jueves, 5 de mayo de 2022

Todo lo que no te pude decir

 


“…parecía que ahora le atraían las palabras que también eran femeninas. ¿Cómo sería un mundo de palabros, no de palabras?” (6).

Hay secretos tan íntimos que son inconfesables y se necesitaría tanto tiempo para explicarlos, tantas palabras, que perderían parte de su encanto” (23).

“¿Quién sabe cómo es querer bien? No es una fórmula matemática, ni psicológica. Es un misterio” (41).

Esta novela corta, pero muy intensa en su decir, de Cristina Peri Rossi (Uruguay, 1941) es la primera (y lo primero) que leo de ella. Sólo sabía que era una poeta uruguaya y que sus poemas eran muy eróticos (un erotismo dirigido hacia otra mujer o mujeres).

Cristina Peri Rossi reside desde hace muchos años en Barcelona, España y acaba de ser galardonada con el premio Miguel de Cervantes 2021.

Todo lo que no te pude decir (leída en versión digital, 2017), es poseedora de una fuerza narrativa poco común. Esa es mi primera impresión de la escritura de Peri Rossi. La novela narra, en varios capítulos, lo siguiente:

1.- El idilio de Bubú y Elisa: son una pareja de chimpancés que escapan de un zoológico. Estaban enamorados. La policía los busca y en dicha búsqueda matan a Bubú. El policía encargado de la búsqueda (el comisario Fonseca), después de haber obtenido alguna información sobre el comportamiento de los chimpancés, aportada por un especialista del zoológico apellidado Suárez, sale en busca de Elisa a la que logra capturar sana y salva aunque con el dolor de la perdida de Bubú.

2.- Lucila: se trata de un chimpancé hembra que fue criada por Suárez, el cual estaba haciendo un trabajo de investigación sobre la psicología de los monos en cautiverio. Nadie sabía que Suárez se llevaba a Lucila por las noches a su casa, que la alimentaba y la tenía cómoda en una jaula. Pero una noche, Lucila seduce –podríamos decir-  a Suárez con su trasero o que, sencillamente, Suárez se deja llevar por su instinto sexual o de macho y tiene relaciones con ella. Así, Lucila cambia de comportamiento en el sentido de que se niega a aparearse con ningún chimpancé del zoológico y por ello resulta agredida. El director del zoológico llama a Suárez para que lo ayude a montar en un camión a Lucila y trasladarla a otro lugar. Resulta evidente que Lucila se da cuenta de la actuación de Suárez y se muestra engañada, dolida.

Vale destacar que Suárez tenía su novia, llamada Claudia (era enfermera) y se llevaba muy bien con ella, hasta que sucedió el primer encuentro sexual con Lucila (que se repitió en varias ocasiones). No obstante, Suárez también tenía encuentros esporádicos con prostitutas.

En este mismo capítulo, Suárez le manda una carta a Fonseca, donde le dice que tiene Sida, que está a punto de morir.  Que piensa que ha podido contagiar por lo menos a dos personas más y a la misma Lucila (no queda claro cómo se contagió). También le envía su trabajo sobre los monos y algunos videos que le pide resguardar.

3.- La carpeta de Suárez: allí se habla del amor de Suárez por los chimpancés. También de la visita que le hace Claudia al comisario Fonseca. Ella quiere saber, quiere entender el comportamiento de Suárez. Claudia está dolida, también tiene ira.

