Elisa la que cuidaba a su abuela. El ambiente en que vivían abuela y nieta fue el escenario perfecto para que Camilo convenciera a Elisa de irse con él además de que lo hizo bajo engaño, ya que le aseguró a su hija que Nina se reuniría con ellos en EE. UU. También la adolescencia que iniciaba Elisa y el malestar que sentía hacia su madre por haberse ido sin ella tuvo que ver.

Cuando Nina se entera que Camilo se llevó a Elisa para EE. UU., en lo que había sido realmente un secuestro, cree enloquecer. Sin embargo, sabe que debe mantener la cordura para poder negociar y recuperar a su hija.  Recibe ayuda de varios brasileños y logra llegar a México.

Nina se encuentra con el hombre, enviado por Camilo; para que la “pase” hacia EE. UU. Resulta ser que el hombre es natural de Maracaibo. Nina le cuenta que Camilo raptó a su hija y, después de una transacción financiera (que implicó la venta de la casa de Nina y su madre en Maracaibo), acuerda con el hombre que le traiga a Elisa y eso es lo que sucede. Previo a ello, Elisa logra escribirle a Nina y se ponen de acuerdo en cómo reencontrarse. Se supone que Nina y Elisa se quedan a vivir en México y que Graciela se les unirá.

Dentro de la narración se cuenta que Graciela afirmaba que los muertos de su familia se le aparecían y que conversaba con ellos, incluso llega a “encontrarse” con Raúl quien es el que le insufla fuerzas para que venda la casa y salga al encuentro con su hija y nieta.

El manejo de la narración de los diversos personajes con que cuenta Volver a cuándo es bastante adecuado.

Así, Volver a cuándo es una muestra acertada de lo que están viviendo la mayoría de los venezolanos: gravísima situación económica, servicios públicos paupérrimos, la mayor crisis migratoria que ha vivido el país, migración impulsada muchas veces por la desesperación y que genera otras situaciones dolorosas como la separación de las familias, el tema de la xenofobia, etc.

Hay otro tema en la novela que tiene que ver con la decepción que algunos han sufrido por haber creído (y trabajado) en una determinada ideología para luego darse cuenta que las cosas no eran como pensaban y sentían.

Por otra parte esta novela nos hace pensar en La hija de la española (2019) de Karina Sainz Borgo pero, los relatos parten de perspectivas distintas, parecen confluir para terminar las protagonistas, las narradoras, fuera del país. Ambas novelas pertenecen a la literatura venezolana producida en la diáspora.

En una entrevista que le fue realizada a Morán el 18 de febrero de 2023 en el portal Crónica Libre, le preguntan sobre qué tanto tiene de autobiográfico ella y el personaje de Nina. La escritora responde: “Mi historia y la de Nina son completamente diferentes. Yo no emigré en esas circunstancias ni durante la crisis, sino antes de ella y porque lo quise, por cuestiones personales…compartimos el encanto y el posterior desencanto por la revolución y el mea culpa que ella hace”.

Ante esta respuesta de Morán, tuve la curiosidad de saber en qué circunstancias emigró. Dice que lo hizo antes de la crisis y porque quiso. Me quedo reflexionando que la mayoría de las personas que conozco que han emigrado no lo hicieron porque quisieron sino…

 

Escrito y publicado por Libia Kancev.

Caracas, 2 de mayo de 2023.