martes, 24 de septiembre de 2013

Portland






Portland


                                                                                                                                 a M.A.I.                      


En Portland hace frío
un frío que hiela a cualquier desprevenido
                                                    [caribeño]

El frío, en Portland, obnubila los sentidos
más, cuando el Trópico te es consustancial.

El frío en Portland es torvo y obsesivo.
La opacidad del día -inicio del crepúsculo nocturno-
es indistinguible de la negrura
                         [de los hermanos de Johannesburgo]

El frío en Portland hace desear
-ideal- irse a la cama con la certeza de que sueños ingratos
no harán presencia, disueltos en la aterida
imaginación del coloso –torturador- americano.

Detengamos el poema, los amigos 
                                      [y la cena]
Sabrán que para un Ser caribeño, el frío de Portland
puede ser infernal.
Urge a las 4, a las 5, 5 y 30, 
a las ocho
irse a la cama con una novelita rosa
y mitigar el frío de Portland.

El frío en Portland es frío.
Salve decir que nunca frío
como en la ciudad luz.

Portland no-es-ni-tan-ni-nun-ca
tan frí-o como París.

París, ciudad huérfana de mi madre
antigua, hermosa, regia.
Recorrida en multiplicidad de estaciones
en giros cardinales
con su Sena divisor de oquedades.

Yo nunca tuve frío en París
recorrido en su paisaje y en personajes
de Flaubert y Balzac
yo nunca tuve frío en París.




Por Libia Kancev.




Caracas, 24 de septiembre de 2013. 
      







                                  

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