4.- Fonseca: era un comisario, divorciado, que vivía solo. Tenía una relación sexual dos veces al mes con una mujer llamada Silvia (uruguaya). Ya tenían 3 años encontrándose y, de alguna manera, Fonseca, quien se siente solo, empieza a sentir deseos de compartir más con ella, no sólo en la intimidad. Así, Fonseca la llama un día en el que no tenían pautado encontrarse. Quería conversar con ella. Silvia accede porque ella también tiene algo que decirle. Fonseca hace su propuesta y Silvia se niega, agregando que ya no volverían a verse. Aunque Silvia no se siente obligada a darle explicaciones lo hace porque consideraba a Fonseca un hombre bueno y honesto. Ella le responde que se va a vivir con una mujer. Él reacciona mal y la agrede verbalmente. Silvia le precisa:

“- Me voy a vivir con una mujer que me ama, a la que amo, con la que hago muchas cosas más que el amor, y cuando hacemos el amor, Fonseca, te aseguro que ni me paga ni le cobro, y siempre nos besamos, nos acariciamos, y no hay prisa, ni relojes, dormimos abrazadas, nos reímos juntas, escuchamos música, ella cocina o yo cocino, y especialmente Fonseca, hay ternura. Mucha ternura.” (Pág. 61).

5.- Silvia: personaje central en esta novela. En este capítulo se relata el amor entre Silvia y Laura (directora de teatro y algunos años más joven que Silvia.  Laura dirigía la obra de teatro La muerte y la doncella, inspirada en el mito del rapto de Proserpina). Definitivamente estas mujeres se amaban, no obstante, Laura quería saber sobre el pasado de Silvia y del hecho de que tenía tatuado en su tobillo izquierdo un ancla. Quería saber quién se lo hizo, el por qué y para qué pero Silvia no quería hablar de su pasado, cosa que literalmente torturaba a Laura. “Todo no se puede decir” (pág. 67) –afirma Silvia.

Aquí también se hace mención del origen del poema La muerte y la doncella escrito por el poeta alemán Matthias Claudius, nacido en 1740. A este poema se le puso música, pintura , se le llevó al cine y se la llevó al teatro. Es la obra que, como hemos dicho, dirigía actualmente Laura.

6.- La fantasía es la única verdad de los amantes: palabras intensas de amor entre Laura y Silvia.

7.- No dejaría nunca de escribirte: aquí Laura lee una carta que le escribe Silvia donde opta por contarle sobre su pasado. Silvia decide contarle sobre la premisa de que “Yo no quiero que seas mi amante ignorante, la que no sabe, la que vive en el miedo, la incertidumbre y la sospecha. En el no saber. Sólo se engaña a quien se compadece o a quien se quiere dominar” (78).

Le cuenta que fue detenida durante la dictadura en Uruguay. Que de ella se enamora un oficial de la Marina llamado Mauricio, el cual, de alguna manera, “la salva” pidiéndole que se encargara de la atención del parto de las prisioneras que salían embarazadas después de ser violadas. Silvia lo hace y seduce a Mauricio quien le propone huir juntos, con identidades falsas, viajando en barco hasta Génova e iniciar una nueva vida. Es este marino quien le tatúa el ancla a Silvia como símbolo de que ella era suya, de su propiedad. Hacen el viaje pero Silvia, sabiendo que el barco haría escala en Barcelona (España), adormece al marino con un anestésico y se baja del barco allí. Efectivamente inicia una nueva vida y más nunca vuelve a saber de Mauricio.

8.- La felicidad no tiene texto: aquí se narra la celebración que le ofrece la comunidad dominicana al comisario Fonseca posterior a haber resuelto el caso de la violación y asesinato de una joven dominicana (por cierto, fue Suárez quien le da pistas para la resolución del mismo). También esta comunidad le ofrece a una joven dominicana, necesitada de arreglar su situación migratoria, casi como un regalo.

9.- Rencor mi viejo rencor: aquí se narra sobre Mauricio. Se hallaba en Montevideo, ya al final de la dictadura y despojado de su investidura militar. Sufría de una “depresión post traumática” y no dejaba de pensar en Silvia. Mensualmente iba a la Embajada de España para intentar saber de ella. Mauricio está consumido por el rencor hacia Silvia. Aquí se señala que en”…el rencor también hay deseo. Deseo de venganza. Deseo de muerte” (Pág. 97).

 

Escrito y publicado por Libia Kancev

Caracas, 5 de mayo de 2022

 

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