Cuando la Academia Sueca anunció el jueves 7 de octubre de 2021 que Aldulrazak Gurnah (Zanzíbar, 1948) era el ganador del Premio Nobel de Literatura, no tenía la menor idea de quién se trataba este autor. Tuve ocasión de leer algunas críticas aisladas, más sobre la Academia Sueca que hacia el propio Gurnah como tal. Las mismas se referían, en esencia, a que la Academia debía como modernizarse en cuanto a los temas abordados por los premiados y que debían “dejar un poco atrás” de premiar a quienes centraban su literatura en el colonialismo, en el racismo y otros.
Me pregunto si es que
acaso esos temas han perdido o perderán vigencia, así como otros relacionados
con la supremacía del hombre sobre la mujer…
La lectura de lo
anterior sólo produjo en mí un mayor interés en leer algún título de Gurnah.
Así, a mediados de febrero de este año, llegó a mis manos, como obsequio de mi
hija mayor, María Victoria, Paraíso
(1994) editado por el Grupo Editorial Penguin Randon House, que compró en una
librería en Bogotá adonde había ido para hacer un curso promocionado por la
Plataforma periodística para las Américas (Connectas).
Paraíso
es, para mí, una novela que refleja una escritura sólida, contundente. En ella,
Gurnah cuenta la historia de Yusuf, un niño que fue separado de sus padres
cuando apenas tenía doce años, como pago de una deuda (económica) que el padre
contrajo con el mercader Aziz y que no pudo saldar de otra manera. El padre
siempre le hizo creer a Yusuf que el mercader era su tío.
El mercader se lo lleva
consigo y lo pone a trabajar en una tienda de su propiedad, cuyo encargado era
Khalil, un joven árabe, unos años mayor que Yusuf. Entre los jóvenes se
establece una hermandad y es Khalil quien le cuenta a Yusuf que el mercader
Aziz no es su tío y que, al igual que él, había llegado a trabajar en la tienda
como pago de la deuda que su padre había contraído con Aziz.
Ni Yusuf ni Khalil
jamás volvieron a saber de sus familias.
Hay que señalar que
entre las características del primero niño y luego adolescente Yusuf destacan
que se trataba de un ser hermoso (físicamente hablando) y que ello hacía que se
le considerase especial y casi como bendecido por Dios, además, de que era muy
sensible, capaz de captar la belleza del mundo exterior, y por supuesto también la de los ambientes y situaciones terribles que vivió.
Paraíso
consta de seis capítulos (que a su vez tienen varias partes):
1.- El jardín cercado
(7 partes): donde se narra la existencia de un jardín en la casa de Aziz y que
atrae mucho la atención de Yusuf quien hace lo imposible por trabajar en el. Lo anterior le
permite a Yusuf conocer de la existencia de la esposa del mercader quien,
aparentemente, estaba “loca”
2.- La ciudad de la
montaña (8 partes)
3.- El viaje al
interior (6 partes): aquí se narra un viaje al interior del país que hace el
mercader para comerciar
4.- Los portales de
fuego (8 partes)
5.- El bosque del deseo
(8 partes) y 6.- Un coágulo de sangre (7 partes).
El tema central de Paraíso tiene que ver con la dominación
del hombre blanco, específicamente del europeo sobre el hombre africano, en la
zona donde se desarrolla la novela que sería lo que hoy en día se conoce como
la República Unida de Tanzania (RUT). Sabemos que esa dominación se dio en
muchas zonas del continente africano.
Se expone la brutal
dominación de los africanos, su esclavitud (en diversos niveles), su muerte. La
sustracción de sus riquezas naturales, la intervención sobre su cultura, su
religión, sus creencias. Hablamos de la dominación del hombre africano por
parte de los europeos –recordemos que Tanzania estuvo colonizada por portugueses,
alemanes y británicos. No obstante, aparte de esa dominación del hombre europeo
sobre el africano, también se da la dominación del africano sobre el africano,
del árabe sobre el africano (como en el caso de Yusuf), poniéndose en evidencia
que la dominación puede tener diversas aristas: no sólo es racial, es
económica, es cultural y que puede venir del lado menos esperado.
Paraíso
también contiene como protagonista a la naturaleza tanzana. Mientras
discurríamos por sus páginas, resultaba imposible no imaginar las descripciones
que se hacían de sus selvas, ríos, animales, caminos desérticos. La religión
que predomina en muchos de los personajes, es la islámica: con su dios
Alá, su profeta Mahoma y El Corán como su libro sagrado.
La parte final de Paraíso resultó para mí algo sorpresiva
pues Yusuf decide irse con el hombre blanco (en este caso, alemanes) quien
buscaba nativos para llevarlos a la guerra. Yusuf parecía que podría tener un futuro mejor que muchos a su alrededor. Era inteligente, perceptivo, sensible, atractivo,
le caía bien a las personas. Irse con el hombre blanco pudiese interpretarse
como un símbolo de cobardía, de entrega a un destino de servidumbre. Creo que
la forma como termina Paraíso es algo para pensar…
Quisiera agregar unas
palabras sobre el país que es hoy Tanzania, pues Tanzania también es un
personaje de la novela. Está ubicada en la costa este de África Central. El nombre
Tanzania proviene de la unión de las palabras Tanganica y Zanzíbar. La actual
RUT nació en abril de 1964 cuando Tanganica, que había formado la colonia
alemana del África Oriental Alemana y luego pasó a manos británicas al
finalizar la Gran Guerra, se independizó en 1961. Y Zanzíbar, que es un
archipiélago situado al noreste de Tanzania
(en el océano Índico) y formado por las islas de Pemba, Unguja y Mafia, logró
su independencia de la colonia británica en 1963. Así, Tanganica y Zanzíbar se
unieron en un solo Estado.
Vale destacar que
Zanzíbar fue colonizada por Portugal hasta que en el siglo XVIII fue anexada
por Omán, luego se independizaron como un sultanato y, en 1896, la isla pasó a
formar parte del Imperio Británico hasta su independencia, como ya escribimos
antes, en 1963.
Abdulrazak Gurnah nació
en Zanzíbar en 1948 y en 1968 emigró a Gran Bretaña, donde hizo sus estudios
universitarios y trabajó como profesor hasta su jubilación.
Escrito
y publicado por Libia Kancev
Caracas,
25 de febrero de 2022.